CORTOS RELATOS DE MISTERIO




EL EXPLORADOR por Chione 

David O´Brien era un extraordinario explorador. No era extraño verle rodeado por los miembros de una tribu que era la primera vez que veían a un hombre blanco, como llegar hasta lo más recóndito del Polo Norte.
Sus padres, él profesor de matemáticas, le enseñó los misterios de los números y sus relaciones entre sí.
Ella, persona mística, una enamorada de las diferentes etnias que pueblan la tierra, le enseñó que no hay diferencia entre el alma de uno, y el alma del otro, pues todos somos hijos de un mismo Dios, y vivimos bajo la misma bóveda celeste.
Explorar no es tarea fácil, eso lo aprendió a través de los relatos que su madre le contó, y cuando supo leer por los libros que compraba o que su progenitora le regalaba.
En ellos, el explorador algunas veces se convertía en un héroe ayudando de alguna manera a rescatar a un rey depuesto por el tirano de turno. O a rescatar hermosa mujeres de las garras de un terrible ser que las tenía secuestradas.
Nuestra aventura comienza cuando David, decide partir en busca de un ave que habitaba en la sabana africana escondida debajo de los amarillos entramados espinosos de la poca vegetación, evitando con ello ser descubierta.
Pero David había aprendido, gracias a un chamán, a camuflarse haciéndose pasar por cualquier animal terrestre, del cielo, o del mar, que existiese, o del que se conociese sus características, aunque fuese poco visto por ojos human os.
Así que llenó su mochila con varias plumas, a las que ató con una suave cuerda para que no se rompiesen, una cantimplora para el agua, u n poco de tasajo, una brújula, un mapa y algo que no puede faltar, en el triunfo y en la ilusión por conseguir lo que uno se propone.
Llegado al poblado más cercano donde habitaba el fantástico animal, compró por unas pocas monedas y dos collares, uno con cuentas blancas y otro con cuentas negras, los servicios del hechicero de la tribu.
David asistía asombrado, aunque no lo demostrase, al cambio que en la sabana se producía al paso del hechicero cuando abandonaron el poblado.
Nobomba , el hechicero ,pues ese era su nombre , se reía del explorador , cuando este, utilizaba su brújula para situarse , o escoger el camino- A Nobomba solo le basta ver nubes, forma de la luna o el más insignificante animal que se cruce en el camino de Nobomba , tu valiente explorador-. David con dijo nada y continuó caminando.
Llegados al lugar donde se supone que tenía su habitad Tetuman, Nobomba se inclinó para invocar a los dioses. Mientras que David se colocaba sobre su cuerpo las plumas que guardaba en la mochila. Una vez hubo terminado, lanzó un graznido. Segundos después la tierra comenzó a temblar, se trataba del ave que intentaba salir a la superficie.
David con la mirada de quien sabía lo que hacía, y Nobomba con los ojos de quien conocía los secretos de la magia mística y misteriosa, se dispusieron a enfrentarse con el ave.
El combate fue terrible, David perdió su brazo izquierdo, mientras que el hechicero perdió su ojo derecho.
Nobomba aprovechó a que el alado animal estaba inconsciente para rociarle  por encima con un poco de un polvo que guardaba en un saquito ; Tetuam fue haciéndose cada vez más pequeño hasta tal punto , que pudieron meterle en una jaula para pájaros . El explorador y el hechicero se abrazaron, luego sentados en torno a una pequeña hoguera Nobomba restañó las heridas de David e hizo lo propio con las suyas.
Cuando las gentes del poblado les vieron aparecer por el camino, salieron a recibirles ejecutando grandes saltos.
Nadie reparó en que el sol comenzaba a oscurecerse, quizá la culpa fuese de una atrevida nube que tuviese la desfachatez de pasearse por el azul cielo. ¡No! Nada de eso. ¡Eran miles de aves Táditos   las que avanzaban para liberar a su rey de las garras de los humanos!
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 LA DESCONOCIDA por Chione 

Londres 2011, la niebla cubría la ciudad haciéndola aparecer como el fantasma etéreo y trasparente de un viejo castillo.
Eran las tres de madrugada, y el silencio reinaba en las calles de la capital; solo algún que otro noctámbulo, se atrevía a andar sobre el pavimento mojado por la insulsa neblina.
Adrien era de lo pocos seres que lo hacían... pues su trabajo de taxista así lo requería.
Cerca de la National Gallery una mujer le hizo pararse
- Buenas noches- dijo al entrar.
- Buenas noches -, le contestó Adrien. A donde le llevo?-.
-Me gustaría dar unas cuentas vueltas por la ciudad… sin rumbo fijo-.Adrien Pattinson   miró por el retrovisor a la mujer que estaba sentada en el asiento de atrás.   Abrigo   con grandes hombreras, que al estar desabrochado dejaba entrever una falda estrecha justo hasta las rodillas, blusa entallada y una rebeca en tono azul. Los zapatos con plataforma.
Rubia de largos y suaves cabellos que le cubrían parte del lado derecho del rostro. Aquello y la manera de vestir, le hizo trasladarse a los años de la Segunda Guerra Mundial, y con ello al físico de alguien, pero no sabia bien a quien. a quien
Pronto desechó aquellos recuerdos.- Cada uno viste como le da la gana, y más en el siglo en el que vivimos. Lo mismo van de góticas que se visten como muñecas de los años 40 o 50 – dijo para si mismo, aunque no conseguía apartar la vista de la pasajera.
Adrien observó que la mujer introdujo la mano izquierda en el bolso cuando transitaban por una calle sin circulación; temió lo peor, aunque lo peor no era que le robasen lo ganado aquella noche, lo pero era que le robasen la vida.
Sintió un nudo en la garganta aunque trato de aparentar serenidad. Suspiró aliviado cuando vio que lo que tenía entre sus manos era un pañuelo de suaves colores que se colocó sobre los cabellos.- ¿Si tiene frío subo la calefacción?-.
-¡OH, no! Gracias. Me gusta sentir la suavidad del tejido sobre mi cabeza -. Luego el silencio volvió a reinar haciendo irrespirable la atmósfera.
Levantó la cabeza y preguntó.
- ¿Siempre es así Londres?-.
- Si lo pregunta por la niebla, no. También tenemos días soleados y muy agradables para pasear o visitar museos, o simplemente tomar algún refresco -.
-  Lo siento pero no me he presentado. Mi nombre de Bernice Hawk. Siento no poder estrechar su mano-.
- Yo soy Adrien Pattinson y estoy de acuerdo con usted – luego la conversación fue por los derroteros de la banalidad o del no saber de qué hablar.
Pattison supo que era profesora de piano en Michigan, y que estaba pasando sus días de vacaciones recorriendo Europa.
- Es hermosa. Su historia, sus tradiciones, sus gentes, todo me gusta de este continente-, silencio.
- ¿No sabría donde podemos tomar un café?-.
- Si, en el Patrick Oldest. Siempre está abierto hasta casi el amanecer -.
Cuando traspasaron las puertas del Pub  Bernice se sorprendió al ver que el establecimiento estaba lleno de la más variada fauna humana.
Tomaron asiento y pidieron un café bien cargado y un té caliente con un trozo de limón.
- ¿A todas horas consumen ustedes té?-.
- Bueno. A los que nos gusta sí. Lo mismo que hacen los adictos al café. Diez minutos antes de que el Pub cerrase salieron para volver a meterse en el taxi.
- Creo que debería, llevarla hasta el London Bridge, es una de nuestras maravillas -. Una vez bajaron del taxi Adrien hizo de guía, mientras en la radio del taxi sonaba el tema principal de la película Desayuno con diamantes
- En este mismo lugar se construyó el primer puente de Londres hace 2.000, fur constreñido por los romanos allá por el año 46 D.c.
En el 1013 se destruyó para evitar que cruzasen el puente las tropas invasoras danesas. Fue reconstruido posteriormente  en dos ocasiones , 1091 y 1136 , una por causa de una tormenta y otra debido a un incendio, por lo que se decidió levantar otro puente , aunque este dejó de tener estructura de madera para ser realizado en piedra ; comenzando su construcción  en 1176 y no se concluyó hasta 33 años más tarde ; en 1209 . Junto a él se levantaron varias casas que fueron incendiadas durante la revolución de los campesinos en el siglo XIV.
Los 300 años siguientes, se utilizó el puente para empalar las cabezas de los enemigos de Londres. La cabeza de Willian Wallace fue la primera en colocarse en el puente.
1633 Un fuerte incendio obligó a reconstruir parte del London Bridge. Pero el fuego volvería a hacer de las suyas en 1666 con el gran incendio de Londres, aunque esta vez el puente aguantó las llamas.
1824 un nuevo puente comienza a construirse. La obra corre a cargo de arquitecto John Rennie. Pero será su hijo siete años después, quien lo finalice. El nuevo puente está a 30 metros más al este del puente original.
Sin embargo -. La música se cortó bruscamente para dar paso a la voz de un locutor “Noticia de última hora.  Se ha fugado de la cárcel de máxima seguridad Bernice Hawk,      culpable de los crímenes de siete taxistas asesinados, entre los meses de marzo y abril. Viste ropa de los años 40 y se peina como la actriz Verónica Lake “.
Esa era, por su manera de peinarse, a la persona a quien le recordaba, y cómo en un momento determinado el Departamento de Guerra de los Estado Unidos obligó a la Paramount a exigir a la actriz que cambiase su peinado, pues se habían dado casos en los cuales, en fábricas de armamentos, en los que mayoritariamente trabajaban mujeres, el pelo de la operarias se hubiese quedar enganchado entre los engranajes de alguna de las máquinas como así sucedió. Pero para desgracia de Adrien Pattinson aquella noticia fue la última que escuchó en su vida  .
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Información recabada del London Bridger http://www.guia-londres.com
Información Verónica Lake  http://www.cineforever.com



EL DESTINO TE BUSCARÁ por Chione 

Andrea escuchaba en su ordenador el tema musical “La paloma” de Iradier. Había sido un regalo de despedida de sus compañeros de trabajo, allá en la Habana .A parte de un buen rollo entre todos, más objetos que había traído en la maleta.
La compañía para la que Andrea trabaja, tiene una franquicia en Cuba, y todos los años, uno de los informáticos, elegidos por la dirección, es destinado a trabajar en Cuba durante un año.
El caso es que Alfredo Díaz, que iba ser destinado a la isla caribeña, sufre un accidente de tráfico, y Eladio Cien Cuevas, director del departamento de informática, llama a Andrea para informarle, que ella, irá en lugar de Alfredo.
Mientras esperan a que les den pista para aterrizar, Andrea observa desde la ventanilla del avión el aeropuerto de José Martí. La gente que va y que viene, como si fuesen hormiguitas.
Al lado de la cinta mecánica donde se recogen las maletas, les esperaba Vicente Martí, uno de sus compañeros, quien haría de guía y le acompañaría hasta el pueblo de Guanabo, donde la compañía tenía una casa en propiedad.
La amabilidad de José es sincera, Andrea le calcula unos 45 años. Moreno de piel, sin ser negro, estatura medía, pelo canoso con un negro y gran bigote que se mueve sin parar cuando sonríe.
Según el mapa, Guanabo, está a 27 kilómetros de la Habana, ocupando la franja costera que lleva su mismo nombre.
- No tendrá tiempo para aburrirse pues a corta distancia encontrará, restaurantes, bares, discotecas y centros comerciales.
Entre el trabajo y los ratos de ocio, el tiempo se le pasará en un suspiro. Aunque tengo que advertirle que existen zonas, afectadas por la desembocadura de ríos, y por fondos pedregosos, en las que no son recomendables bañarse.
Mañana, a eso de las 8, pasaré a recogerla para llevarla a la oficina. No pase cuidado, es buena gente-. Y se alejó en su coche azul.
La casa está tan cerca de la playa, que parece que de un momento a otro, el mar pasará a tomarse un café.
Aquella noche la pasa en vela sin apartarse de la ventana - ¿Quien sabe lo que el destino me tiene deparado en esta parte del mundo?-.
Con puntualidad casi británica, José apareció conduciendo otro coche.- Buenos días Andrea, este coche es el que utilizará en todos sus desplazamientos -. Andrea sonrió pensando que ya no tenía que depender de nadie, como era su temor, para ir de casa al trabajo, y del trabajo a casa. Con el paso de las semanas, comprendió que José, era de los pocos que acudían al trabajo con puntualidad, quizá fuese culpa del calor reinante.
Cuando finalizó la primera jornada laboral, se despidió y regresó a casa. En el ordenado fueron apareciendo lugares que indiscutiblemente, le llevarían a conocer más la isla
- Veamos. Fue fundada por el español Diego Velazquez de Cuellar en el 1515, donde ahora se encuentra la ciudad de Batabanó, con el nombre de San Cristóbal de la Habana..., en 1553 pasó a ser la capital de Cuba, título que fue reconocido oficialmente  el 8 de octubre de 1607.
Bien veamos ahora bibliotecas… Biblioteca Nacional que está en… Vale ahora a cenar y a la cama. Mañana Dios dirá-.
Hablar de María Elena, era referirse a una madre, amiga, cocinera y asesora de imagen. Cocinaba como los propios ángeles.
Todo estaba sabrosón, en su punto. Carnes, pescados, hortalizas, cada uno de aquellos alimentos, llenaban el paladar de la joven con diferentes sabores nunca conocidos.
La conoció en el vestíbulo del edificio donde estaba situada la entidad donde trabaja .Era compañera de la joven que hacía labores de limpieza en el edificio. Andrea le propuso “dirigir “la casa, y ella aceptó.
 El horario de la oficina era de 9 a tres de la tarde, ¡una gozada! De esa manera tenía tiempo para visitar museos y perderme por las calles hasta la hora de regresar a casa, sabiendo que…María Elena ya le había dejado algo preparado.
A pesar de que le apetecía pasear, visitar y bañarse en la playa sola, admitió poco a poco, al principio a trancas y barrancas, la presencia de José Martín, posiblemente porque no se metía en su vida privada.- ¿Puedo dar mi opinión respecto a la casa?-.
- ¿Que casa?-. Le miró de reojo.- En la que vives-.
-¿Tan mal está?-. Volvió a mirarle de reojo-.No que va. Es que está en un lugar peligroso, sobre todo en época de huracanes-. Ambos se encontraban visitando las fortificaciones que se construyeron para evitar los continuos ataques de corsarios y piratas, las cuales se exponen como los monumentos más antiguos de la capital.
- Tu que “sabes tanto”-, José se paró esperando que terminase la frase-, la otra noche, a eso de las doce y medía, me pareció ver fogatas cerca del río, mejor dicho, donde desemboca. ¿A qué se debería?-.
- A que alguien estuvo ofreciendo algún sacrificio, pues en este lugar se unen los Orishas Ochún, que representa el agua dulce( el río),y Yemayá el agua salada( el mar), por lo que es un lugar donde se realizan ofrendas para pedir cosas relacionadas, sobre todo con el Amor-.
Paseando por la playa decidieron subir hasta el embarcadero, alguien solicitó su ayuda.
- Perdonen. ¿Podrían sujetar esta cuerda? Si suelto la que tengo sujeta con la otra mano, se caerá al mar, y no me apetece mucho mojarme-.
Dos días después, a la misma hora y en el mismo lugar…el mismo ruego, lo que terminó por ser una buena amistad.
El cubano en cuestión se llamaba Momelo, era un pescador, grande como un armario, cuyos negros ojos estaban casi enterrados en profundas arrugas.  El mentón con el surco de la belleza, rodeado de blancas canas.
El fue quien enseñó a Andrea a gozar de las noches contemplando las estrellas. Apenas hablaba, ni falta que le hacía, cuando con sus largos dedos indicaba un punto en el cielo. Era como si aquel trozo del universo se iluminase.
José se compró un pequeño velero con el que recorrieron diferentes ciudades costeras, le puso de nombre “El panzudo” en honor a su anterior dueño que llegó a pesar 18 kilos.
Cierta noche en la que se encontraban hablando de lo divino y de lo humano, Momelo tomó la palabra para decir.- Si no acudes a la cita que tienes con el destino, el destino te buscará aunque sea en los más profundo del infierno-, luego enmudeció.
José y Andrea, se habían comprometido ir a pescar con Pablo Fabián, pero ocurrió un imprevisto… la visita de uno de los mayores accionista de la empresa.
- No pasa nada. Otra vez será-.
Ese día nunca sucedió. Un mes después el mar devolvió trozos de tablas y un salvavidas, eran del barco del pescador. Jamás se supo que había pasado con la tripulación.
Dos semanas faltaban para que Andrea abandonase la isla.- ¡Cómo pasa el tiempo!-, se quejó María Elena. Te echaré de menos-.
Andrea sonrió como lo hacía siempre que se quedaba sin palabras.
Momelo animó a José y a María Elena para que preparasen una cena de despedida.- Lo haremos en mi casa -.
- ¿Ya podrás María Elena?. Ahora tu hija te trae al bebé-.
- No os preocupéis todo saldrá bien-.
Pescado Monte Toro. Puerco asado. Cervezas, vino y champagne. De postre, panatela enrollada (parecido al brazo gitano).
José Martí se levantó.- Debo irme. Te recuerdo que tengo que madrugar-.
-¡Ah, sí! Tienes que llevar a Mister Ronald a pescar-.
- Y no me hace ninguna gracia-.
-¿Dos días?-.
- Si, dos días-.
Fue para siempre, pues un mes después, aparecieron restos de un barco, restos que no hicieron dudar, al afirmar que se trataba del Panzudo.
Andrea estaba rota de dolor, se había marchado uno de sus mejores amigos.- Ahora eres ti quien tiene que cuidarse. La próxima serás tú-. La muchacha le miró con, los ojos enrojecidos por las lágrimas. Momelo prosiguió.- Olvidas que no acompañaste a Pablo Fabián en su viaje de pesca. Te has burlado del destino pero él…te buscará -.
Aquellas palabras impactaron en el corazón de la muchacha.
En el aeropuerto le esperaba María Elena, pues no había querido que ninguno de sus compañeros fuesen a despedirla.- ¿Momelo?-.
- Nunca me gustó ese hombre, así que me alegro de que no esté aquí. ¿Te has fijado bien en sus ojos? Parecen tener chispas. Cada vez que me acuerdo, la carne se me pone de gallina -.
Desde la ventanilla del avión Andrea observaba como la isla se hacía cada vez más pequeña.
Una nube pasó rozando el avión, al desaparecer dejó paso a la figura de Momelo quien sonreía con maldad.
María Elena se encontraba planchando cuando escuchó la noticia
“Ultima hora. Se ha estrellado el avión de la compañía Atrezzo con destino a España. Parece ser que no hay supervivientes”
En lo más profundo del mar Momelo abraza el cuerpo sin vida de Andrea.- Te lo dije, si no acudes a la cita con el destino, él te buscará -.    
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Información recabada sobre Cuba en



   

por Chione 



                  Dansom y Luit avanzaban por el  oscuro pasadizo del castillo, esperando que el asesino saldría a su encuentro.
Una vez hubieron llegado, según el mapa que tenían, hasta la puerta que les conduciría al salón principal, respiraron tranquilos.Abrieron despacio evitando cualquier ruido.
Bastaba echar una ojeada a su alrededor, para comprobar que no estaban solos. Los retratos de ilustres personajes de la familia Thombly-  todos adultos-   les observaban desde la escalera de mármol , hasta el primer piso.
Condes, vizcondes, almirantes, obispos, colocados por siglos, les contemplaban con rostros  adustos.
Únicamente arriba del todo, cerca de la primera planta, existían dos retratos , el de un adolescente y el de una niña.
Del muchacho, según palabras del último descendiente de la familia Thombly, poco o casi nada  se sabía  de él.  - Se rumoreaba,  que podría ser el hijo bastardo del monarca que reinó en la fecha indicada abajo sobre el lienzo, por el pintor.  El muchacho quedó al cuidado de uno de mis antepasados-.
Luit y Dansom , eran lo que se ha dado en llamar - cazafantasmas- .Y por ello iban a cobrar una fuerte suma de dinero. En el contrato firmado, se comprometían a descubrir al fantasma y alejarlo de la mansión.
La casa de Thombly era conocida en el condado de Six- Inglaterra-  porque todos los primogénitos , habían sido varones- ... mienten  los que así lo dicen. Su nombre, Mirta.
Mirta fue la hija de Lorson Thombly, almirante de la  flota de su graciosa majestad Jacobo I de Inglaterra, y VI de Escocia, de la que se ocultó su nacimiento, pues podría llegar a ser una deshonra, después de tantos varones, tener una niña. La pequeña creció en la mansión como hija de una de las camareras de los Thombly, a la cual el matrimonio apreciaban, y que se llevó el secreto a la tumba .
Después de fallecer su supuesta madre, recién cumplidos los dos años, Mirta fue adoptada por los dueños de Greisson , pasando a ocupar una de las habitaciones del primer piso.
A nadie extrañó aquella decisión , ya que todos los sirvientes de la casa, conocían el afecto que sus amos sentían por la niña .
Pasaron los años y llegó la fiesta de su sexto cumpleaños. Mientras los mayores charlaban , Mirta jugaba con con otro pequeño en el jardín- ¿ A que no eres capaz de subir hasta ese árbol y robar una manzana?- . Mirta no se lo pensó dos veces.  Trepó con facilidad hasta la rama más cercana. Pero la fragilidad de la rama hizo que se rompiese,  haciendo que la la pequeña cayese al suelo, desnucándose y muriendo en el acto. Desde aquel día , la mansión  y sus moradores , se vieron envueltos en extraños sucesos. Velas que se apagaban, objetos que  desaparecían , y al final una muerte espeluznante , el asesinato de Lorson .
Nadie, ni siquiera Mortimer, el más avezado de los beefeaters  que custodian  la Torre de Londres, que por expreso deseo de su majestad , se le puso al frente de las investigaciones ,pudo encontrar al asesino o asesinos.
 La viuda contrajo de nuevo nupcias, casándose con su  cuñado Andrews. Llegado el momento de parir, Margiet dio a luz a un niño.
Desde el 10 de octubre de 1610,  Greisson no volvió a brillar con luz propia , y los siguientes moradores que en ella vivieron , fueron perseguidos por un espíritu que podía aniquilarlos si quisiera
En 1994 , Lian Thombly - vizconde de Towrs, se hizo cargo de la mansión , logrando que el gobierno la declarase de interés público.
El régimen de visitas quedó establecido de lunes a viernes , solo por las mañanas hasta las dos de la tarde.
Cuando el último visitante se alejaba, el guardia de seguridad ponía la alarma.
No crean que nos hemos olvidado de Dansom y Luit , a los que dejamos investigando en el salón principal, antes hemos de aclarar una cosa.  Para demostrar que tal personaje no existía , y acabar con la estúpida maldición de Greisson ,Lian  Thombley  había desvelado a los cazafantasmas el código que anulaba la alarma , y pudiesen hacer su trabajo sin que nada les estorbase.
Luit y Dansom deambulaban de piso en piso, sin que hasta el momento , en los instrumentos que portaban , se hubiese registrado nada reseñable. Sentados en el suelo, después de dos horas de trabajo, sacaron de una de las mochilas  unos sándwiches , y para beber un par de botellas de agua .
Al día siguiente,  cuando el de seguridad llegó como de costumbre a las siete de la mañana. Comprobó con asombro que la alarma no estaba puesta , por lo que llamó a su jefe .
En la puerta , el vigilante no sabía que decisión tomar, si esperar o entrar. Al final optó por lo segundo.
Cuando sus compañeros llegaron a la mansión , le encontraron sentado en la escalera de mármol, blanco como la cal, sudoroso y temblando. Con el dedo índice señalaba el piso de arriba .
Una de las puertas estaba abierta, era la habitación que ocupó Mirta cuando vivía en la mansión .
A los pies de la cama , se encontraban los dos cuerpos sin vida de los cazafantasmas. Parecían haber sido succionados,  pues la piel y los huesos eran lo  único que quedaba  de ellos, dentro de sus trajes  .
Han transcurridos casi seis años, desde aquel desgraciado  y nunca aclarado crimen. En los han sucedido muchas cosas. La boda de Lian y el nacimiento de su hija Gladys - El cumpleaños de nuestra hija  se acerca. Habrá que hacer una gran fiesta -.
El día señalado llegó. Una mañana radiante dio paso a una tarde mejor. Todo perfecto hasta que llegó la tragedia.
Los  chicos mayores, jugaban al borde la piscina empujándose los unos a los otros para terminar en el agua .
La pequeña Mirta no puedo evitar ser empujada . Su cuerpo cayó  pesadamente golpeándose la cabeza contra el duro suelo. Nadie pudo ver como un invisibles brazos, evitaron que cayese a la piscina, y con ello salvar la vida
Cuando cae la noche, Greisson se llena de risas de niñas . Son las de Mirta y de Gladys, juntas para toda la eternidad.



   EL ÁNGEL VENGADOR

por Chione 

La noche no se prestaba para tonterías, llovía torrencialmente. Evax al volante de su Mercedes, pensó el Laura, tan bella y tan enigmática.
Hacía cerca del año cuando le vio traspasar la puerta de cristal de la empresa. Alta, esbelta y frágil… bueno fue una primera impresión que cambió con el tiempo.
Evax Dalton, era vicepresidente de la empresa Larrson Kley, dedicada a la investigación genética.
Cuando Laura entró en el despacho de Dalton, lo hizo con firmeza, como si supiese el terreno que pisaba. Un apretón de manos y luego… el silencio, únicamente roto por las voces que procedían del otro lado de la puerta del despacho.
Evax abrió su ordenador portátil. El curriculum de la mujer llenó la pantalla- Así que ha sido secretaria de dirección de Mister Sacolín –
- Sí. Durante casi dos años. Fue para sustituir a… -. Evax no le permitió terminar la frase.
- Pobre Walter. Todos sentimos su muerte. En fin .lo que a mis socios y a mí nos interesa, es que las personas que trabajen en esta empresa, sepan estar a la altura de las circunstancias. ¿Lo sabe usted?-.
- Si se refiere a que la empresa se dedica a la investigación…bueno, he leído varios artículos sobre los trabajos que se están llevando a cabo, y…-
- ¿No le parecen interesantes?-. Evax se fijó en el color de sus ojos. Podrían ser entre verdes y grises.
- ¿Existe algún problema por el que pueda dar mi opinión?-.
- No. Adelante -.
- Unos más que otros. Quizá porque pueden ir contra mis creencias -.
- No hay nada de malo en buscar soluciones contra el dolor. O descubrir una vacuna que salve a muchas personas. ¿Eso es una intromisión en sus creencias?-.
- E, incluso lo veo razonable-.
-¿Entonces?-. Laura se levantó para mirar por la ventana. Se encontraba en el piso 64.Desde aquella altura, el cielo parecía más cercano, y a las personas que deambulaban por las calles, como hormigas.
Se volvió y miro a Evax. Este observó un rictus de tristeza en el rostro de ella.- Se trata de la sustancia, que hace tiempo dieron a conocer en los medios de comunicación...la BF74-
- ¡Ah claro! La BF74-.
- Gracias a Dios, no soy la única que…-
-¿Que no está de acuerdo que se pruebe con seres humanos?-.
- Veo que…-. Evax volvió a interrumpirla.
- ¡Quiere trabajar con nosotros, mis Savage!-.
- ¿Acaso lo duda?-.
- Pues entonces tendrá que limitarse al trabajo que se le asignará-. Tres horas más tarde, Laura Savage salía a la calle con un contrato debajo del brazo.
La labor específica de Laura consistía en concertar o anular citas con los presidentes o secretarios de otras empresas, afines a la Larrson Kley. Enviar mail  organizar videoconferencias- y asistir a las fiestas y reuniones de trabajo.
Si las cosas no funcionaban correctamente y se llevaba una crítica de su jefe, Laura murmuraba, old Dalton – aunque este no hubiese cumplido los setenta.
Tuvo que admitir que su jefe no era el prepotente, e incluso ofensivo ser de los primeros meses.
Laura dejó de pensar en Dalton para terminar el borrador con la lista de posibles invitados.
Cada seis meses, la Larrson Kley, reunía a sus mejores clientes, en torno a unas mesas llenas de manjares de todos los países – Todo lo mejor para los mejores- Era la bienvenida, con la que siempre Evax, daba pie para que diese comienzo en festín.
Esperando a los convidados, Dalton miraba sin interés los rostros conocidos. En un rincón del salón, al lado de un cuadro de Velazquez, por el que la compañía, siempre silenció la cantidad pagada por adquirirlo, se encontraban Cristian Wolter, acompañado por su “amiga“Bárbara Frich, cuestión que no parecía importarle a su esposa Tarquinia Woolley. El nombre de Tarquinia fue un capricho de su madre, una eterna enamorada de la bella Italia. Es el nombre de una ciudad más al norte que a cualquier punto cardinal, de Roma. Y para continuar la labor que su madre hizo en ella, nunca aceptó el apellido de su marido al casarse, utilizando el suyo propio.
Dalton prosiguió su observación esperando a que llegase la hora de la cena. Al final, cerca de las escaleras para subir a las habitaciones personales, se encontraba una pareja. Uno de ellos era el profesor Theodor Teubner, quien dirigía el laboratorio donde se experimentaba la sustancia BF74. Pero no reconocía a la mujer que con él, hablaba, hasta que aquella se volvió. ¡Era Laura, bella hasta el extremo!
Durante toda la cena, no dejó de mirarla. Cada movimiento de su cuerpo era seguido sin discreción. Era casi imposible acercarse a ellos, Theodor había construido una barrera casi inexpugnable.
La fiesta terminó y los invitados fueron abandonando la mansión. Evax se jactaba de reconocer por el ruido del motor, los coches de las personas que eran importantes en la empresa, y aquel sonido correspondía al Audi de Theodor. Miró a través de las cortinas, le acompañaba Laura. Tras ver como el automóvil se alejaba, miró al cielo. A pesar de estar de noche, pudo ver unas nubes negras que amenazaban lluvia.
Cuando Jason, su secretario particular abandonaba la mansión, comenzaba a llover.
Se desvistió pausadamente, recordando que era una obligación diaria mirar los mails antes de acostarse, así estuviese en una isla desierta.
Bostezando abrió la bandeja de entrada. Con rapidez, fue eliminando los que no eran importantes- ¿Giovanni Messina?. ¿Quien seria este tipo? La curiosidad pudo más que la razón, pues ese mensaje podría ser un atrampa que se transformase en un malintencionado virus. Poco después, cuando Evax Dalton subió a su coche para dirigirse Sloan Streed, continuaba lloviendo.
A su llegada al edificio llamó al guardia de seguridad- No me responde al teléfono-.
Ni las llamadas repetidas al timbre, ni los golpes con los nudillos en la puerta, recibieron contestación alguna. El vigilante abrió con la llave maestra.
Según pasaban por las diferentes habitaciones, no advirtieron nada anormal, la única luz de la casa era la del salón, y allí se dirigieron.
Sentado en un sillón se encontraba Theodor que sostenía una copa en la mano observándoles con los ojos abiertos- ¡Menudo susto me han dado! Menos mal que todo ha sido una pesada broma -. Fue al intentar quitarle la copa de la mano, cuando descubrió que estaba agarrotada. Colocó los dedos en la parte izquierda de la garganta… ¡estaba muerto! En la mesa de cristal, encima de un libro, había una nota escrita con su puño y letra…era una invitación para pasar un fin de semana en Escocia, en casa de un antiguo condiscípulo
El resultado de la autopsia revelaba que había sufrido un colapso
- Era la mejor muerte para él. Tenía antecedentes genéticos que le auguraban una muerte terrible -.
- ¿Entonces…no cabrá la posibilidad de un suicidio?-.
- No lo creo. Theodor no era de los que se rinden -.
- Así lo creo yo también. Bien mister Dalton, nuestra labor ha terminado. Muchas por su confianza y su cooperación-.
- A ustedes por todo-.
Los meses pasaron y la empresa continuaba su labor de investigación, sin que nada, ni nadie, interfiriesen en la misma
Laura estaba en el despacho de la empresa hablando con Evax. - Siento que decida irse-.
- Todo empieza y todo acaba. No soy muy amiga de echar raíces en ningún lugar -.
- ¿Ya ha decidido su próximo destino? -.
- Sí. Una hermana de mi madre vive en Philadelfia. Así que pasaré una temporada con ella y con sus hijos, cuatro excelentes muchachos. Mí tía Rosse es viuda -.
- Le deseo lo mejor -. Evax le vio alejarse hacia el ascensor. Sin saber el motivo sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo
Aquella noche hizo el mismo ritual que en las anteriores, ponerse el pijama, meterse en la cama, y abrir el ordenador portátil para leer los mails.
¡ Otro mail de Giovanni Messina!. Lo abrió “Ha dejado escapar al emisario. El próximo será usted “. Dalton cerró el ordenador.
El ruido que escuchó a sus espaldas, hizo que se volviese.
- Hola Laura. ¿Vienes a matarme?-.
- No. Vengo a que te presentes como voluntario a este experimento-. Acto seguido sacó una jeringuilla dispuesta a clavársela. Evax esquivó el primer envite. Como pudo saltó de la cama, pero el ordenador al resbalarse por la colcha cayó al suelo haciendo que tropezase con el. La aguja penetró en su carne sin poder impedirlo. Mareado sintió que Laura tiraba de él hasta acercarlo al lecho. Con habilidad logró subirlo a la cama.
Suavemente despejó el cabello caído sobre la cara del hombre.- Quiero que te encuentren guapo. Un cadáver feo es… eso, un feo cadáver-. Dijo aquella frase mientras se acercaba al escritorio y dejaba una nota.
- En la carta cuentas que te sientes mal por la muerte de un hombre al que admirabas. Y con el que te sentías muy unido, tanto que vas a morir como él murió-.
Evax notaba como el corazón parecía querer salir de su pecho.- ¿Qué era lo que has puesto en la inyección?-.
- La BF74. Esta sustancia es tan estupenda, que no deja rastro en la sangre. Eso es lo que me dijo Theodor. Su deseo era utilizarla a gran escala para eliminar la pobreza. En el laboratorio se introduciría en semillas de trigo y arroz. Una vez hecha la recolección, se enviaría a los países más pobres escondida entre otros granos sanos. Nadie sospecharía, e incluso dirían que se ha debido a una epidemia, cuyas causas se desconocen -.
- ¿Quien eres? ¿Quizá la hija, la hermana, la nieta, la esposa de alguien al que incluimos en nuestros experimentos? -.
- Te lo diré mientras te duermes-. Laura acercó sus labios al oído de Evax.- Soy…-.
Tres años han trascurrido desde las muertes de Theodor y Evax, sin que hasta el momento, la policía haya encontrado la más mínima prueba de un posible asesinato.
Philadelfia. Liberty Mode, empresa dedicada a moda juvenil.
Despacho de Undizi Trion -. Siéntese por favor. Su curriculum es excelente. Por lo que hemos decidido que trabaje para nosotros-.
- Se lo agradezco. Bien. ¿Entonces hasta mañana?-.
- Hasta mañana señorita Savage -. La muchacha abandonó el despacho. El hombre se le quedó mirando. En aquel momento Krysler Haud se cruzó en su camino. Al momento la joven se transformó en un ángel. Desde sus cabellos, hasta el último de los dedos de sus pies, eran totalmente negros. Undizi Trion comprendió que había cometido un error… se trataba del Ángel Vengador




PALMER Y VIRGINIApor Chione 



Palmer y Virginia viajaban en su coche por una carretera del oeste americano. Nunca se habían peleado hasta aquel día.
Todo ocurrió cuando pararon a desayunar en un bar de carretera. Un par de huevos fritos con beicon, pan recién horneado, y una taza de café bien cargado.
Sentada dos mesas más a delante, una joven les miraba. Virginia pensó que no era guapa, aunque tampoco fea. Delgada y muy blanca de piel. Si la madre de Virginia la hubiese visto habría exclamado- ¡Como un cuartillo de leche!-. Cuánto le echaba de menos. Siempre fue sutil, hermosa…pero triste. Una rápida enfermedad se la arrebató, para dejarla sola, aunque tuviese la compañía de su esposo.
Virginia se sobresaltó al escuchar que alguien le pedía perdón.- ¡Perdón! ¿No irán ustedes a Roxton? Virginia le contestó ásperamente -¡No!-.
- No era mi intención molestarles-. La muchacha regresó a la mesa, se sentó y tomó un sorbo de café.
- Has sido muy poco amable-.
- Me ha asustado-.
Está bien, pero eso no te disculpa-. Virginia frunció el ceño mientras arqueaba las cejas- señal inequívoca de que se había enfadado.
Un camión en la explanada, estaba intentado aparcar sin llevarse por delante, la señal de una bebida refrescante.
Cuando lo consiguió el conductor bajó despacio. Rubio con grandes ojos negros. Virginia calculó que aquel hombretón mediría el metro noventa. Fuerte, de enormes manos encallecidas por el trabajo.
Entró en el bar para tomar asiento en la barra. Solicitó la carta eligiendo un trozo de la tarta de manzana y una taza de café negro, mientras observaba a la joven que unos momentos antes, había hablado con los Orson.
Palmer permanecía absorto en la lectura del periódico. Le interesaba conocer cómo había finalizado el combate de boxeo, de la noche anterior. Había apostado 500 dólares a favor de Frank Delano, al que conocía desde pequeño. Los Delano tenían una panadería.
Donde la madre de Palmer, acudía a diario en busca de pan… pero sobre todo de dulces.
Un codazo de su esposa, hizo que tuviese que levantar la vista del periódico.
- ¡Mira se va con el camionero!-. Era cierto. La joven en aquel momento se disponía a subir a la cabina del camión, que se perdía en una de las curvas de la carretera.
Terminado el desayuno, al ir abonar la cuenta, advirtió que la joven había olvidado el bolso.
Con disimulo lo cogió escondiéndolo debajo de la americana, que llevaba doblada encima del brazo derecho. Al entrar en el coche se lo entregó a su esposa.- ¡Lo has robado!-.
- No seas tonta. Se lo ha dejado olvidado -.
- ¿Por qué no se lo has entregado al de la barra?-.
- Pues no lo sé. Quizá con nosotros vuelva al lado de su dueña-.
- Palmer. Siempre consigues que dude, si te conozco lo suficiente, tras veintiocho años de casados-.
El hombre sonrió- Si ya sé que va ha ser difícil que lo consigamos. Desconocemos la dirección que han tomado-.
- Si no es la dirección correcta, por lo menos cerca de ella. ¡Dame el bolso!-.
- ¡- Qué vas hacer!-.
- Mirar si tiene algún documento. O alguna dirección donde podamos enviarlo. Si no la localizamos-.
Virginia sacó todo los papeles-. Se llama Luna Mortiner. Pero no hay nada más, el resto son facturas de moteles y de comidas-.
- Siento tener que llevarte de nuevo la contraria. Yo ni siquiera miré la matrícula del vehículo-.
- Es- 4527FC-12- de Nevada -.
- ¡Traidora lo has apuntado!-.
- Te equivocas. Me acuerdo del 45, porque es el número de tu prima Shara. El 27, cuando nació el tío abuelo Albert. FC, es el nombre de la película French Connection, y el 12, el número de los apóstoles. Y Nevada, un estado que me gusta -. Palmer le miró reconociendo, una vez más, que Virginia era…mucho Virginia.
Tras cuatro horas de circular por la carretera, consiguieron dar con el camión- ¡Ahí está! ¡Hazle señales para que pare!-.
Una vez parado el camión ambos se dirigieron a la cabina, pero la joven no estaba en ella- ¿Donde está la muchacha que viajaba con usted?-.
- Señora. No sé de qué me habla. Viajo solo-.
- ¡No nos mienta!-, le gritó Palmer-. Usted recogió en un bar de carretera a una joven -.
- ¡Déjeme en paz!-.
- ¡Ni lo sueñe! Ya veremos lo que opina la policía -.
Aunque ambos jurasen y perjurasen haberla visto subir a la cabina del camión, la policía se limitó a tomar nota y dejar libre al camionero, quien continuó su camino.
Virginia se mordía con furia las uñas-¡Tenemos que volver al bar! Hemos de preguntar Si pudieron escuchar de qué hablaban -.
El encargado de la barra, un hombre de color como una torre de alto, fue el quien les dijo- Ella que le llevara hasta Shawenr. Y el negarse pues se salía de su ruta. Al final la chica aceptó que le dejase en la gasolinera de Tharton-.
- Gracias-. Contestó Virginia-.
Palmer miró a su esposa-¿No pensarás que vayamos hasta la dichosa gasolinera?-.
Ella le contestó con ironía-. ¿Y luego dices que no sirves para nada? Admite que eres adivino-. Él se encogió de hombros.
Tharton estaba a casi 450 kilómetros. Y la noche prometía ser más calurosa, que el propio día. Pensando en todo aquello, Virginia hizo acopio de un par de emparedados y varias botellas de agua.
Cubiertos de sudor llegaron a la gasolinera. El muchacho que estaba en ella reconoció ver a una chica que coincidía con los detalles que le habían dado – No se luego lo que hizo, pues al volver de poner la gasolina a otro cliente, la paloma había echado a volar-. Descorazonados los Orson, abandonaron la gasolinera.
Tres semanas habían transcurrido desde aquel suceso, sin que en la prensa viniese ninguna noticia, que les pusiera en alerta.
Cuando llegaron a Dawson, lo primero que hicieron fue entregar al sheriff – Peter Kosner, el bolso de Luna, explicándole como había llegado a sus manos.
A principio de diciembre comenzó a nevar como siempre lo hacía en aquellas fechas.
Aquella mañana, Palmer estaba intentando hacer un pasillo desde la puerta de casa hasta la carretera cuando llegó el chico de los periódicos.
Virginia se encontraba en la cocina cuando vio entrar a su esposo con la cara desencajada. Despacio entregó el periódico a Virginia- “Hayan el cadáver de un camionero tirado en el fondo de una cuneta”. El resto de la noticia hacía referencia, a que la mercancía que transportaba… había sido robada – No ha dejado ni un miserable cable. El género en el mercado negro, tiene mucho valor-.
Virginia cerró el periódico-. Nunca pensé, que este hombre pudiera morir asesinado-.
 Para la Navidad faltaba una semana.- ¡Hola Peter! Buenos días -. Para Léster- Peter Kosner, era el tipo de sheriff que se necesitaba en la ciudad.
- Vaya mañanita. Menos mal que ha dejado de nevar. ¿Qué, algo especial?-.
- No solo rutina. Eso espero. Nos han llamado desde la granja de Slinde. El perro no quiere moverse de unos matorrales, aullando continuamente -.
¡Cuídate! La carretera no está para muchas prisas-
- Lo tendré en cuenta-.El coche del policía hizo dos extraños, pero su conductor, consiguió enderezarlo.
Al día siguiente la oficina del sheriff, era un hervidero de periodistas de todos los medios de comunicación.- Sheriff. ¿Es verdad que se trata del cuerpo de una mujer?-.
Lo siento. No puedo contestar a ninguna de sus preguntas. A su debido tiempo, se les informará-. Y tomó el camino que le llevaría casa de los Orson.
Ellos fueron los primeros en reconocer el cuerpo de la muchacha asesinada- Sí. Se trata de Luna Mortimer. ¿Quien la habrá asesinado?-.
- Todos los indicios apuntan a un ajuste de cuentas-, Virginia le miró- ¿De qué estás hablando?-.
Luna, no era precisamente un ángel. Se trataba del cerebro de una peligrosa banda que asaltaba los camiones y se llevaban la mercancía-.
-No puedo creer lo que me estás contando-.
- Luna era el cebo. Pedía que le llevasen a cualquier punto con tal de subirse al camión y averiguar si la carga que llevaba, merecía la pena. Después, daba a sus hombres instrucciones de cual era el punto mejor, para asaltarles. Hacía tiempo que le había salido una rival, tan ingeniosa como hábil. A pesar de los esfuerzos policiales, no hemos conseguido localizar el lugar donde planean estos robos-.
Palmer y Virginia se continúan haciendo preguntas- ¿Sería posible que Luna estuviese huyendo de alguien?- ¿Podría ser que quisiera dejarlo?- ¿Le raptarían los de la otra banda rival? Y la última, la que más les preocupaba -¿Por que se les acercó para pedirles que les llevase con ellos, si no conducían ningún camión? Todas aquellas preguntas…se quedaron para siempre en el aire .
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EL OTRO YO             por Chione    


Me piden que escriba parte de la historia…de mi vida. Que es bueno explayar sobre las cuartillas, vivencias pasadas. Debo admitir que me da vergüenza.
No soy escritor, ni periodista columnista en periódicos o en las revistas. Así que me limitaré a relatar con frases sencillas lo que sucedió hace un año y medio.
Todo comenzó en el mes de noviembre. Trabajo de contable en una pequeña empresa en Sevilla, dedicada a la fabricación de electrodomésticos. Mi nombre, Juan Benítez, un nombre muy común. Tengo 48 años, divorciado de Amalia, una mujer bandera, quizá esa fuese la causa del problema.
Tras el divorcio, tuve que buscarme la vida, y otro hogar. pues la casa se la quedó Amalia, al tener en común una hija llamada Teresa, una casi adolescente de trece años , que deseaba, como muchos hijos , que sus padres olvidasen rencillas y tratasen de solucionar el problema existente, no solo con buenas palabras , si no también con hechos.
Por mediación de un compañero de trabajo, encontré un apartamento, pequeño, pero todo exterior. Estaba situado en el número 12 en la calle de Miguel Cid, cercana a la Av. Torneo, una calle estrecha. Pero la suerte volvió a ser mi aliada. En el último piso se mudaban de vivienda, por lo que el garaje lo vendían…que no fueron cuatro euros, pero por lo menos sabía donde iba a poder aparcar sin esperar, quien sabe cuanto tiempo.
El sábado por la mañana, hojeando el periódico, vi un anuncio “Se necesita contable con experiencia para pequeña empresa – lunes- miércoles- viernes. Tres horas por la tarde – TF…“.
Me citaron para el día siguiente, o sea, el 15 de noviembre, por la tarde.
Mientras esperaba a ser recibido, observé al resto de las personas, que estaban allí, por lo mismo que yo. Debo aceptar que me desilusioné- Siempre hay alguien más listo que uno-. Pero estaba allí, y de allí no me movería.
La empresa en cuestión, se dedicaba a la fabricación de abanicos, todos confeccionados a mano, y la dueña de la empresa – Doña Elvira- resultó ser una persona discreta y asequible.
Tras una pequeña charla- . En caso de resultar ser el elegido, ¿cuando podría comenzar?-.
-Esta misma tarde-.
-Entonces…le acompañaré para que conozca al resto de la plantilla-. Me dejó de una sola pieza. Sí a penas habíamos intercambiado unas palabras, y ya estaba admitido.
Hechas las presentaciones- Isidro, de al señor Benítez un juego de llaves de la oficina, así no tendrá que subir a abrirle la puerta
Esa misma tarde aparcaba en una parcela en el Parque Sevilla Industrial.
Al finalizar la primera semana, descubrí que Doña Elvira tenía un secreto- Le gustaba jugar al bingo- . Aquello fue por casualidad, así que decidí que continuase siendo un secreto, y aceptar que cuando la doña no venía de visita a la empresa, era por una buena causa justificada. Además cuando no venía, siempre llamaba poniendo cualquier excusa.
Sucedió que - Las siete de la tarde y Doña Elvira sin aparecer, ni llamarme. Esperaré un poco más, quizá se haya entretenido-. Llegaron las nueve y sin aparecer. – Llamaré por teléfono a su casa. Pude ser que esté enferma. Seguro, que su familia desconocería el detalle de llamar a la oficina si se ponía enferma
– La señora no ha vuelto aún, y estoy preocupada -.
- Perdone. ¿No podría llamar a alguien de su familia?-.
- La señora solo tiene un nieto. El resto se ha ido muriendo antes que ella -.
Tras colgar el teléfono, marqué el número interior del almacén. – Isidro. No le habrá llamado Doña Elvira?-.
- Pues no-.
- Es que ni le ha llamado a usted ni a mí. Y a casa no ha llegado aún-.
- Y como siempre el nieto de la jefa, que vive con ella, no estaría en casa. - -Menudo sinvergüenza está hecho el tal Miguelito. Lo único que quiere es el dinero de la vieja- Aquella voz no la era la de Isidro, pero había sonado alta y clara.
El lunes, a primera hora, cuando me estaba vistiendo para ir al trabajo, el telefonillo del portero automático sonó asustándome- ¿Si…?-.
- ¿Señor Benítez?-.
- El mismo_.
-Habrá por favor, policía-.
Cuando el ascensor paró en la planta, de él salieron dos agentes de policía vestidos de paisano, a los que hice pasar a la vivienda, pues alguna que otra Maruja, ya estaba con la oreja crecida en plan antena colectiva.
La noticia me estremeció, habían encontrado en cuerpo son vida de Doña Elvira con la cabeza metida dentro de una bolsa de plástico.- Cuando fue la ultima vez que la vio-,
- El jueves…si el jueves. Llegó a las cuatro y cuarto y se marcho a las siete y veinte. Recuerdo bien el horario por una razón… tenía el reloj enfrente de mí y a Doña Elvira un tanto inquieta-.
-¿Le comentó, si tenía que pagar ella alguna cantidad importante de dinero? -.
- Cosas de familia, o personales suyas, nunca comentaba nada con los empleados. A parte que lo llevaba ella personalmente.
A petición del abogado Pablo Crisóstomo  nombrado albacea por Doña Elvira, se solicitó una auditoria, para comprobar la solvencia de la empresa, gastos y entradas.
Lo que nos temíamos, y digo nos temíamos, era que el mozalbete metiese mano en el dinero de la jefa-¡Faltan cerca de 40.000 euros!-
Por mi parte estaba tranquilo, no tenia la clave de la caja fuerte, y la caja fuerte estaba intacta, por lo que todas las sospechas recayeron en Miguelito, como le llamaban despectivamente los empleados de la empresa.
A cuatro días de la Navidad Isidro entró como un vendaval en el despacho
-¡Señor Benítez! ¡A Migelito le han encontrado muerto dentro del coche!-.
Mucha gente acudió al sepelio. Quizá mas que nada por ver si salían en algún medio de comunicación - ¡Sanguijuelas!- gritó Isidro, sin poder contener la rabia.
El caso estaba bajo secreto de sumario, por lo que desconocíamos lo que sabían o desconocían los agentes que lo llevaban.
Creo haber finalizado el relato, aunque mi amigo Manuel, me indica que se me olvida algo muy importante, por lo que continuaré.
Había transcurrido un año y tres meses, desde las dos muertes, sin que se descubriese al culpable o culpables. Y un nuevo dramático suceso conmocionó al pueblo sevillano. Había sido localizado el cadáver del abogado Pablo Crisóstomo, en un descampado.
De repente me entró un terrible dolor de cabeza. Cuando desperté me mire asombrado las manos y la camisa... ¡estaban manchados de sangre! Mire al espejo del armario, quien me devolvía una imagen siniestra de un hombre con parte de la ropa rota, y lleno de sangre.
Unos golpes en la puerta me devolvieron a la realidad-¡Abra policía!-.
Ahora escribo este relato ya que mi amigo Manuel Pelayo – psiquiatra del Hospital donde estoy recluido, lo cree conveniente.
Aunque no recuerdo mucho lo ocurrido. Si tengo pequeños trazos de ciertos pasos que di y que me llevaron a tomar una determinación, que aquellos que obraban mal, pagasen por sus pecados.
Doña Elvira hacia mal jugando al bingo, cuando existe gente que pasa hambre. Ella y sus amigas desperdiciaban un dinero. Pues si cada una de ellas lo que se gastaban, lo hubieran juntado, alguna boca se lo hubiera agradecido. Por lo que decidí que pasase a mejor vida – con los ojos y la boca abiertos- asfixiada.
En cuanto a Miguelito, había conseguido con una coartada inventada y corroborada por el resto de los impresentables que como el viven del cuento, salir airoso y no pagar por lo que hizo. Así que decidí que subiera al cielo sin algo que les falta a los mancos.
Y por último, Pablo Crisóstomo. No es que fuese malo, es que era un ladrón, y pretendía quedarse con todo lo que Doña Elvira, me había prometido que sería para mi.
Entregaré este escrito a mi buen amigo y luego me retiraré a mi habitación, donde pensar cómo pagar por mis pecados.
NOTA entregada por el siquiatra- Manuel Pelayo- a la dirección del Hospital

El residente en este hospital psiquiátrico de Sevilla- Juan Benítez,- en el día de autos, no abandonó la sala para dirigirse a su habitación. Por la espalda golpeó al vigilante de la zona tercera, arrebatándole las llaves, con las que llegó a la zona del tejado, para posteriormente encaramarse en la azotea. A pesar de los esfuerzos de la policía, y del mío propio, por evitar que saltase, nada se pudo hacer, muriendo en el acto.

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MEJOR… NO FIARSE DE NADIE  por Chione 

Lidia y Sergio, hicieron como han hecho y harán otras parejas, prometerse amor eterno.
Los padres de Lidia habían puesto el grito en el cielo cuando esta, les contó con quien se iba a vivir-¡Estás loca!- le gritaba su madre-. ¡Si está tullido!-.
- Simplemente le falta parte de la pierna, para ser más exactos, de la rodilla para abajo. ¡Ah! Y es la pierna izquierda-.
De nada sirvieron, primero los ruegos. Más tarde, intentar comprarla con dinero, a lo que siguieron los reproches. Y por último las amenazas. -¡Olvídate del dinero! ¡Jamás obtendrás de nosotros, ni un euro!-.
Lidia, una tarde de crudo invierno, atravesó con su Honda las verjas de Katherine. Le pusieron ese nombre en memoria de aquella estupenda actriz.
Al ser hija única, no quisieron que fuese al ningún colegio privado, ni siquiera a un internado. Cada día tenía un profesor distinto, según la materia a estudiar. Ni siquiera tuvo amigos. De vez en cuando, recibían la visitita del vicepresidente de la compañía de su padre, y de la esposa de este, una mujer inaguantable, que no quería a los niños, y que en cuanto podía, le pellizcaba disimuladamente en la espalda. El sonido del claxon de un enorme camión, le trajo a la realidad
Cuando decidieron irse a vivir juntos a una “casita” en Marbella, Sergio insistió que Lidia hiciese separación de bienes, para que sus padres viesen que aquella unión, no era con ánimo de lucro por su parte.
Desde el principio de su relación, encontró tanto en Mercedes Ripoll, como Jordi Grafols, padres de Lidia, un muro imposible de escalar, cada vez más alto y más grueso.
Sergio Guardino, tenía un negocio de lanchas motoras- motos de agua – lanchas fuera borda y yates. Cierta mañana cuando Sergio enseñaba el funcionamiento de una lancha fuera borda, fue, sin querer, empujado por su cliente. Intentó esquivar a la embarcación, pero no pudo, y la hélice le cortó la pierna a la altura de la rodilla. Ahora lleva una prótesis de última generación que le permite hacer una vida más que normal.
Lidia y Sergio se conocieron en una exposición de fotografías de Anthony Horfman, el mejor fotografiando-olas- sunamis – maremotos –tifones, que existe.
La larga melena de Lidia le atrajo en un principio, después su forma de ser – de sonreír –el apretón de manos – su tibieza- y su ternura.
Lidia Grafols, al principio, creyó que aquella manera de evitarla cualquier percance, fuese motivada por ser hija única. Pero la verdad…la verdad la descubrió a los 15 años. Su madre había pasado por dos abortos y dos niñas que nacieron muertas.
Lidia y Sergio eran felices, se tenían el uno al otro, aunque sin saberlo, tenían un aliado en las sombra, Jordi Grafols, que no solo sacaba la cara de ambos jóvenes delante de su esposa si no que hacia publicidad del negocio de su “yerno”- Haga lo que haga, siempre será mi niña-.
Por el contrario, Mercedes, odiaba a su hija, pues había cambiado una vida fácil y de lujo, para irse a vivir con un don nadie. Era tal el odio que sentía por Sergio, que a pesar de conocer que los frutos secos le daban alergia, preparó un pavo con salsa de nueces y pistachos.
Aquello le costó a Sergio, varios días en el hospital, y la pérdida de la venta de dos caravanas. Lo cierto que para ser un don nadie, sabía llevar un negocio que iba a más.
- Jefe. Ventura Blázquez, quiere ver el artículo 2/11/75, en menos de una semana en el mar-.Sergio buscó en el ordenador la página donde estaban los catálogos. El 2/11/75, correspondía a un yate de recreo valorado en 100.000 euros, al que se le bautizó con el nombre de la “amiga” de Ventura, Gisela, y al que puso rumbo a Capry.
Dos semanas más tarde, cuando Sergio y su socio Alberto Hernández se encontraban en el despacho, recibieron la noticia del naufragio del Gisela en aguas italianas, no localizándose ninguno de los cuerpos de las personas que en él viajaban.
Lo que Sergio desconocía era, que aquel incidente iba a ser el primero de una cadena que parecía no tener fin, pues tres meses más tarde del hundimiento del Gisela, el Sherword – catamarán de Philips Taylor se incendió, gracias a una rápida intervención de un barco que pasaba cerca de el, sin víctimas.
Sergio no se sentaba ni para tomar el café que Lidia le ofrecía.- No es tu culpa-.
- Ya lo sé. Sin embargo estos accidentes pueden acabar con el negocio-.
- ¿Acabar con el negocio?-.
- Te recordaré algunos accidentes más – El Gloria de Daniel González- El Spirit de Andros Estepalatoulos en la copa del mundo de vela. Y el yate de Harry Osford, entre otros. Lo que puede llevar a pensar a nuestros clientes, que la firma Guardino & Hernández, emplea personal no cualificado en su negocio-. Lidia miró a Sergio y suspiró.
En septiembre, aparecieron por sorpresa miembros del CSI, para investigar las posibles causas de tales accidentes, y si fuese necesario, desmontar pieza por pieza desde un yate, hasta una lancha fuera borda.
Llegó diciembre y las aguas volvieron a su cauce- nada se pudo encontrar de anómalo en la empresa de Sergio y Alberto.
- Ya se que ni a ellos ni a ti, os hace mucha gracia reuniros aunque sea Navidad, así y todo, debemos comprarles regalos cuando vayamos a cenar el día 24 – Sergio frunció el ceño.
El día 23, Sergio y Lidia llegaban al hotel Blaucel en Blanes, donde les esperaban los Grafols- Ripoll.
Una vez en la habitación Lidia habló con su madre, quedando para la hora de la cena- Sí mamá. Como quieras mamá. Hasta luego mamá-.
- Luego dirás que no hablas de todo con tu madre -.
- Muy gracioso. Luego nos vemos -.
- No vengas tarde, ya sabes como les gusta la puntualidad-.
- Si cari- respondió ella mientras cerraba la puerta de la habitación.
A eso de las nueve el móvil de Sergio sonó- Lo siento. Adelántate y haz de anfitrión, el coche se niega a andar-. Sergio no solo frunció el ceño si no que además, dio un soberbio patadón al cojín del sofá.
Sentados a la mesa esperaban la llegada de Lidia. El móvil de Sergio sonó de nuevo-¿Sí? ¿Aún no lo has arreglado? Vale, te voy a… ¿con tu padre?, bueno si el no tiene nada que objetar-. Dejando a Mercedes con morros, ambos se dirigieron al camino que les llevaría hasta la cala de Sant Françes.
La carretera estaba tranquila, poco tráfico. De improviso un coche se les vino encima. Al tratar de esquivarlo, Sergio se precipitó al mar, muriendo él y Jordi en el acto, el otro coche se dio a la fuga.
Después del funeral Lidia se acercó a su madre- Bien, las dos hemos perdido a un ser que amábamos, quizá ahora eso nos una-. Mercedes no respondió.
Lidia regresó a Marbella para hacerse cargo de la empresa – Ha sido un mazazo tremendo. Nunca te puedes llegar a imaginar como será la muerte-. Alberto después de dar un par de besos en las mejillas de Lidia, abandonó el despacho, en él quedaron dos personas…Lidia y Pedro Diez, el abogado economista de la empresa.
Pedro cogió por la cintura a Lidia- Alberto no tiene razón al decir que nadie conoce cual va a ser tu muerte… nosotros sí-.
- Y con su desaparición la empresa será nuestra-. Respondió Lidia.
-Cariño creo que te olvidas de otra que nos estará esperando, la de la viuda de tu padre-.
- Sí, pero esa solo me resarcirá en desvolverle lo que me quitó…la libertad a través de la muerte-.
- Eres una buena actriz. ¿Lo sabias?-, ella asintió con la cabeza-.
- Ninguno, e incluso el propio Sergio, no llegó a sospechar que lo que te unía a él, era su negocio. Por eso le lloraste en el hombro a papá, para que te echase una mano y así engordar la empresa hasta cebarla, bien cebada. Bueno. Es hora de que me marche. Mañana te llamaré por teléfono-.
- Espera. ¿Te deshiciste del coche?-.
- Está hecho una bola de chatarra-.
- Buen chico-, y le besó en la boca.
Pedro abandonó la empresa. A través de los cristales Lidia observaba como se alejaba hasta el parking.- Alardeas de conocer la muerte de los demás, y de la tuya, ni hablas. Yo me ocuparé de ello -. Sonriendo acercó el cigarrillo a los labios y miró al cielo…estaba totalmente estrellado



LA VIDA EN ROSA  por Chione 



Sacha y Maurice, habían sido un par de figuras consagradas del Cabaret. El primero como channsonier, y el segundo como mago.
Sacha, a sus sesenta años, conservaba aquel rostro que enamoró a muchas mujeres escuchando sus canciones. Ahora con el pelo casi blanco, su porte conseguía lo que los años le habían quitado al cabello, pareciendo ser el mismo que un buen día atravesó la puerta del Garden Lyón, para ofrecerse como cantante.
Dos años más tarde, en la primavera del 70, Maurice apareció en escena. Sus aires del único gallo del gallinero, no le gustaron nada, aunque tuvo que rendirse ante él como un excelente mago – Es único, no hay nadie como él-.
A la rivalidad entre compañeros, vino a sumarse el detalle de estar enamorados de la misma mujer- Nina- , que a su vez estaba enamorada de Paúl, un músico que tocaba en la orquesta del cabaret, que a su vez, estaba enamorado de Mary Amn , la muchacha que con falda corta , generoso escote , y graciosa naricita , ofrecía a los clientes cigarros.
Como todo tiene un principio, este relato también lo tiene.
Sucedió que… ¡Quien ha sido que me ha colocado unos globos llenos de agua! -, gritó Sacha.
Y aunque todos conocían al culpable de la broma…nadie dijo nada.
De los globos de agua, ambos pasaron al guaté de las almohadas, o las bombillas que explotaban, o al cañón de luz que andaba como Pedro por su casa, sin interesarse de iluminar a quien de los dos, estuviese sobre el escenario.
Los números de Maurice, iban haciéndose cada vez más novedosos
Sumergirse en un estanque lleno de agua con las manos sujetas por esposas, y salir de allí antes de ahogarse. O hacer desaparecer a personas de entre el público, eran los trucos que más utilizaba, ante el deleite de Nina, y la desazón de Sacha.
Después se empeñó en utilizar animales peligrosos en su espectáculo –tigres-leones- tarántulas – serpientes y cocodrilos. A estos últimos les debía la falta de un gemelo, por más señas el de la pierna derecha. Si no llega a estar su ángel de la guarda, disfrazado de clown, Nina estaría guardando en su roulotte, las cenizas de su enamorado.
Por San Valentín, el cabaret, una vez finalizado el espectáculo, ofrecía a sus artistas, una cena. A un lado los que ya tenían pareja…al otro los que la buscaban. Maurice y Sacha empujándose mutuamente, intentaban llegar el primero hasta el asiento que ocupaba la bella Nina- bailarina de strip-tease- con un cuerpo de infarto.
Ambos, nada original por su parte, llevaban un ramo de flores, siendo las flores iguales las unas a las del otro.
En un descuido de Maurice, Sacha hizo entrega del ramo y de un regalo, quedándose Maurice, con un palmo de narices, y observando como su enemigo, besaba a Nina en los labios.
Algo sucedió a punto de finalizar la suculenta cena, cuando el director del cabaret pidió que sacasen el champagne. Nina se levantó dirigiéndose al lugar que ocupaba Sacha - ¡Qué crees que soy, para que me regales esta baratija insignificante! –
Maurice tomó como su suyo aquel reproche, por lo que los malos modos y lo insultos, eran los únicos saludos que se intercambiaban entre el cantante y el mago.
Llegó el invierno, y el cabaret hizo un alto en el camino- Descansaremos hasta Navidad-, dijo el director- deben hacerse unas pequeñas reformas en el local.
La mañana estaba gélida, aún así, Sacha paseaba por el parque de Montmartre.
En un recodo del camino descubrió a Nina que paseaba a Lulú, un caniche con muy malas pulgas.
El saludo de la bella mujer fue tan frío…como la mañana, así que Sacha se volvió a casa con el corazón encogido-¡Nunca tendrás a nadie que te amé como yo! Serás mía o de nadie-.
Por su parte Maurice, se tropezó con Pier Marcel, que por aquel entonces, era el mejor mago del mundo.- Creo que debería incluir en sus números, algo que nunca hubiese sido visto. Le daré la tarjeta de un hombre, que en sus viajes a la India, encontró un pueblo perdido de la mano de Dios, donde un hombrecillo rugoso como un papiro, pero astuto como un zorro, sabedor de todo aquello que pueda ser incomprensible a la mente del hombre, conocía el secreto de gravitar sin esfuerzo alguno.
Mi amigo intentó que el viejo le vendiese aquellos trucos, pero él se negaba, por que tomó una drástica decisión…robárselos.
Me contó, una vez que me lo encontré, que se arrepiente de aquel robo, y que está dispuesto a vendérselo al mejor postor, quizá usted puede ser esa persona.
Y tal como predijo Pier Marcel, Maurice se hizo con el secreto de la gravitación.
Dos días antes de reabrirse el Cabaret Lyón, una triste noticia llegó a sus oídos –Maurice ha muerto. Parece ser que su casera, al ver que no contestaba a sus requerimientos, llamó a los gendarmes. Estos al entrar en la casa, encontraron a Maurice muerto. En el cuello llevaba enrollado un foulard azul.
Según la policía, Sacha, era el principal sospechoso, así que se presentaron en su casa- La noche de la muerte de Maurice, yo me encontraba cenando con Nina.- esta lo negó. Así que nuestro cantante fue arrestado, siendo encontrado culpable del asesinato de su enemigo, aunque no hubiese pruebas concluyentes.
¿La verdad?... todo podía deberse a un desgraciado accidente. Bueno, es lo que yo, quien les estoy haciendo participes de este relato.
Uno de los trucos de gravitación consistía en llevar anudado al cuello un foulard. Este al levitar, se estiraba haciendo ver que era él, y nadie más que él, fuese responsable de la levitación del margo.
Maurice al ser la primera vez que lo realizaba, y al no sentirse muy seguro, decidió subirse a una banqueta. Por motivos que desconozco, la banqueta, se desplazó dejando a mi amigo en el aire. Este forcejeó intentando librarse del foulard, pero fue inútil, la bufanda se fue apretando cada vez más fuerte al cuello del mago.
Cuando la policía llegó, Maurice estaba en el suelo con los dedos alrededor del foulard. Todo estaba en su sitio, incluso la banqueta que había utilizado para apoyarse, se encontraba debajo de la mesa, su lugar de siempre.
Ahora Nina está sola. Sus dos admiradores, uno muerto y el otro en la cárcel. En cuanto a Paúl, se escapó con Mary Ann, ahora viven en un pueblo, cuyo nombre debo omitir, para que nadie les moleste y vivir intensamente su amor





                LA CASA DEL PUEBLO

Oscar y Celia habían decidido pasar un fin de semana, en Ximena, un pequeño pueblo gallego enclavado en la Costa da Morte. Pixín se llamaba la pequeña casa que perteneció a los Castro desde que el bisabuelo Yago Castro, adquirió  la vivienda allá por el 1893. Desde aquel instante, Pixín fue casa de pescadores.
Más tarde pasó al hijo de Yago – Yago Castro Teixeira , y más tarde a Yago Castro Touriño , el padre de Oscar desparecido en un naufragio cuando su hijo  había cumplido 9 años, De aquello habían pasado 23 años.
Con Oscar se rompió la tradición de llamar a los primeros varones Yago, fue voluntad de Modesta Lampiño, su madre.
Modesta abandonó Ximena para irse a vivir a Vilaboa, una ciudad no muy distante de Ximena, así, con ayuda de su hermana Frasca, cuidarían de Pixín, pues el salitre se empeñaba  hacerse dueño de la construcción.
Salieron de Santiago con buen tiempo, pero según se iban acercando a Ordes, donde decidieron quedarse a comer, el cielo comenzó a encapotarse.
Una vez llegaron a Vilaboa, el cielo era una autentica catarata.
- Podéis pasar la noche con nosotras. Y mañana, con tranquilidad, continuáis viaje-.
- Tengo ilusión por volver a ver la casa…-.
- Y yo por tenerte un poco más cerca. Entre el trabajo y tus cosas, a penas nos vemos -.
- Madre no me hagas chantaje sentimental .Sabes de sobra, que siempre que me necesites, mejor dicho, que nos necesites, estaremos a tu lado-.
Oscar sacó el mando para poder abrir el garaje, No era una buena idea llevar las bolsas a la casa, llegarían empapados.
 Dentro del garaje hacia calor. Sacaron los bártulos del coche y se dirigieron a la casa.
Modesta y Frasca, fueron partidarias de conserva dos cocinas, una de ellas la antigua, con su fuego bajo y de leña. Y la otra con el gas ciudad y vitrocerámica.
En la despensa encontraron conservas hechas por Modesta, y un arcón frigorífico con pescado – carne y algún plato preparado – Tu madre piensa en todo -. Dijo Celia.
La casa que estaba distribuida en cinco dormitorios arriba con su cuartos de baño completos, y dos más pequeños con duchas y sanitarios, era alquilada en verano, momento en el que la era la reina de la casa – todo se hacia sobre ella a la hora de la cena.
Los dos comedores, uno moderno, y otro cercano al fogón de antaño, con su alacena y menaje de cocina, eran acogedores.
Serian aproximadamente las once de la noche. Celia que se encontraba en el comedor pequeño preparando la mesa. Levantó la cabeza pues sintió la extraña sensación que alguien le miraba. No pudo reprimir un grito de horror, desde la ventana una vieja mujer le contemplaba. Cuando llegó Oscar, aún pudo ver la figura de la anciana – Tranquila es Maruca, la viuda del anterior cartero. Cuando era pequeño, se negaba a darnos las cartas que mi padre nos enviaba cuando recalaban en algún puerto. Es posible que esté aún más loca.
Celia a penas pudo reconciliar el sueño. Le aparecía escuchar sonidos, e incluso voces de gente debajo de su cama. Al día siguiente - ¿Escuchaste los ruidos de ayer por la noche?-.
- Posiblemente sería alguna persiana mal bajada-.
- No. Eran más bien como si estuviesen arrastrando cadenas-.
-¡Ah vale! No te preocupes, es sin duda el inquilino, que sale a partir de las 12 de la noche-.Celia soltó a Oscar, una que aquella collejas que tanto divertían al joven.
Una semana había pasado desde que llegaron a Pixin,- Esta noche si he escuchado esos ruidos de los que me hablas días tras día-.
- ¿Y…?-.
- Que deberíamos investigar-.
- Después de desayunar-.
Los dos estaban de acuerdo que los ruidos venían desde el sótano. Sin embargo en el sótano no había nada extraño.- Esperaremos a que llegue la noche -.
- Habrá que tomar café para no dormirnos – A Oscar le pareció buena idea Hicieron lo mismo que en otras noche – cenar- fregar y acostarse-. Al final el silencio se impuso.
Aproximadamente medía hora después… ¡Ya están aquí!-. Gimió Celia.
- ¿Llevas todo?-.
Creo que sí-.
- Veamos… ¿Móvil? Talky por si acaso no tenemos cobertura ¿Cuerdas?... y buen garrote-.
Bajaron las escaleras intentando hacer el menor ruido posible.- Pues ahora los ruidos parecen venir de la despensa-.
-¡Tenemos que escondernos alguien viene- pero no les dio tiempo a esconderse!  . La puerta se abrió dando paso a un hombre de entre los 50 a 60 años, pelo blanco y poblada barba. Junto a el se encontraba Maruxa - ¡Esos son los intrusos!-, el hombre no contestó. Dejando la linterna sobre una caja se acercó a los dos jóvenes- No son bienvenidos -.
- ¡Y usted no tiene ningún derecho a entrar en una casa que no es suya!- El desconocido le miró- Es Oscar Castro -.indicó la vieja mujer
-¡Sí, ese soy yo! Hijo de Modesta Lampiño y de Yago Castro, desaparecido en un naufragio-, Xuana rompió a reír. El misterioso hombre la golpeó sin miramiento en ambas manos -¡Cállate y vigila! No es bueno bajar la guardia -.
-¡No les dejes sueltos son peligrosos!-.
- Tranquila. Si consiguiesen escapar, no llegarían muy lejos. Leo – dijo dirigiéndose a un tipo de catadura siniestra- Te hago responsable de estos dos pájaros. Maruxa venga vámonos, se estarán peguntando donde andamos- .
La noche pasó muy despacio. A la mañana siguiente- ¡Arriba me tenéis que preparar el! -.
-¡Que te lo prepare tu tía! .Gracias a que Oscar tuvo reflejos, pues el arma había impactado en la cara de Celia.
- Tengo noticias. El jefe les deja andar por la casa…pero pegado a sus talones -.
Por la noches les obligaba a beber una tisana, al poco lo que contuviese... les hacia dormir profundamente, aunque aquella noche – Tenemos que asegurar las ventanas, se acerca una tormenta, la tendremos encima de madrugada… - Un grito resonó en el pasadizo, lo que hizo que el guardián dejase por un momento de vigilarles, y que aprovecharon para tirar el contenido de la taza, después les ató y se bajó hacia la zona del sótano. No sin dificultad Oscar consiguió soltarse y soltar a Celia. Muy despacio bajaron hacia la despensa, los gritos de los que se encontraban en el pasadizo se escuchaban con claridad. Desde un saliente observaron a un grupo de unas dieciséis personas.- ¡Que os decía yo! ¡Estos ni durmiendo dejan de ser peligrosos!-. Detrás de ellos Maruxa les apuntaba con una escopeta. Tanto Oscar como Celia presintieron que su hora había llegado - ¡Mujer no has ninguna locura!- luego dirigiéndose al resto les dijo.- ¡Vosotros, continuar cargando el camión, nos faltan bastantes cajas! Ahora dame el arma -.
- ¡Nunca! Si hubiese matado a tu mujer hace años, no tendríamos este problema -. Oscar miró a ambos.
-Suelta el arma, no vamos a solucionar nada con asesinar a estos dos -, pero Maruxa se llevó el arma a la cara disparándola. Aquel hombre se puso en medio del trayecto entre la bala y el corazón de Oscar.
Ocho de la mañana – Hemos detenido a varios sujetos que pertenecían a la banda-, la voz pertenecía a un policía enviado por sus superiores al pueblo, para investigar lo ocurrido. El rresto irá cayendo. Se me olvidaba, necesito que se ponga en contacto con su madre, es importante que vea el cadáver del muerto, quizá pueda conocerle -.
En el salón principal de Pixin se encontraban Modesta – Oscar y Celia. La primera no podía hablar pues se lo impedía el llanto .El timbre de la puerta sonó, allí muy serio, se encontraba Isidro Do Santos, inspector de policía.
- Bien iremos despacio para recomponer el puzzle. Si, tal y como usted dijo al ver el cadáver… efectivamente, se trata de su marido Yago Castro. Una vez interrogados los miembros de la banda, podemos hacer un simple relato de lo ocurrido desde el día del naufragio, que no fue un accidente si no algo premeditado. Su esposo debía una fuerte suma de dinero a Inocencio, apodado El Rapaciño. Lo necesitaba para cubrir los gastos de la casa, pues no quería pedir ayuda a nadie. El tiempo pasaba y el dinero no era devuelto, así que comenzaron las amenazas, entre ellas, las de liquidarles a usted y a su hijo. Yago habló con El Rapaciño, para encontrar otra solución. ¿Sabían ustedes que Pixin, hace muchos años, fue propiedad de la familia de Xuana?. ¿Y que el primer Castro se hizo con ella con mentiras?-. Oscar Y Modesta miraron al policía, negándolo con la cabeza- Pues sí, por lo que ella conocía lo del pasadizo, la alacena y la salida al mar y a la carretera. Y por supuesto la posibilidad de poder utilizarlo para el contrabando. Animada ante dicha posibilidad, contactó con El Rapaciño.
- Imagínate lo que podemos ganar con lo del contrabando, que nos llegaría bordo de botes para luego distribuirlo sin problemas- . Claro que había un obstáculo…usted y su hijo. La mañana del naufragio, ¿recuerda si sucedió algo fuera de los normal?-. Modesta apretó la mano de su hijo, cerrando los ojos e intentando rememorar aquel nefasto día- Yago me entregó un fajo de dinero para que lo guardase.- Es por si me pasase algo, para que tengáis hasta que…-no le dejé terminar. Luego en el malecón le vi alejarse. Tres días después llegaba a puerto la noticia del naufragio del Salmerón, del que no se encontró ni la más pequeña astilla-.
El barco fue retocado para que pareciese otro. Estos años, nuestra unidad, ha estado tras la pista de una banda que se dedicaba al contrabando de tabaco, pero con escasos resultados. Claro que si no llega a ser por la llegada de su hijo y su nuera a Pixín, aún estaríamos dando palos de ciego. Su esposo no esperaba que nadie de su familia volviese al pueblo , ya que era de todos conocido, que alquilaba la vivienda en los meses de verano, y no les pareció raro que alguien viene a mediados de otoño .Maruxa , al ver que al reconocer a Oscar , comprendió que la hora de la venganza había llegado. Pero no contaba con la desaprobación de su esposo, así que desesperada disparó contra Oscar, pero antes había dicho una cosa- que Oscar era el hijo de Yago, y su hijo lo reafirmó.
Yago solo pudo ponerse en medio para evitar que la bala llegase a su destino, y lo logró. No solo había vuelto a ver a su hijo, si no que deseaba que siguiese con vida-.
Ahora Pixin, ha vuelto a manos de sus antiguos dueños, de los que nunca debió de separarse. Y que quizá, quien sabe, aunque sea por poco tiempo...Xuana regrese.      







 HALLOWEEN

Todos los años, la llegada de la fiesta de Halloween me pillaba desprevenida, más quizá se podía deber,   a que no me asustaban aquellos disfraces  que mis compañeros de trabajo se ponían para ir a la fiesta que la empresa, con dicho motivo, ofrecía a todos sus empleados.
Si digo que nunca he sentido miedo , viendo películas de terror, o escuchando historias que mi abuela , cuando era pequeña me contaba de duendes y brujas , no es por jactarme, es que es la verdad . Pues bien iré directamente al meollo de la cuestión.
Dos días faltaban para la fiesta, y mis compañeros, el que más o el que menos ,  ya tenía idea de que disfrazarse, todos menos yo . Me sentía ridícula con  aquellos atuendos, por lo que  nunca disfrutaba  en la fiesta.
Ocurrió que cierta mañana cuando mi jefe me hubo llamado al despacho, para discutir ciertos asuntos de máxima urgencia- Ahora que Carol no está , tenemos que preparar un plan para que pase auténtico miedo -.
Él que   así  hablaba,  era Perry un antiguo novio al que dejé por ser demasiado bocazas, y claro me la tenía  jurada. Pues bien, cuando  regresé a mi puesto encontré un ambiente un tanto raro …  jamás nadie me preguntaba para que se me había llamado a dirección , y esta vez lo estaban haciendo, así que me dije .-¡ Cuidado  Carol, estos traman algo!-. La mañana discurrió como discurre en la mayoría de los casos, con altos y bajos.
A  la salida,  Meg , una de las últimas en incorporarse a la empresa,                      intentaba llamar mi atención sin que el resto  se diese cuenta. Con el dedo  pulgar indicaba la cafetería  , y allí me dirigí muerta de curiosidad.
Pasarían  unos diez minutos hasta que empujó la puerta de cristal del establecimiento - ¡ Quítate de la ventana!.  ¡ No quiero que descubran que estoy hablando contigo!-. Mi curiosidad iba en aumento..
- Veras . Tu “ amigo del alma” te está preparado una encerrona. Entre todos, tratan de encontrar la manera de hacer que este Halloween , pases auténtico miedo . Ya se  que desconoces lo que es sentir terror , pero yo que tu me andaría con mucho cuidado , cuando a Perry se le mete una cosas entre ceja y ceja , no para hasta conseguirlo-. Dí las gracias a Meg  y me despedía de ella .
De camino a casa  , en el coche , me preguntaba ¿cómo lo conseguirían?.
- Tendré que estar preparada para lo que surja -.
La noche de Halloween había llegado  , y con ella el deseo de darles un escarmiento a todos los mequetrefes de mis compañeros de trabajo.
Siempre lo habíamos celebrado en  Trafalgar  , una sala de fiestas que se cerraba aquella noche al público , pues la empresa la alquilaba para nuestra fiesta.
Mi entrada fue triunfal . Como nadie se esperaba verme disfrazada , todos los ojos se volvieron mientras que yo  convertida en  zombi,   intentaba dar realismo al disfraz caminando  con  pasos dubitativos.
Según transcurrían las horas me sentía desilusionada , pues nada raro parecía que iba a ocurrir . Pero cambié de opinión cuando Perry se me acercó .  Con disimulo ,  deslizó en mi mano izquierda un papel, para luego alejarse con la misma rapidez , con la que había llegado. Allí delante de todos sería muy descarado ponerme a leer lo que en ella me decía , a parte, de que las tenues luces de la discoteca me lo impedían , así que me dirigí a los aseos.
Estaban a rebosar de brujas , hadas,  campanillas y  vampiras. Entré en uno que  había quedado  libre .  Con impaciencia  desenrollé el papel  de color beige  con manchas rojas .- Empezamos mal- dije.- Esta imitación a sangre es muy burda , pero en fin , veamos lo que pone-.
“ Querida Carol. Esta noche será la última  en la puedas decir que no sentiste miedo, si te atreves , cruza la carretera . En el lugar donde está situado el cartel  con el nombre de nuestra ciudad , avanzas en línea recta  veinticuatro pasos , para después girar a la  izquierda. Verás a los lejos  una vieja casona , espéranos allí .”
Abandoné la discoteca , crucé  la carretera, llegué hasta el cartel , conté los veinticuatro pasos , y giré a la izquierda . El tejado de madera  de la
destartalada casona apareció por encima de los árboles más pequeños.
Sin pensármelo dos veces  me dirigí  hacía ella  con paso firme , casi hasta marcial.  No se veía luz alguna . Llamé  a la puerta , nadie contestó.  La abrí y entré .
Gracias a que la luz de la luna entraba por una de las ventanas, pude distinguir un quinqué , a su lado una caja de cerillas estaba , por lo menos así me lo pareció , estratégicamente colocada  a su lado . Lo encendí . Muy despacio  fui iluminando la habitación donde me encontraba.
¡ De pronto escuché unas risitas  que parecían venir del piso superior!.
Para subir las escaleras , tuve que recogerme  la falda de disfraz , pues me lo había prestado  Meg , y esta era más alta que yo, por lo que la arrastraba.
Cuando por fin llegué a l   primer piso  me quedé quieta intentando  encontrar el lugar de donde provenían las risitas .
 Me encontré ante una duda razonable, ¿Cuál de las dos puertas , que correspondían a otras tantas habitaciones, abrir? .- Creo que abriré la que más cerca tengo -.
Con un chirrido que  parecía un  lamento  la puerta decidió.
A todas luces , y por el mobiliario que en ella quedaba , había pertenecido a un niño pequeño. Repartidos por el suelo, rotos, aún se podía ver  algunos juguetes. Sin embargo de allí no podían venir las risas , pues nadie había .
Salí de la habitación para dirigirme a la otra . El mismo lamento al ceder la puerta. En esta ,una cama de matrimonio , que  la que quedaba  el somier, me puso los pelos de punta . Una vieja mesilla a la que le faltaba una  pata, y un armario con el espejo partido , completaban  el ruinoso mobiliario .    ¡ Las risas volvieron a resonar, esta vez detrás  de  mí! .
Me volví en la dirección en la que venían las risitas,  para decir que sabía lo habían urdido para asustarme , y que no lo iban a lograr.
¡ Una mano esquelética fue la respuesta!. Pero había visto tantos trucos en el cine que no me impresionó. A la mano le siguió una cabeza de mujer con una larga melena y los ojos desorbitados por el miedo. A la cabeza unos pies de niño andando por el suelo de la habitación. Y a los pies del niño , la figura desconocida de un  hombre que portaba un a escopeta .
- ¡ No se quien es usted , ni me importa!. ¡ Puede decirles   a mis amigos que salgan , esta patraña tiene que acabar! -. Por toda respuesta aquel hombre me agarra del pelo, haciéndome daño .- ¡ Basta ya!. ¡ Esto tiene que acabar! -, Pero él no parece escucharme.
Consigo zafarme de sus férreas manos abandonando la habitación para bajar a trompicones las escaleras. En el último peldaño  tropiezo y me caigo . Consigo levantarme.
La luz de la luna me alumbra lo suficiente como para llegar a la puerta. Arriba… en lo alto de las escaleras tres figuras me observan . Dos adultos y un niño, todos demacrados .
Intento abrir la puerta de casa y el picaporte se parte en dos , con  lo cual comprendo que nunca conseguiré abrirla . Un a idea  surge de mi mente , llegar hasta la ventana de la que me separan tres  escasos metros .
Cuando lo consigo, algo atrae mi atención  por encima de los árboles más pequeños, otro tejado de una destartalada casa , se abre paso . Aquellos seres están a mi lado.
De repente  comprendí mi equivocación , no había girado a la izquierda , sino  a la derecha , y me encontraba dentro de una casa en la que hacía veinte años,  un hombre había matado a su mujer y a su hijo para luego suicidarse él.  Lo que me decía Meg se iba a cumplir- Tienes que tener cuidado , no solo cuando conduces ,  pues muchas veces   confundes la derecha con izquierda y viceversa -.  Pero ahora ya no me servía de nada .
Dos  años  han transcurrido desde mi desaparición , y vuelve  a ser Halloween.
Esperaré con mis compañeros , el matrimonio y su pequeño hijo, que alguien se acerque a la casa , otro año más  

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http://www.avilescd.org/personales/farinell/palacios/versalles/fotos/versalles_m.jpg



    EL MUNDO DE JOSEPH  MILLER  por Chione 

Se llamaba Joseph Miller, era astrofísico, y se pavoneaba de capturar todas las estrellas que se ponían a su alcance a través del telescopio, Puk I en el Observatorio de   Enterprise Star, situado en el Norte Grande del desierto de Atacama.
Era un loco al que el universo siempre atrajo despertando en él, amores y desamores.
Desde niño, traía locos a los profesores de Ciencias, casi obligándoles a ser él quien impartiese dichas clases, no en vano su padre era uno de los mayores accionistas del colegio.
Subido en el estrado, y con mano firme escribía en el encerado  la asignatura que correspondía aquel día .- No deben olvidar que las distancias entre las estrellas se miden en años luz,- decía mientras que trataba de usted a sus condiscípulos.- Un año luz es la distancia que la luz recorre en un año, aproximadamente 9,5 billones de kilómetros . Pasados unos años, Joseph abandonó el colegio, pues su padre no le convencía la clase de profesorado que el centro había para impartir las materias que a su hijo le interesaban. Cuando el chico llegó a casa, el Profesor Rudolf Nosenko, astrofísico, le estaba esperando, después de la comida, él y Joseph, dispusieron de una sala donde el profesor, impartiría las clases rodeado de todo lo que le hiciese falta.
Ahora con 28 años , a fuerza de paciencia, y de tener que ceder en muchas cosas , como admitir que el ruso Petrovich Ivahonf , que llevaba trabajando cinco años más que él en la empresa, fuese más inteligente y menos conflictivo,  consiguió el Puk I el mayor y más grande telescopio construido .
- Si queremos ser los mejores, tenemos que tener los mejor. Y lo mejor está en manos de Raimon Burger -. Un murmullo siguió a sus palabras.- Sí, ya sé lo que hizo el señor Burger. Pero de eso hace ya más de tres décadas, por lo que debemos darle una segunda oportunidad-.
- ¿Y qué ganaremos con ello?, preguntó Sacha Aliemns, vicepresidente de la empresa.
Josep Miller le observó por encima de sus lentes, despacio se dirigió a un panel que se encontraba en la pared. Con el mando a distancia lo puso en marcha, para luego volver a su sitio e ir pasando las imágenes que deseaba mostrar a los que allí se encontraban.
- El señor Burger, tiene hecho unos planos de un telescopio de tecnología muy avanzada, y que dejará obsoletos al resto de los telescopios que llevan un solo espejo, desplazándolos con su telescopio de espejos facetados. Por lo que será el primero y único en su especie. Y el tiempo permitió que Joseph tuviese razón, 
 Desde entonces , de eso hace ya un año, ningún planeta ni cuerpos menores del sistema solar , escapaban a su mirada, teniendo gracias también a los satélites artificiales  y a las sondas interplanetarias, un  conocimiento más profundo, pues ellos  habían  hecho posible el  cambio en muchos aspectos que se tenían  de teorías antiguas , como composición y estructura de la materia interestelar, nubes de gases y polvo , que podrían ocupar grandes o mínimas zonas del espacio, admitiendo que en otras décadas, aquello estaba considerado como zonas absolutamente vacías.
Ocurrió qué...-Tenemos visita-. Comentó Burger. Joseph se encogió de hombros, no sería muy interesante, pues de hecho se lo hubiesen comunicado, medía hora después, todos los del equipo de Joseph, con el propio Joseph al frente, se encontraban en el salón de reuniones.
Finalizada la reunión , Joseph , ya tenía un nuevo reto... formar parte de un equipo que sería enviado a trabajar en la galaxia V.Y.G. para el estudio de una nueva estrella de forma ovoide , que a pesar de tener consistencia  , la  materia de la que estaba hecha , era transparente , viéndose a través de ella otros objetos espaciales .
El tan deseado día llegó después de unas sesiones maratonianas de preparación. Dos horas más tarde el cohete despegó, perdiéndose en el espacio.
A pesar de todos lo estudios, y de ver a través del telescopio, las estrellas, y de recibir fotografías de formas sugerentes de inmensa luz, que llegaban vía Tramint, Joseph no tenía palabras para describir lo que veía y observaba.
Casi 350 días después, llegaban a la estación espacial Nostradamus.
Mientras que el resto del equipo descansaba, el astrofísico no podía esperar a que el nuevo día llegase, y el sol que alumbraba dicha galaxia le permitiese admirarla.
A base de chanchullos, de untar un cero a la derecha en un talón, amén de otras marrullerías, se le concedió el honor de participar en la primera expedición.
Llegados al astro, tuvo que esperar su turno, pues ya se les había asignado el orden de salida de la nave.
Aquella textura que hacía hundirse hasta los tobillos, era a la vez suave, cálida, por lo que todas las predicciones de una posible radiación no habían sido acertadas.
El oxigeno que llevaban en los livianos tanques,  les daba para estar 24 horas sobre la estrella, con cuatro horas de descanso dentro de la nave , repartidas en dos horas la comida ; y  otras dos para descansar echando un  ligero sueño, sueño que Joseph aprovechó para salir por su cuenta e investigar , pues necesita saber que era aquella luz , y de donde venía,  un irradiación que todos habían observado cuando se acercaban al  astro .
Su corazón palpitaba como queriendo salir del pecho. ¡Allí estaba! Los tonos de la luz iban desde el azul al verde claro, desde el rojo escarlata al gris marengo, desde el amarillo fuerte, hasta el más pálido rosa.
Cuando el resto de la tripulación despertó del pequeño letargo, descubrieron que Josep no estaba en la nave.
Durante horas lo estuvieron buscando, pero nadie dio con él.
La nave abandonó la estrella, desde las ventanas los compañeros de Joseph observaban como la distancia entre la luminaria y la nave se iba haciendo cada vez mayor.
Lo que no vieron, fue   la imagen de Joseph Miller dentro de aquel inmenso caleidoscopio flotando dentro de él como si lo estuviese acunando.
Si su destino había sido el que la fatalidad, o el hado, hubieran proyectado, seguro que habrían acertado, Joseph, ahora era feliz para siempre.
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EL CAMAFEO  Avatar de Usuariopor Chione 

Llewelly Bensich y Arwydd Freeman, residentes en Bristol, eran dos avezados busca fantasmas, que lograron el reconocimiento a su labor gracias a los casos resueltos.
No siempre eran casonas encantadas a las cuales acudir para evitar que algún alma perdida con siniestros deseos, unos de venganza, o de desamor, hiciese la vida imposible a sus moradores. Ahora les habían llamado de la ciudad de Caerphilly para que ahuyentasen del castillo, a una inquilina un tanto alborotadora e insoportable, el fantasma de Lady Valeria Austin, la primera Condesa de Gough, cuyo linaje comenzó allá por el año 1120, y para ello contaban con un extraordinario invento, el cual conseguía que se materializase el ectoplasma, y con ello su destrucción. 
Aunque eran matrimonio, nunca se presentaban como la señora y señor Bensich, pues Arwydd no quiso perder su apellido
Apenas llevaban equipaje. Únicamente un bolso de piel color negro muy especial, que se adaptaba a la forma del objeto que en él se guardaba. Se trataba de una arma secreta, de nombre Valiant, que era la responsable, gracias a un rayo tipo gamma, aunque más sofisticado, de visualizar a los fantasmas y de abrir las puertas del más allá.
Al llegar buscaron el pub “El tesoro de Thomas Coslett”, donde se habían citado con la secretaría de la actual Condesa de Gough, Leah Austin.
Cerca de la entrada había una mujer que vestía de forma anticuada, y estaba sola. - ¡Esa es!-, dijo Arwydd sin dilación.
- Pues acerquémonos a ella-.
 Una vez hechas las presentaciones.  - Les acompañaré hasta el castillo-.
Habían visto muchas fotografías del castillo, pero nunca de noche. Tras atravesar el puente Choloe aparcó el coche, extrajo de su bolso las llaves y abrió la puerta del castillo. Llewey se fijó que aquella llave era de las que al introducirla en la cerradura, anulaba las alarmas  
Una vez hubieron entrado.- Les diré que el castillo fue uno de los castillos que Eduardo I hizo construir a finales del siglo XIII, haciendo consolidar su dominio sobre Gales, tras la derrota de Llewelly ap Gruffydd. Es el mayor castillo de Gales y el segundo de Gran Bretaña, tras el de Windsor.  La fortaleza surgió a causa de una disputa con el príncipe de Gwynedd. Sus impresionantes muros de piedra y su ancho foso, lo hacen parecer en la actualidad, tan inexpugnable, como hace 700 años -.
Después la señorita Williams les hizo entrega de un plano del castillo, al que le acompañó con un ruego.- No se preocupen por las llaves, por la mañana a primera hora vendrán a recogerlas-.
- De acuerdo -. Contestó Llewelly -
- ¡Ah!  No busquen al fantasma, él les buscará a ustedes-.Y tras darles las buenas noches abandonó el castillo.
Como tenían hambre. Acercaron un par de sillas a una pequeña mesa, colocando sobre ella una par de paquetes con unos sándwiches y tres botellas de agua que habían adquirido en una tienda de la localidad. - Cuando regresemos a casa, me tienes que preparar un buen plato de CAWL- Estofado de cordero y puerro- . A los dos la boca se les hizo agua.
 Las doce sonaron en el reloj del castillo, pero nada anormal ocurrió. Ambos se miraron encogiéndose de hombros. Bensich sacó el paquete de cigarros.- ¿Cuando lo vas a dejar?-.
- Pronto, querida, pronto -. Respondió sin mucho convencimiento.
- ¿Sería tan amable de darme un cigarro?-. ¡Aquella voz había sonado tras ellos! Se volvieron. Lo único que veían era una suave niebla que se movía con graciosos vaivenes tal y como si estuviese bailando al son de una música que solo ella percibía.
- ¡Rápido pásame a Valiant!-. El rayo surgido de la máquina hizo que el espectro tuviese cuerpo.
Ante ellos se encontraba el fantasma de Lady Valeria Austin.- He pedido un cigarro y ninguno de los dos me lo ha dado -. Llewelly, sin sentir miedo se acercó hasta ella, extendió la mano ofreciéndole un cigarro. El fantasma le sonrió mostrando unos dientes muy negros. Suavemente se alejó hasta la ventana.
- O sea que mi heredera continua con su afán de que abandone mi hogar, pero les aseguro que no lo conseguirá, a menos que…-.
-¿A menos qué?-.
 - A menos de que consigamos encerrar a la culpable del maleficio, el cual me obliga a estar por siempre en este castillo-.
- ¿Maleficio?- Ni su heredera como así llama usted a Leah Austin la actual condesa de Gough, en su carta, ni la señorita Choloea Williams, su secretaría, nos hablaron de que existiese una maldición en este castillo, de no ser su presencia Lady Valeria-.
- Señor Bensich, el que no lo hayan hecho, no significa que no pueda existir. Si no les importa les contaré mi historia, y entonces comprenderán que efectivamente el castillo tiene una maldición -.

“Cuando me casé lo hice con un rico hacendado al que le venía bien emparentarse con la nobleza, y a mí, tener más dinero .Éramos “felices”. Emblyn Austin, mi esposo, nunca dijo que no al más insignificante de mis caprichos, y en cuanto a mis hijos, un chico de nombre Cadin y una niña que se llamaba Siana, a los que quería con locura, eran a lo máximo que había aspirado nunca . Aunque aquello acabó el día que mi esposo regresó de una montería que los Monaghan habían organizado.
No volvía solo, le acompañaba una dama de estatura más bien alta, de larga cabellera pelirroja, blanca como la leche, de talle estrecho y brazos largos. Sonreía abiertamente mientras mi esposo le ayudaba a descender del coche de caballos.
- Querida, te presento a Áglae Cuachain. Pasará con nosotros una temporada. Bueno hasta que le terminen de construir la casa. Archibal como siempre incumpliendo sus promesas, aún no la ha terminado-.
Un año pasó, y Áglae había pasado de ser nuestra invitada, a mandar a todos como si fuese la señora de la casa, y yo la evitada. Incluso los criados acataban cualquier orden suya sin rechistar, antes que las mías.
Sin querer, un incidente sin importancia, hizo que viese la verdadera cara de Áglae Cuachain, la desgracia se cernía sobre nuestras cabezas.
Ocurrió durante cena de Nochebuena, cuando uno de nuestros amigos, Seira Avin, al que acompañaba su esposa Anwer, derramó un poco agua sobre el vestido de Áglae.
Se levantó furiosa, gritando que se acordaría de lo que había hecho. Tres semanas del desgraciado suceso, lo encontraron muerto, se había estrangulado con su propia bufanda, que se había enganchado en uno de los salientes de la cuadra, donde colgaban algunas herramientas. Su esposa vendió la casa y se marchó del pueblo. Claro que aquello no paró, y la venganza de Áglae persiguió a Anwen hasta que lograr encontrarla y matarla.

- Perdone que la interrumpa. ¿Por que piensa que Áglae mató a la señora Avin? -.
- Porque encontraron un papel en el que estaba escrito la palabra “Druida “. Lo escribió Anwen antes de morir. Y por que Áglae, siempre presumía de descender de druidas y magos -. Valeria prosiguió.

El miedo me atenazaba y temí por los niños, así que los envíe con una amiga, de la cual nunca hablé, esperando que la maga no los encontrase.
Llegó el verano y Emblyn falleció de unas extrañas fiebres, por lo que presentí que la siguiente de la lista sería yo. A penas comenzado el otoño, una fría mañana debía de dar ordenes al jardinero para un cambio de flores debí engancharme el pie con una raíz, cayendo sobre un utensilio de labranza, que me golpeó en la sien.
Cuando abrí los ojos observé que los criados lloraban. Aunque yo les hablaba tratando de tranquilizarles, ellos no me oían, estaba muerta.
Recuerdo que mi madre me decía, que una vez muerto, lo mismo enemigos que amigos salen a recibirte, pero los años pasaban, y Áglae no estaba en el reino de los muertos, así que me obligaron a regresar al castillo , buscarla y castigarla. Entonces descubrí el porqué. Para evitar ser condenada en el más allá, introdujo su alma dentro de un camafeo, que cuelga de un busto de mujer, y que está dentro una de las muchas habitaciones del castillo. Para acabar con el hechizo, se debe abrir esa joya y sacar de su interior el alma de Áglae, para enviarla al lugar que le corresponde. Si les interesa yo les diré donde encontrarlo.

-O sea, sacar al ratón de su ratonera -.
- Señor Bensich. No se trata de matarla, es para que encuentre la luz, y yo la paz. No veo nada malo en ello-.
-Nosotros desconocemos la forma de hacerla salir. Nunca hemos hecho nada parecido-.
- Señora Freeman. Alguna vez tiene que ser la primera -.Después desapareció.
- Bueno se ha marchado sin decirnos donde está el dichoso camafeo, así que lo buscaremos por nuestra cuenta -.
- De acuerdo querido. ¿A qué esperamos?-.
El enorme reloj del hall dio las cuatro.- Únicamente nos faltan las habitaciones de este pasillo-. Precisó Llewell
- ¿Lo echamos a suerte?- le pregunto su esposa…y salió cara. - Entonces comencemos por la última-. Al abrir la puerta comprendieron que estaban en el lugar apropiado y quizá en el momento apropiado.
El busto de una mujer con una peluca pelirroja les observaba.  Sobre su pecho colgaba un camafeo con la imagen de una joven. -¿Esa puede ser Áglae?-.preguntó Arwydd.
- Por la descripción que nos hizo de ella lady Valeria, pudiera ser. Ahora a ver como nos las ingeniamos para abrir tapa de la medalla-. Pero no hubo forma humana de hacerlo.
Desesperados encendieron la máquina para lanzar sobre ella el rayo. Los círculos de luces que emitía rodearon la joya. Un haz de luz más intensa que las luces de Valiant, salió del centro del medallón colocándose frente a la pareja.
Toda la habitación se llenó de un fuerte viento que les impedía andar o agarrarse a algo, para evitar ser lanzados por la ventana.
- ¡Vieja bruja al final lo has conseguido! ¡Pero antes te llevaré conmigo al infierno!-. El haz de luz desapareció.
-¡Tenemos que seguirla! -.grito Llewelly
- ¿Crees que aún tiene poder para hacer sufrir a un espíritu?-.
 - Eso y más -.
La lucha fue tremenda. Unas veces era Áglae quien vencía, otras quien perdía. Al final la victoria recayó en lady Valeria.- ¡Te vencí! ¡Ahora nunca podrás hacerme daño! ¡Vete al infierno que es donde debes estar para siempre!-. Emitiendo un espantoso grito, el haz de luz fue absorbido. Un silencio agobiante se adueñó de la estancia.
- Bien Lady Valeria. Ahora ya puede descansar en paz -.
- Aún no señor Llewelly. Falta un personaje más en esta historia -. El ruido de un coche circulando por el puente hizo que ambos mirasen a través de la ventana-.
-¡Es Leah Austin! ¿Que hace ella aquí?-.
- Pronto lo descubrirán-. El fantasma desapareció.
Bajando rápidamente por las escaleras llegaron al hall, en aquel momento Lady Austin abría la puerta.
-He recibido su llamada. ¿Qué ocurre?-.
- Sentimos decirle que nosotros no la hemos llamado-.
- Si no ha sido ustedes. ¿Quien lo ha hecho?-.
- Eso mismo nos lo estamos preguntando nosotros -.
- Yo puedo contestar a sus preguntas-. En lo alto de la escalera se encontraba Choloe Williams.
- Ante todo debo decirles que ella, no es la auténtica Lady Leah Austin-.
-¡No la crean! Tengo documentos que lo acreditan-.
- Documentos que mis ascendientes  “cedieron a su familia”-. El fantasma de Lady Valeria Austin reapareció.
- Mi heredera tiene razón. Como ya les dije, dejé a mis hijos con una amiga, quien les adoptó. Siete años más tarde se separaba, él se llevó al niño, y mi amiga se quedó con la niña. Cuatros años más tarde el chico y su padre murieron en el naufragio de un barco.
Para evitar que el maleficio llegase a su puerta, sacando de la caja   donde había guardado el legajo que constituía a mis hijos   herederos del castillo de  Caerphilly, lo guardó en su bolso y se dirigió a la casa de los Meldensom,  donde con astucia vendió el título nobiliario. Después desapareció para irse a vivir a América.
A partir de entonces, las primogénitas de la familia desaparecían o fallecían prematuramente. Cierta mañana entre el grupo de visitantes de aquel día, estaba una joven que llamó poderosamente mi atención, era igual que mi Siana cuando era niña. Por la noche acudí a su habitación, y tras el normal susto ante mi presencia, aceptó ser mi heredera, después de que le demostrará quien era.
Como ninguna de las dos deseábamos,  continuar ella temiendo por su vida , y yo dejando en manos de extraños mi herencia ,fue  por lo que Choloe se puso en contacto con ustedes . ¡ Ahora hagamos lo que tenemos que hacer! -. Se desplazó hasta el lugar que ocupaban los dos cazafantasmas. Aspirando con fuerza abrió la boca de la supuesta Leah Austin para después soplar dentro de camafeo y cerrar la tapa.
En amanecer llegó. Cuatro personas habían aparcado su coche en la explana del castillo cuando descubrieron que al lado de la puerta, dos personas tumbadas en el suelo, reposaban sus cabezas encima de unas mochilas. Por las ropas que llevaban se trataba de turistas.
El que parecía ser el responsable de los cuatro se les acercó.- Perdonen. La hora de visita empieza a las 10, aún faltan casi cuatro horas-.
Aquellos visitantes intentaron explican el motivo por el cual estaban allí, pero nadie les creyó.- Los siento señores. Todo lo que me cuentan es casi imposible. A finales del siglo XVIII, la edificación empeoró, hasta tal punto que el marqués de Bute, empezó su conservación. Antes de llegar a manos del gobierno en el año 1950, pasó por las manos de tres marqueses, que mantuvieron los detalles originales del castillo. Terminaré por decirles que el gobierno lo restauró totalmente-.
Hoy, diez años después de aquellos sucesos, los Bensich  & Freeman, no tiene respuesta para sus preguntas
 Castillo de Caerphilly
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CAPITÁN DE PIRATAS ALIX MALONE

El Arlette, barco del pirata capitán Alix Malone surcaba los mares entre las embravecidas olas del mar. Nunca se había arrepentido tanto de haber dado su palabra a tal estúpido juego, pero ahora, ya nada se podía hacer para cambiar el curso del destino.
Doce meses antes
 - Rápido subir velas. Timonel a babor. Todos a los remos -.
El Arlette llevaba en el mascarón de proa, la figura de una dama con ojos abiertos, de cabellos ondulados y negros que se mecía con gracia y don naire. Su nombre lo debía a una de las muchas novias que tuvo nuestro capitán, en otros tantos puertos.
La llegada a puerto en la isla Tortuga del Arlette, fue recibida como de costumbre, alegría y gritos por parte de las mujeres que esperaban la vuelta de los hombres, y de una buena tanda de borrachines dispuestos a continuar bebiendo ron.
En el ron el proceso natural en el cual el azúcar de la melaza, que se ha mezclado con agua y levadura, pasa a convertirse en alcohol, siendo este el primer paso para conseguirlo. Después se destila para posteriormente dejarlo envejecer en barricas de roble, aunque también se utilizase la madera del castaño, siendo la primera quien más sabor y nobleza dejará en el licor.
 El tiempo para conseguir que el ron esté en su punto, varía según la calidad que se desea obtener, desde un año, hasta los diez, que es cuando el ron habrá ganado en textura y sabor
Una vez atracada la galera, el capitán dio la orden de comenzar a bajar a tierra todo lo que en las bodegas se guardaba.
-¡Cuidado cenutrio! Ese vino español vale por lo menos dos monedas de las de a 8-. Y así poco a poco, dejaron las bodegas tan vacías, como las bolsas de algunos impenitente bebedores.
Sentado a la noche  en el jardín de la casa , Alix observaba el paso de gente sencilla y bonachona, quienes se retiraban a sus casas después de una dura tarea, aunque la mayoría de los habitantes de Tortuga , no eran precisamente gente del campo , ni ganaderos , era toda  clase de bazofia que atraviesa los mares del mundo acompañados por la sensación de ser  los dueños de todo lo que  nada  , anda o vuela.
Uno de la tripulación se presentó de improviso- ¡Capitán! Hace unas jarras de ron-. Se trataba del timonel, un indio peruano de nombre Amaru que conocía los mares como a la palma de su mano.
-Espera. Voy cambiarme de ropa -.
- De acuerdo capitán, les esperamos en la posada La gruta -. Y partió como alma que lleva el diablo.
Cuando llegó, cuatro hombres de su tripulación estaban sentados en banco corridos-. ¡Jonás!. Saca otra jarra, el capitán Malone se muere de sed -. Gritó Izan Gagnon, uno de los más atrevidos y malolientes piratas que hayan surcado las Antillas.
Cuando se lo echaban en cara siempre contestaba los mismo.- Cuando mi madre me lavaba, siempre me ponía enfermo, ahora que la mugre recorre mi cuerpo, ni siquiera las ratas se me acercan -, con lo que terminaba como de costumbre en el primer tonel de contuviese cualquier líquido sin importarles la procedencia del mismo.
Kenai Staveren, había sido cirujano en su pueblo natal, aunque tuvo que emigrar. No fue por no conocer su profesión, en la que era muy bueno, sino por lo quererse casar con la hija de la chivita, (llamada así por una pelusa que salía de su mentón asemejándose a una barba),   que iba a ser madre de su hijo. Con la lección aprendida, no ha vuelto intentar ser padre de nuevo.
El último de la reunión era un portugués, auque su nombre no suene a tal, Artie, de apellido Acosta, que navegó bajo la bandera portuguesa con patente de corso.
Abrumado por dimes y diretes, decidido abandonar al capitán del barco solo en una pequeña isla.  Pero la buena estrella del oficial hizo que un barco holandés, navegase cerca de la isla, por lo que fue rescatado.
Al volver a tierra, reclamó el rey justicia y este se la concedió. Por lo que Acosta tuvo que poner pies en polvorosa y buscarse la vida en otro barco. Casi dos años tardó en encontrarse con Alix para formar parte de su tripulación.
El botín, después de dos largos meses bebiendo y comiendo a cuerpo de rey, fue mermando. Una semana más tarde volvían a la mar dispuesta a todo con tal de regresar más ricos que en el anterior viaje.
La codicia de los tripulantes del Arlette no conocía la palabra, ¡ya basta!
Hablando de casos y cosas, se me había olvidado algo muy importante sobre el capitán Alix Malone, le faltaba la mano derecha pues un oficial de su majestad británica se la arrebató de un tajo con su espada. Además de ser cojo de la pierna izquierda, pues la bala de cañón disparada desde una nave española, no se incrustó en ninguna parte del bajel pirata, sino que impactó en su pierna, por lo que el garfio de plata y la pierna de palo, eran sus señas de identidad, amén de haber recibido una buena recompensa por la pérdida de ambos miembros.
Los barcos abordados, así como la venta de niños y mujeres como criados para ricos hacendados, aumentaron el botín, por lo que después de seis meses, decidieron regresar al hogar.
La sorpresa fue grande nadie les esperaba, ni siquiera los consabidos borrachitos.- ¡Están con el capitán del Shark, Blake Michaud!-. Dijo un pescador que remendaba redes.
-¿Quien es ese?- preguntó Alix-.
-Alguien que tiene mejor suerte que tú capitán Malone-.
- Por ahora. Por ahora -. Replicó el pirata.
Tras averiguar donde podría encontrar al capitán, después de descargar la bodega descendió del barco con los cuatro de su tripulación, a los que el pirata consideraba como a los cuatro dedos de la mano que le faltaba.
Entraron en tropel al mesón del hablapoco, apodado de esta manera, por no dejarte meter baza en la conversación.
 ¡Allí estaba él! Su traje lleno de puntillas y blondas era más de un hacendado español, que el traje de un verdadero pirata.
 Se miraron a los ojos. Blake rompió el hielo.- Así que tú eres Alix Malone -.
- Y tú que eres Blake Michaud, capitán de piratas.  Por favor no me hagas reír-. Sus hombres rompieron en carcajadas.
- Por lo menos yo abordó barcos para dejar tiritando sus bodegas. Mientras que los piratas del Arlette, se dedican a capturar mujeres y niños que tú vendes como esclavos -.
- ¡Esa es una mentira infame!-.
- ¡Entonces te reto a quien de los dos en un año, trae a la isla más tesoros y mercancías!-.
- ¡Está bien acepto la apuesta!-. Y ambos abandonaron el mesón para prepararse a llevar a cabo la misión.
Por las noticias que en diferente puertos en los que atracaban les llegaban, Blake era el hasta entonces el ganador.
Aquello fue un insulto para Alix, quien en secreto tomó la decisión de pedir ayuda a Ponuikiet, un viejo hechicero que vivía en una choza.
- Necesito tu ayuda -.
Después de escucharle Ponuikiet le dijo.- Debo ponerme en contacto con los espíritus. Vuelve dentro de tres días y tendrás respuesta a tu pregunta -.
Los tres días pasaron y Alix regresó a la choza del brujo -. Los dioses quieres saber que eres capaz de hacer por conseguir ganar-.
- Lo que ellos te pidan -.
- Ellos piden almas -.
- ¿Qué clase de almas?-.
- No importa de quienes sean. Lo que si es necesario que sean 45 y un cuarto -.
- Extraña cantidad. Pero sea lo que tú me pides -.
- Entonces cuando regreses al barco, antes de que comenzar a navegar, arroja por la borda el contenido de este saquito, ningún barco se resistirá a ser apresado por los hombres de capitán Alix Malone -.
Así ocurrió teniendo que “alquilar “otro bajel para que les ayudase a transportar todo lo ganado.
El día del regreso se acercaba. Alix envió como emisario el barco que les ayudaba a transportar toda clase de mercancías.
- Dile a nuestro amigo el capitán Michaud que tendrá que rendirme pleitesía, pues yo seré el rey de todos los piratas -.
Una mañana cuando se despedían de los habitantes del pueblo, en el que estuvieron descansando, para poner rumbo a Tortuga, unos pescadores regresaban ateridos de frío y con los ojos desorbitados.
- ¡Por favor capitán no zarpe! No hemos topado con una niebla muy densa y fría. Al entrar en ella, hemos sentido en nuestras almas, el soplo   de la muerte-. Haciendo caso omiso a las advertencias de los pescadores mandó soltar los cabos e iniciar la singladura.
La niebla se veía cada vez más cerca.- ¡Atentos los vigías! No quiero sorpresas -. Después se retiró a su camarote.
El primero en entregar su alma al diablo fue el cocinero, un muchacho gordo de disfrutaba probando las salsas que creaba. El segundo fue uno de los encargados de reparar y preparar las armas para que estuvieran a punto. Y así uno tras otro fueron entregando sus almas, hasta que llegaron a las cuatro que pertenecían a los hombres de confianza de Alix, que no despertaba del letargo en el que se había sumido.
Un golpe de mar hizo escorarse al barco, haciendo caer del catre al capitán pirata
Tras reponerse subió a cubierta. Nadie contestaba a sus voces. Entró en la gran habitación donde solían reposar sus hombres... nadie. Se llegó a la cocina…nadie. No quedó un solo rincón del barco sin revisar, sin mirar. Entonces comprendió que las almas eran las de sus hombres, 45 en total - ¿Y el cuarto?-. Otro bandazo hizo que se plantease tomar el timón para evitar, en lo que pudiese, que el barco fuese a pique.
Ahora en este momento
Alix combatía como podía los embates de las olas.- ¡Qué quieres ahora! Te he dado lo que me has pedido-. Nadie respondió a su pregunta, mientras que el mar parecía haberse vuelto loco.
Las velas del barco se rasgaron como si alguien las cortase con un cuchillo
- ¡Da la cara! ¡No me das miedo!-.
-¡Aun no sabes lo que te espera y te atreves a desafiar a los dioses!-.
La imagen de Ponuikiet estaba sobre el mástil -. Tus dioses tienen lo que querían-.
- Aún les falta el cuarto de alma -.
-¡Pues cógela y vete! Aunque te va a resultar difícil. Solo estamos tú y yo -.
La alarma saltó en isla Tortuga a comprobar que el Arlette , no había llegado a puerto – Cuando les dejé el capitán me aseguro  que llegarían un  mes  después que yo-.
Cuando localizaron el barco, este estaba en perfectas condiciones, pero la tripulación había desaparecido. Únicamente el garfio y la pata de palo aparecieron debajo del timón.
Ponuikiet tenía razón, faltaba el cuarto de alma, que era la que le pertenecía al capitán Alix Malone, pues ese era el valor de su alma.
En cuanto al garfio y a la pata de palo los demonios lo dejarían pues ya tenían bastantes con otras que habían pertenecido a capitanes como Alix Malone .
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TU SERÁS MI AMOR


Fue Aristedes el mejor escultor que tuvo Trocana, una ciudad de la antigua Grecia., cuando los dioses vivían en el Olimpo .
Desde Turquía, el rey Abdallah le había encargado las estatuas de todos sus jardines. Y para no ser menos Hana`I, que vivía en Alejandría, le ofreció una cantidad muy importante en oro por las estatuas de las seis esposas que este rico hacendado tenía. Todos hablaban maravillas del famoso escultor. Aunque nadie supiese el secreto que envolvía al artista y que había sido un regalo que la diosa Afrodita puso en sus manos al nacer.
- Serás el único humano que consiga dejar en cada obra que salga de tus manos, parte de mi belleza “- , y a fe que lo consiguió.
 Pero a cambio…  Aristedes tuvo que jurar ser fiel a Afrodita hasta los últimos años de su vida, por lo que nunca debía hacer escultura alguna,  que no fuese a través de una pintura o copia del cuerpo al que transformar en obra de arte.
Pasaron los años y Aristedes fue encumbrado tan alto, que llegó a ser considerado como un Dios. Aquello despertó las iras de algunas de las divinidades del Olimpo.
- ¡Es un humano! ¡Simplemente un humano!-. Decían.
 Aunque los que más se quejaban eran:
   Ares, que simboliza y es la guerra. Hijo de Zeus y de Hera, quien no conoce enemigos o amigos destruyendo todo a su paso, por lo que no es bien recibido en ningún lugar del mundo.
 
Y Hefesto, hijo de Hera, y esposo de la bella Afrodita.  Constructor de las mansiones que el Olimpo tiene para sus dioses, siendo el dios del fuego, quien realiza las joyas que los dioses lucen en brazos y cuellos, y quien se cuida de las armaduras de los héroes griegos. Pues bien, este dios, no dudaba en ponerse de parte de su madre, cuando esta discute con su marido Zeus, el rey del Olimpo. Su más esmerada obra fue Pandora, la primera mujer (Eva). Aunque no era agraciado y cojo, consiguió el amor de Afrodita.

En cuanto al resto de los dioses:

Apolo hijo de Zeus y de Latona, el dios de la luz, de la música.  De la medicina y de la poesía quien estableció en Delfos, después de haber vencido a la serpiente Pitón, sus principal oráculo como dios de la adivinación del conjunto de prácticas mediante las cuales se trata de adivinar el porvenir, hacía lo que decía en su famoso  precepto “ Conócete a ti mismo”, que es una sensata recomendación.

Artemisa. Hermana de Apolo, amante de los bosques y de la caza. Diosa de la virginidad y de los prados no pisados por hombre alguno, en lo único que pensaba era vivir para la naturaleza y hacerla lo más bella posible.

Atenea la diosa de la inteligencia, consejera y protectora de las ciudad y de las instituciones políticas, patrona de los hábiles artesanos, diosa de la guerra justa cuya ciudad es Atenas y su templo el Partenón, pensaba en como evitar las guerras sin razón.

Hades , el dios de la muerte a quien nadie ha visto pues es invisible , el can Cerbero – perro infernal   que vigila la entrada de su palacio admitiendo a todos aquellos que llegan , pero impidiendo que escapen de los infiernos , bastante tenía con su labor . Algunos le representan con el cuerno de la abundancia – cornucopia-

 Hermes, el dios mensajero, protector de los caminos y guía del viajero, que con el caparazón de una tortuga inventó la lira, estaba inmersa en su labor de protector del comercio, pasa por ser el inventor de las pesas y medidas usadas en las transacciones comerciales

Poseidón con sus dominios de  las profundidades, con  su gran sonrisa como la mar abierta , pero colérico hasta tal punto , que hace estremecer a todo ser humano que surca sus feudos, vivía Plácidamente con sus súbditos ,Neiras , el viejo y multiforme Proteo y las sirenas . Padre del cíclope Polifemo, odiaba sin límites al astuto Ulises quien consiguió regresar a Ítaca para reunirse con su esposa Penélope y su hijo Telémaco  

 El más joven de todos, Dionisio, dios de la vida, del delirio, del éxtasis, de la danza – tragedia y fiestas. Nacido dos veces de su madre Sémele, e  hijo de Zeus, aunque fue criado por un personaje deforme llamado Sileno, permanece mudo pues sabe que la malhumorada envidiosa y a veces celosa  Hera , la legítima esposa de Zeus, que fue engañada por este con otras mujeres , no perdonaría nunca Afrodita, pues gracias a su belleza ,Hera no pudo llevar a cabo su venganza contra el pastor Paris, saliendo victorioso del juicio a que se le había sometido. Posiblemente ahora, Hera estaría frotándose las manos, pues gracias a este suceso podría tomarse la revancha que siempre llevó en su corazón contra la diosa que quitó su supremacía sobre el resto de los dioses .
Afrodita diosa del amor nacida de la espuma del mar de Chipre, amante de la sonrisa. Es también la fecundidad en la naturaleza vegetal y animal. Su hijo Eros  – el latino Cupido- es un caprichoso flechero de dos dardos : uno lo destina para los amores felices, y el otro para los desgraciados: Pero el pobre  no cae muy bien entre los amigos de la reina Hera , por lo que Dionisio, decidió acudir a Zeus en busca de ayuda ,  pues bien es sabido que es el padre de todos los dioses  y hombres, quien administra la Justicia, soberano de las alturas, el que une las nubes y lanza el rayo ,aunque por mucho padre y dios que sea  contra el destino nada puede hacer.
Zeus les esperaba en su reluciente trono realizado con las más hermosas joyas y el más fino y delicado oro.
Contemplándolo Dionisio pensó en el enamoradizo que había nacido Zeus, que se había unido tanto con diosas como con mujeres mortales por lo que en él se unían lo sublime y lo frívolo  
El rey  escuchó con atención a su hijo e hijo, de su amante Sémele.
- Haré lo que pueda-. Ninguno de los dos descubrió una figura de mujer que les espiaba, era Agnes, una de las vírgenes de Hera, quien no perdió el tiempo para ir a contarle lo que había escuchado.
 La diosa golpeó con tanta furia su pie contra la columna de azulado cristal que la resquebrajó.
Se encontraba Aristedes embelesado en su último trabajo cuando alguien llamó a la puerta de su estudio. Esta se abrió para dar paso a una muchacha de extraordinaria belleza.
- Me llamo Agnes. Mucho me han hablado de tu trabajo. Y he querido venir a saludarte y pedirte un favor, que esculpas mi cuerpo con el mejor mármol blanco que conozcas-. Y descubriéndose los hombros jugó con Aristedes… al final el escultor aceptó realizar la talla directamente del cuerpo de la joven.
Cuando se hubo marchado, Aristedes pensó en los posibles problemas que aquel trabajo podría traerle.- Debo pensar en que lugar realizar mi trabajo que no sea conocido por Afrodita-.
Toda la noche se la pasó en vela. Al amanecer los rayos del sol le despertaron.
Asomado a la ventana descubrió entre lo setos de sus jardín un extraño hueco que nunca había visto hasta entonces.
Bajó al jardín .Con cuidado de no ser descubierto por ninguno de sus criados, apartó los arbustos. ¡Era una pequeña estancia que bien podría valer para convertirla en su taller!
Incluso las ramas de los cuatro árboles que la circundaban, estaban entrelazadas por lo que le servían como techo, dejando pasar sin problemas la luz del día, sin ser descubierto.
Las semanas transcurrieron y Aristedes sintió en su corazón las flechas de Eros.
Cada amanecer esperaba la llegada de la joven. Cada anochecer se despedía de ella con un beso suplicándole para que se quedara a su lado, a lo que ella siempre se negaba.
La escultura quedó terminada y el alma del escultor destrozada pues la joven no volvió a recogerla.
Buscó. Preguntó. Suplicó. Amenazó con quitarse la vida. Sin embargo nadie supo darle razón de ella.
Cuatro semanas más tarde recibió a la visita de Afrodita. Ambos bajaron al jardín.- ¿Que ocurre mi buen escultor? ¿Acaso te han robado el alma?-. Aristedes no contestó.
Después de cenar Aristedes abandonó la sala para dirigirse a su dormitorio, momento que Afrodita aprovechó para salir al jardín y descubrir el pequeño hueco entre los arbustos.
Desde la casa los sirvientes observaban aterrados, los rayos que salían desde la espesura. Asustados se metieron en sus pequeñas habitaciones aguantando la respiración, más tarde… el silencio se adueñó de quinta   Flavia.
Afrodita se despidió de Aristedes sin decirle que había descubierto su traición.
En cuanto llegó al Olimpo buscó a la doncella que le había quitado a Aristedes.
Por el camino se encontró con Dionisio quien lo contó lo que sabía.- Agnes recibirá su recompensa-.
-¡Ten cuidado con lo que haces es propiedad de Hera!-. Ella no respondió.
Tras encontrar a Agnes obligó a la doncella a bajar a la tierra con ella.
 Afrodita fustigaba a sus caballos alados para llegar cuanto antes a la tierra, auque sus corceles no pudiesen respirar.
Sin ser vistas entraron en el pequeño habitáculo.
-¡Espérame aquí!-. Después se dirigió a la casa vestida con ropas de labriega. Llamó a la puerta diciendo que venía a entregar una carta para el escultor.
 Cuando Aristedes leyó la misiva corrió hasta el taller secreto.
-Agnes. ¿Donde estas?-. Pero la muchacha no estaba allí, en su lugar se encontraba la estatua.
El escultor se acercó hasta ella y le besó en los labios, al punto cayó fulminado. Una gran luz iluminó la pequeña habitación, era Afrodita.
Cuando despertó observó con angustia que estaba encerrado vivo dentro de una estatua de un mármol blanco, tan blanco como el de la figura que tenía delante. ¡Agnes!-.
- Sí Aristedes es Agnes. Es la única manera que conozco para que nunca volváis a separaros.  Así, vivos dentro de este muro de mármol estaréis al abrigo del frío, del calor, de las enfermedades y de la muerte, para toda la eternidad -.
Se cuenta. Se dice, que estas estatuas están dentro de un jardín del que únicamente Afrodita, conoce su ubicación   


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INFORMACIÓN sobre los dioses griegos recogida en
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