Esta historia, se
podría llevar, fácilmente, en todos los estamentos de nuestra vida.
Sirviéndonos de punto de reflexión. Dándonos consejos. Incluso de fábula con su consiguiente
moraleja
En la antigua
Grecia, Sócrates tenía una gran reputación de sabiduría. Un día vino alguien a
encontrarse con el gran filósofo, y le dijo:
– ¿Sabes lo que
acabo de oír sobre tu amigo?
– Un momento,
–respondió Sócrates– antes de que me lo cuentes, me gustaría hacerte una
prueba, la de los tres filtros.
– ¿Los tres
filtros?
– Sí, -continuó
Sócrates– antes de contar cualquier cosa sobre los otros, es bueno tomar el
tiempo de filtrar lo que se quiere decir. Lo llamo el test de los tres filtros.
El primer filtro es la VERDAD. ¿Has comprobado si lo que me vas a decir es
verdad?
– No, sólo lo
escuché.
– Muy bien. Así que
no sabes si es verdad. Continuamos con el segundo filtro, el de la BONDAD.
Lo que quieres
decirme sobre mi amigo, ¿es algo bueno?
– ¡Ah, no! Por el
contrario.
– Entonces,
-cuestionó Sócrates– quieres contarme cosas malas acerca de él y ni siquiera
estás seguro de que sean verdaderas. Tal vez aún puedes pasar la prueba del
tercer filtro, el de la UTILIDAD. ¿Es útil que yo sepa lo que me vas a decir de
este amigo?
– No, en serio.
– Entonces,
-concluyó Sócrates– lo que ibas a contarme no es ni cierto, ni bueno, ni útil;
¿por qué querías decírmelo?
https://www.loopian.com.ar/empleabilidad/los-tres-filtros/
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/23/BLW_Truth_and_Falsehood.jpg
https://estudioscavernarios.files.wordpress.com/2018/02/socrates.jpg