La
palabra liberto, en la antigua Roma correspondía a un esclavo liberado, con una
connotación, que a pesar de ser libre (y poseer la ciudadanía si su antiguo amo
lo era) no tenía más remedio que permanecer, bajo el patrocinio de su antiguo dueño,
contado con pocas o casi nulas posibilidades de ser él, su propio dueño.
El
motivo de este escollo se encontraba en la estructura electoral timocrática
republicana, de ejercer su voto en una asamblea tribal, puesto que era
automáticamente adscrito a la Esquilina o a la Suburana, que eran dos de las
cuatro tribus urbanas. grandes de Roma que Servius Tullius creó.
Básicamente,
Servius Tullius convirtió la monarquía aristocrática en una democracia
representativa
Debemos
aclarar que la timocrática es un régimen de gobierno dirigido por las personas
que disponen de una determinada cantidad de dinero. Para acceder al poder, por
lo tanto, los ciudadanos deben contar con un cierto capital: de lo contrario,
no tienen la posibilidad de participar del gobierno.
No
obstante, si se contaba con los requisitos económicos, tal como algunos
libertos hicieron, podía ascender en la escala de Clases.
Para
poder ser libre o liberto, no importaba que no fuese ciudadano romano, el tema
era que este, se entregaba en garantía a otro hombre al que llamaba patrón, por
lo que era cliente de la clientela de éste.
El
esclavo liberado era automáticamente cliente de su antiguo amo. La relación
cliente-patrón fue tan imprescindible que llegaron a promulgaron leyes formales
para regularla.
Es
más, el cliente se obligaba, de la manera más solemne, a obedecer los deseos y
servir a los intereses de su patrón a cambio de favores diversos (por lo
general, dinero, trabajo o asistencia legal).
Pueblos,
ciudades e incluso reinos enteros podían ser clientes y no necesariamente de
Roma.
Romanos
como Pompeyo Magno contaron con reyes y sátrapas (gobernadores de una provincia
de la antigua Persia) entre sus clientes.
El
esclavo liberado estaba obligado a llevar el gorro de la libertad o píleo, el
cual era el emblema de la libertad, que cuando era obtenido, el esclavo se
afeitaba la cabeza por tanto sin teñir el citado sombrero de fieltro, en parte
similar a un Fez.
El
pilleolus era un sombrero más pequeño similar a un solideo.
Muchas
veces los esclavos eran llamados a las armas bajo promesa de libertad. Y en la
figuración de la Libertad en algunas monedas del emperador Antonino Pío,
acuñadas en el 145 a. C., llevan este gorro en la mano derecha.5
Los
asesinos de Julio César mostraron al pueblo un gorro píleo montado sobre un
palo para afirmar que habían liberado a Roma del tirano.
El
gorro de la libertad Es uno de los atributos del dios Mitra o Mithras, en el
culto de posible origen persa conocido como mitraísmo
En
cuanto a los revolucionarios de América y Francia, estos lo adoptaron como
símbolo, pero lo confundieron con un gorro frigio que, en sus orígenes, nada
tiene que ver con la esclavitud ni la libertad.
Las
protestas populares en Francia dejaron, entre otras imágenes curiosas, la de
una manifestante ataviada como Marianne, la personificación alegórica de la
República que encarna los tres célebres principios de Libertad, igualdad,
fraternidad.
Es
lógico que su iconografía sea bastante definida: vestimenta grecorromana,
bandera en la mano y cabeza tocada con un gorro frigio. Su apoteosis la plasmó
Delacroix en La libertad guiando al pueblo, una escena de la Revolución de
1830.
Es
razonable que el nombre del gorro sea frigio, ya que procede de Frigia, una
región de Asia Menor que se extendía por la mayor parte de la península de
Anatolia (actual Turquía).
Recogida información en :
https://es.wikipedia.org/wiki/P%C3%ADleo
