Entre la última semana del mes de marzo y la primera del mes de abril, circulábamos en tren por tierras palentinas .
Desde la ventanilla del tren Alvia, pudimos comprobar lo que la caída constante de la, lluvia había provocado en tierras y arroyos. A eso había que sumarle que la lluvia volvería hacer acto de presencia los días siguientes , así como la posibilidad de que la nieve le acompañase