LEYENDAS GALLEGAS Y ASTURIANAS



LEYENDAS  GALLEGAS   

Se cuenta que antaño vivía un  viejo procurador , cuya fortuna se debía  al hecho de timar al prójimo  en cuanto tuvo ocasión de hacerlo , pues se valía  de la ocultación de valiosos documentos, los cuales guardaba en  una viga , con tal  de conseguir sus perversos planes.
Pasaron los años  y a pesar de haber conseguido reunir un gran caudal , nada se había gastado, debido al espíritu tan  avaro del que siempre hacía gala , y así murió … rico  y sin importarle lo que su conciencia , si la hubiese tenido , le reprochaba  un día tras otro .
Almas como las de procurador  son estimadas por el diablo y conducidas al infierno  siendo echadas en una de las numerosas calderas que existen.
En la tierra alguien lloraba por la muerte del procurador, era su último cliente, un hombre que necesitaba unos documentos que le eran imprescindibles para solventar sus asuntos, y que ahora, con la muerte de aquel hombre, nunca lograría recuperar pues ya se veía arruinado.
Ocurrió que un día  ante su asombro, se le apareció  un diminuto hombrecillo, al que seguían dos mulas.  Educadamente  le invitó a subir en una de ellas, haciendo él lo mismo en la otra. Dio la orden de partida  comenzando una vertiginosa carrera; segundos después ante su asombro comprobó que se encontraba en el mismísimo infierno.
Descabalgaron de las mulas y el hombrecillo le llevó hasta una gran caldera. Cuando estuvo cerca de ella  tuvo que contener para no gritar, en ella retorciéndose de dolor estaba el procurador, quien le contemplaba con cara de sorprendido.
De nada le servía ahora comprender todo el mal que había causado a todos los que durante su vida terrenal, había hecho daño, por lo que resolvió hacerle partícipe del lugar exacto en donde había ocultado todos lo documentos… en el techo de la su casa. “Debes contar las vigas hasta que llegues a la tercera  viga, a partir de la puerta”.
Ante aquella revelación nuestro hombre saltó de alegría disponiéndose  a salir lo más rápidamente de aquel lugar que olía a azufre, pero entonces el Apóstol Santiago se le apareció para decirle que el infierno está tan debajo de la tierra, que necesitaría una cuerda  para ascender por ella, así que dicho y hecho el buen  apóstol le dio una soga iniciando el hombre su larga ascensión  para llegar hasta Galicia.
Extenuado, casi sin aliento se sentó en el suelo, pues la ascensión había sido difícil  y necesitaba unos minutos para reponerse.
Una vez hubo descansado se dirigió a una taberna  para poder comer y tomar algo, pues estaba hambriento y con sed.
Nada más poner las monedas en la barra de la taberna, el hombre que se encontraba al otro lado las rechazó.
- ¡Amigo! ¿Dé donde sales? Estas monedas ya no sirven. Hace más de cien años que se retiraron -. Ante aquellas palabras nuestro hombre sea asustó.
¿Sería posible que aquel viaje de ida y vuelta que para él habría durado un par de minutos, en el infierno fuesen  más de cien años? Meditabundo caminó hasta llegar a su destino, Berbes.
Lo primero que hizo fue  disponerse a continuar  su vida  normal, y lo segundo ir hasta la casa del procurador cuya alma se quemaba por siempre en el averno entre azuladas llamas.
Llegado a la casa contó a partir de la puerta hasta la tercera viga, la extrajo y sacó los documentos.  Ahora vive feliz con su recuperada  fortuna hasta que le llame el Creador.

LEYENDAS   de Galicia y Asturias
 De Francisco Caudet Yarza 
LEYENDAS

Leyenda: Relación de sucesos que tienen más de tradicionales o maravillosos que de históricos o verdaderos.

 LA TORRE DE HÉRCULES (en griego Heracles)    

En el escudo de la ciudad de La Coruña, se puede observar, una torre, una calavera y dos tibias cruzada, además de seis conchas.
La torre es la famosa de Hércules, la cual sirve como faro, situada al norte de la ciudad, se levanta desde tiempos inmemoriales sobre un promontorio de rocas.
Cuenta la leyenda que Hércules mató y enterró a Gerión en el aquel, mismo sitio, y a eso hace referencia la calavera y las dos tibias cruzadas.
Las conchas nos recuerdan al señorío del Arzobispado de Santiago en tiempos de los señores feudales.
Ahora haremos referencia de la leyenda, según la cual, Hércules perseguía a Gerión que era un monstruoso gigante. Este monstruo es descrito como un ser “antropomorfo” – es decir que tiene forma o apariencia humana. Según la mayoría de las versiones estaba formado por tres cuerpos con sus respectivas cabezas y extremidades. A veces se le retrata con alas, pero no suele usual.
 Gerión era perseguido por Hércules, pues había deshonrado a una de sus hermanas   . La persecución comenzó en tierras gaditanas hasta cerca del lugar, donde luego se lazaría La Coruña, navegado ambos en frágiles barquillas construidas con mimbre y forradas con pieles de bueyes.
A pesar de ser dos titanes, el viaje resultó para ambos agotador, tomando Gerión, pues llegó el primero, tierra entre las rocas más altas. Con su embarcación, improvisó una vivienda donde poder esconderse, aguardando hasta que su perseguidor le perdiese la pista.
 Desde el lugar que ocupaba, Gerión creyó que su enemigo se había marchado, ya que no veía la barca de Hércules, por lo que decidió dormitar para poder reponerse de la fatiga del viaje.
Mientras tanto Hércules había llegado al mismo lugar por la noche. El deseo de venganza era tal, que le impidió dormir. Con los primeros rayos del sol localizó la vivienda en la Gerión dormía plácidamente, creyendo que nunca le descubriría.
Hércules pensó que aquella vivienda era de algún pescador, quien le podría dar algo para comer, pues estaba muerto de hambre. Así que entró en ella descubriendo que el tal pescador no era otro que Gerión, a quien pudo haber dado muerte, pero que no lo hizo pues era demasiado noble y valiente.  Hércules despertó a su enemigo instándole a batirse.
 Durante tres días los dos titanes se batieron, y su Hércules era más fuerte, Gerión era más hábil, ágil y diestro.
Nos obstante Hércules obtuvo la victoria, y después de haber agotado a su enemigo, lo mató sin piedad.
Una vez que hubo enterrado entre las rocas el cráneo de su enemigo con sus armas, entregó su cuerpo al mar.
Sobre aquel despojos, y   en recuerdo de su victoria, levantó la torre que lleva su nombre, para después edificar allí una gran ciudad y hacer escribir los nombres de los hombres y mujeres que la poblaron. Se dice que una de las mujeres que fueron a vivir en aquella ciudad se llamaba Coruña, y de aquí le viene el nombre.
 La torre de Hércules sirvió de faro durante aquella remota época, siendo su construcción diferente a la de los faros actuales, pues encima de la torre había una gran plancha de estaño pulimentado, de forma circular y giratoria, que brillaba con los primero rayos del sol. En cuanto al servicio del faro para que continuara con su labor de   orientar a los barcos, se hacía una hoguera en la plataforma, por lo que al reflejarse en la plancha de estaño, suplía a la luz solar.
Se decía que su resplandor en muchos casos, atraía a los marinos incautos hacía las rocas donde después de estrellar sus barcos contra ellas, sus cuerpos eran devorados por sirenas y por meigas moradoras de aquel lugar.
Desde entonces, las cercanías, y la propia torre, están habitadas por espíritus malignos según se cuenta 

Para terminar diremos que la Torre de Hércules es torre y faro.
Su altura total es de 68 metros y data del Siglo I.
Posee el privilegio de ser el único faro romano y el más antiguo en funcionamiento del mundo.
 Es también el segundo en altura, detrás del Faro de Chipiona
En el 2009- 27 de junio- fue declarado Patrimonio de la Humanidad, por la UNESCO.  El 9 de septiembre de 2008 se hermanó con la Estatua de la Libertad de Nueva Yorky el día 25 de ese mismo mes con el Faro del Morro de La Habana, el más antiguo de América y uno de los emblemas de Cuba.

Recaba información en Leyendas de Galicia y Asturias de Francisco Gaudet Yarza / Biblioteca Encarta / Wikipedia



 LEYENDAS  ASTURIANAS
EL CÚELEBRE     


Mi madre nació en Asturias en la cuenca minera, a la que amaba como a nadie, después de a la familia, en el mundo.
Le encantaba, ¡no!, le prestaba hablar con gente de su patria chica, y siempre le oímos decir, que como los asturianos…nadie.
De guajes  nos contaba leyendas de Asturias, del Cúelebre, del rasgu, de la guaxa, de mary-cuchillas y de otros personajes mitólogicos.
Hoy, años después, ha caído en mis manos un libro que ella guardaba como oro en paño, su libro de las leyendas Asturianas y gallegas, y entre ellas la del Cúelebre que paso a relatar.

« Cuenta la tradición que hace muchas centurias y en la poética ciudad de Cangas de Onís, vivía un rey con una hija joven y bella.
Todos los nobles, prendados de su hermosura, disputaban su corazón, pero la princesa a nadie correspondía, decidida a casarse únicamente por amor verdadero.
Haciéndosele imposible la espera, un día ordenó el rey que la trajeran a su presencia y con acento severo, advirtióle-- Tienes ocho días para elegir marido, si es que no quieres exponerte a la suerte de un castigo-- Breve me lo fiáis-- contestó la joven--; no me casaré hasta tanto no me sienta firmemente enamorada.
Había transcurrido el tiempo prefijado y propúsose el rey dar cumplimiento a su palabra. Invitó a la princesa a un paseo y la condujo hasta un paraje de Abamia, donde se abría una cueva de la que el vulgo contaba cosas extraordinarias: decían unos que de allí salían gemidos y suspiros; referían otros que su interior comunicaba con el mismo infierno; no faltando quién aseguraba que allí habitaba el misterioso cuélebre... ...Abandonó el rey su montura y con curiosidad fingida acercose a la puerta de la cueva; otro tanto hizo la princesa, momento en el que el padre aprovechó para, mirándola fijamente, conjurarla con estas palabras: "En esta cueva te meterás, y cuélebre te harás, y el que contigo quiera casar, tres besos en la lengua te tiene que dar..." Al instante la frágil y bella princesa se convirtió en espantoso cuélebre que se deslizó pesádamente cueva adentro.
... Cumplido el castigo, pesaroso, retornó el rey a palacio, sin darse cuenta de que en las proximidades de la cueva andaba un pastor, mozo apuesto, que vio el encantamiento y oyó el conjuro. Armado de valor, penetró en la cueva, y prendiendo fuértemente la cabeza del cuélebre, le dio tres besos en la lengua. Al instante se rompió el conjuro y apareció la princesita, radiante, serena y pletórica de hermosura.
Asegura la tradición que esta vez sí se enamoró la princesa de su salvador, que se casaron y que fueron reyes felices ».

Información recabada en
Leyendas de Galicia y Asturias 

EL HIJO DEL CONDE, ERMITA DE LA LUZ (AVILÉS)

En la colina de Luera, un viejo palacio aún está en pie y habitado, desde cuyos ventanales, se pude divisar, sin problema, la ermita de la Virgen y la fuente que a su lado fluye.
En tiempos más antiguos, fue residencia  de unos Condes, que gracias a un favor especial de la Virgen, fueron padres de un niño, después de haberlo esperado durante año, por eso y en agradecimiento de tal favor, regresaban de tierras lejanas para ver a Nuestra Señora y celebrar “La Luz de Mayo”, y por supuesto a disfrutar parte del verano en una tierra a la que siempre añoraban.
Los siervos de aquellos señores feudales habitaban en casas muy pobres, que estaban situadas en las laderas del monte, próximo al castillo
La hija de un matrimonio, de aquellos sirvientes que trabajaban para los Condes, tenía por costumbre subir la colina  para dejar a los pies de Nuestra Señora de Luera, unas flores que había tejido en forma de guirnalda mientras cuidaba de las ovejas propiedad de los señores feudales.
Era tan bella y buena, que si la Virgen le hablase, era porque se lo merecía… sin embargo no fue así.
Un día dejó a su rebaño de ovejas  para dirigirse a la fuente y beber  de su agua limpias y fresca, esta fuente aún se conserva cerca de la ermita
Al inclinarse  presintió que unos ojos le observaban.
Cuando fue a levantarse vio reflejada  en el agua  la imagen del apuesto hijo de los Condes.
La pastorcita creyó haber encontrado a su príncipe azul, al que había esperado cuando llovía, hacía sol, cuando el prado estaba escondido tras la niebla, o cuando el sol le acariciaba con sus rayos.
Sus miradas se encontraron  y el amor llamó a sus corazones.
Como cada tarde , aquella fuente fue mudo espectador de las promesas de amor  que se hacían, de las miradas , de las caricias, desconociendo que desde las ventanas de la Torre de Luera ,  la Conde les vigilaba, temiendo más por el linaje de la joven , que por  amor que los dos jóvenes se profesaban.
- No debemos preocuparnos, ya que en  agosto o septiembre, nos marcharemos – le decía la Condesa a su esposo.- Así que actuaremos como siempre para no infundir sospechas.¡ Lo que  nos faltaba!¡ Nuestro hijo casado con una vulgar pastora!
Tras su marcha todo el mundo hacia cabalas sobre el por qué, los Condes se habían marchando, justo,  recién terminada la fiesta 
Ni que decir tiene, que tanto el guapo hizo de los ricos señores, como la humilde pastora, llorando de tristeza se juraron  fidelidad y amor eternos.
El día la despedida llegó, y ambos jóvenes se citaron, aunque esta vez no sería la fuente quien asistiría a su adiós, pues habían quedado en la ermita. En aquel lugar se casaron, no ante los hombres, pero si ante Dios, teniendo como testigos  a los muros y a las estrellas, prometiéndose una vez más, eterno amor.
El joven se quitó la  cadena que llevaba  colgada al  cuello  con una medalla, en la que podía ver las iniciales de su nombre y el titulo del que era poseedor, al entregársela "Aquí tienes las arras. Guárdalas como un recuerdo".
Transcurrió el tiempo y llegó de nuevo la fecha en la que los condes volvían para pasar el verano….pero nadie llegó ese mes y el mes de junio tampoco Pero lo peor estaba por llegar, pues un buen día, sin que nadie supiese el motivo… la pastorcita desapareció del caserío. A pesar de peinar el monte, de descender a los barrancos la joven no apareció.
Pero nosotros sabemos que es lo que había sucedido. Ante la noticia de que iba a ser madre y temiendo, por una parte, el castigo al que le podía someter su padre, y por la otra el desprestigio de los Condes y de su hijo , amén de la falta de noticias de su amado , aprovechó la noche para escapar de casa.
Cuentan que anduvo hasta que amaneció.
Casi agotada consiguió llegar hasta la casa de una buena mujer quien le acogió y quien cuidó de ella, poco tiempo después la pastora fallecía , no si antes poner en antecedentes a su protectora de quien era hijo aquel pequeño que había nacido , y de haber colgado la medalla al cuello del e su hijo
El niño creció sano y robusto, ayudando en las faenas del campo a su protectora.
Para sorpresa de todos, los Condes regresaron al final del verano para cumplir con la promesa de todos los años.
En cuanto su hijo intentó saber donde se encontraba la mujer que amaba, pero lo único que recibió fue silencio,
 Sobre todo, por temor al Conde
Pasaron muchos años.
Una mañana por el camino que subía a la ermita, caminaba  un joven aldeano .Él también debía cumplir la promesa que le había hecho a su madre antes de morir: "si logro este hijo mío, lo llevaré en promesa a la ermita de Nuestra Señora de Luera".
El muchacho tomó para si el compromiso hecho por su  madre.
Llegado a la ermita, cansado y sediento se acercó a la fuente.
En el prado un gaitero alegraba la fiesta al son de su gaita, mientras que los allí presentes entonaban asturianadas, y los jóvenes en la ladera norte del monte, rompían cazuelas de negro barro que habían contenido la leche que habían vendido en un rito ancestral gritaban -¡Cada pedazo un beso! ¡Un beso por cada pedazo!
Aquel desconocido joven, se arrodilló dispuesto a llevar a su boca tan preciado bien. Cuando fue a levantarse, la cadena con la medalla se enganchó en la fuente.
Sin darse tiempo a reaccionar uno de los allí presentes corrió hacia él, luego sujeto con suavidad la medalla… ¡era el hijo del Conde!, que cada día esperaba el milagro de volverse a encontrar con su amada
Gritó sin poderse controlar
-¡Hijo mío!-.
Él le miró, y al punto supo que se encontraba ante su padre, y una exclamación salia de su corazón y de sus labios.
-          ¡Padre mío!-.
Cuando terminaron de abrazarse, de hablar de los recuerdos, de contar penas y alegrías, el hijo de los condes le llevó con él a su casa.
Algún papel que otro se tuvo que hacer, e incluso cambio de apellidos, ¿explicaciones?...las justas, pero  a partir de aquel momento el hijo de la pastora, el peregrino que llegó a la ermita
Para cumplir una promesa hecha a su madre, se convirtió en el heredero  de todo aquel condado de Luera.  

Leyendas de Asturias y Galicia




LEYENDA ASTURIANA

LA CUEVA BLANCA   

Luarca, Asturias. Esta población vivió una época en la que el dolor, y al desesperación hizo presa entre su habitantes, pues poco a poco fueron desapareciendo, misteriosamente, mujeres, hombres y niños, sin que se pudiese descubrir las causas, e incluso se llegó a encontrar un trozo de vestido de una de aquellas mujeres desaparecidas, que de nada sirvió para poder encontrar rastro de la desaparecida.
Cada día que amanecía llenaba de temor a los habitantes de la población asturiana, preguntándose cada uno de ellos, quien sería el próximo de desaparecer. A eso había que sumar el hecho de la desconfianza entre los vecinos, pues podría darse que el asesino fuese uno de ellos.
Llegó un momento en el cual, llevados por el temor y por la devoción que profesaban a la Virgen, acudir a la Madre del Divino Redentor, para que les protegiera.
Después de muchas lágrimas y ruegos, la Virgen les reveló, que la causante de aquellas desgracias era una guaxa, espíritu maligno de la Cueva Blanca. Para librarse de ella deberían llevar la imagen de la Virgen hasta la puerta de la guarida… al día siguiente todos los habitantes de Luarca marcharon en procesión hasta donde habitaba aquel diabólico ser, llevando en andas la imagen de la Virgen.
Despacio, casi en sigilo, llegaron hasta la altura de la Cueva Blanca, y al poco de penetrar en ella escucharon un agudo silbido, signo de que el diabólico ser estaba en ella. Al pronto unos extraños ruidos llenaron la cueva… era que la guaxa estaba abandonando su morada.
Aprovechando la huída del terrible ente, se adentraron hasta lo más profundo de la cueva encontrándose con un dantesco espectáculo… lo que quedaba de las víctimas desaparecidas, que como trofeos, colgaban de las paredes de la gruta. Una a una, fueron descolgadas para darles cristiana sepultura.
Desde entonces, la localidad asturiana de Luarca, recobró su habitual normalidad, y aseguraban los del aquel lugar… que jamás guaxa alguna volvió a vivir ni cerca, ni lejos del pueblo.



EL GNOMO
   

En un  pueblo donde las jóvenes acuden a la fuente  con los cántaros  en la cabeza acoger agua, sucedió un asombroso suceso.
Todo este acontecimiento ocurrió cuando las muchachas se encontraron con el tío Gregorio , el más anciano del lugar , que a pesar de sus noventa primaveras, mantenía la mente despierta , y que sabía más que ninguno de historias, refranes, consejos y sentencias.
Las zagalas rodearon al anciano pidiéndole, casi suplicándole,  que  les contase alguna de aquellas  historias, la cual les  sirviese para llegar a la noche y finalizar sus trabajos.
Él las miró y con una sonrisa picaruela les contestó.- Cierto que os podría contar más de una historia, pero… las que conozco son largas y tienen su sentencia, así que os daré un consejo -. Un murmullo siguió a las palabras del anciano.
Del fondo del grupo de las muchachas que rodeaban a Gregorio se oyó una voz que decía.- Para consejos tenemos al señor cura-.
-         Cierto, pero ahora el señor cura están con oraciones o imponiendo  penitencias por cotilleos o por beber más de la cuenta. Quizá ni siquiera podría hacerlo como yo, en esta ocasión, puedo -. El silencio se adueñó del grupo, hasta que la voz de Gregorio lo rompiese.
-         Es sobre vuestra acción de bajar a la fuente más pronto y regresar más tarde-. Una muchacha de largas trenzas les contestó.- Tenemos derecho a hablar con las vecinas, no creo que sea pecado -.
-         Efectivamente no lo es. Sin embargo no es ni aconsejable ni prudente que la noche os pille en la fuente -. Aquellas palabras hicieron que a las muchachas la carne se les pusiera de gallina.
Gregorio continuó diciendo.- Vosotras sois muy jóvenes, y seguro que en casa nos han contado lo que le aconteció a uno de los pastores del pueblo…hace ya muchos años. Ocurrió que el pastor tras recorrer los pastos en busca de una de sus ovejas, que se había extraviado, llegó a la fuente ya bien entrada la noche.
Al inclinar a beber le pareció escuchar que unas voces salía de entre las cristalinas aguas.- ¿Quién eres?-. Pero en vez de contestar a su pregunta, las voces rompieron a reír.
De pronto la fuente se convirtió en un manantial, y el pastor decidió ver hasta donde le llevaba. A pocos metros el manantial se había convertido en una cascada, tras la cortina de agua se veían extrañas siluetas que danzaban, nuestro amigo se escondió para no ser descubierto.
¡Allí ante el se encontraba el gnomo la extraño que jamás pudo haberse imaginado! Poco a poco otros gnomos fueron saliendo tras la cortina de agua. Bajo sus pies, miles de monedas de oro, diamantes y otras joyas dignas de un  rey, se amontonaban. Los ojos de los gnomos escudriñaban la oscuridad por si pudiesen descubrir a un posible ladrón. Aquello hizo que  nuestro pastor al intentar abandonar aquel lugar cayese en un profunda cueva no necesitando de luz  alguna pues el resplandor de las joyas allí guardadas, alumbraba la instancia. Aquí fue interrumpido por unas de las muchachas.- ¿Supongo que se cogería alguna de  aquellas joyas?-.
-         Sí, esa fue su intención. Pero cuando estaba metiendo en su zurrón las joyas que él consideró las más valiosas, sintió como si se encontrase al pie de la colina en  que se encuentra la campana de la ermita de Nuestra Señora del Moncayo.
Al escuchar  la campa que tocaba  el Ave- María, cayó al suelo mientras invocaba a la Santísima Virgen, sin poder encontrar explicación al suceso, se encontró fuera de aquella cueva  y en el camino que le conducía al pueblo, sintiendo la sensación de haber salido de un sueño.
A raíz de la aventura del pastor, todo el mundo se explicaba por qué la fuente  trae  pocas veces, pero a veces  entre sus aguas como una especie de polvo finísimo de oro, a la vez que cuando las noche de adueña de la fuente, escuchar  las palabras engañosas de los gnomos con las que atraen  a sus víctimas  prometiéndoles incalculables riquezas que son el motivo de su condenación.
Las muchachas una vez con los cántaros sobre  la cabeza, abandonaron el atrio despidiéndose de Gregorio quien se quedó, así lo dijo, - un ratito más-.
Por el camino fueron  hablando de la historia que el anciano, más anciano del pueblo les había  contando – Pues yo no me lo creo -. Decía una.- Yo tampoco contestaba ora, y así una a una fueron llegado a sus casas quedando únicamente Marta y Magdalena, que eran hermanas y huérfanas.
La primera solo pensaba en ella, era adusta orgullosa y de mal  carácter, todo lo contrario que Magdalena  que era sencilla. Aunque aquella noche apenas hablaron de lo que habían escuchado, al día siguiente  se hacían las mismas preguntas que sus compañeras. Cuando llegó el momento de bajar a por agua.- Lo siento, pero no me apetece hoy ir a la fuente -. Contestó la mayor.- Yo tampoco -, dijo la pequeña. Y ambas vieron como el resto de las chicas se dirigían hacia la fuente.
Por la noche ambas hermanas abandonaron su casa. Escondidas  entre los arbustos evitaron encontrarse con nadie, y ¿con quien  se iban a encontrar a esas horas? Llegaron a la fuente y sentaron esperando oír aquello que ambas, tanto anhelaban escuchar.
La primera voz fue la del agua  quien llamaba a Marta, susurrándola que era su amiga y que  debía tenerla miedo. Que se metiese entre su acuoso elemento para conseguir ser como ella, libre y cristalina. Yo te daré todo lo que quieras, oro, joyas, todo será tuyo.
En cambio el viento le pedía que no hiciese caso del agua, que no corrompiese su corazón por unas joyas que le harían perder el alma – Piensa para que quiere las alas el pajarillo, no para bajar a las profundidades de los avernos, ¡no! , son para volar hacía el cielo-. Y así en aquella pugna trascurría el tiempo.
Después de varios… ¿minutos?, ¿horas?, el agua de la fuente volvió a tomar el aspecto que siempre tenía, y el viento desapareció entre los árboles para convertirse en una suave brisa.
¡Allí ante ellas estaba el gnomo! Su cuerpo era trasparente accionando tanto los pies como las manos  con inusitada rapidez. Lo mismo estaba sobre la tierra que bajo el agua como si se tratase de una parte más de la fuente.
Cuando el gnomo emprendió veloz carrera  el dirección al Moncayo, Marta  sintió una necesidad irresistible de ir tras de él, mientras que Magdalena era requerida por el aire quien la acompañaba como si de un amigo se tratase…después, todo quedó en  silencio.
Magdalena regresó con grande ojeras y mejillas pálidas, a  Marta la esperaron en vano  regresó.
 A la mañana siguiente junto a la fuente, apareció cántaro de Marta hecho añicos.
Ahora las muchachas que van a la fuente a por agua , lo hace casi de madrugada para evitar que la noche les coja en ella , y para  escuchar, pues así lo dicen,los lloros y los lamentos de Marta intentando regresar de un mundo del que no se vuelve .
Para finalizar  diré que es posible que yo pueda o no dar crédito a esta última parte de la historia, ya que en honor a la verdad, nadie se ha atrevido a penetrar en la alameda para escuchar aquellos quejidos, después del toque del Ave- María    

Leyenda resumida del Poeta Gustado Adolfo Becquer 

 LEYENDAS ASTURIANAS    
Cuenta una historia que hace ya años vivía con su tía Clara, una moza de gran belleza de nombre Brezo.
Mientras que Clara trabajaba muchas horas al día, Brezo, de carácter un tanto distraído, perdía el tiempo mirándose en los arroyos, ensayando discursos con las piedras.
Las riñas, las discusiones entre tía y sobrina eran diarias, pues a la primera, su sobrina le parecía  que desperdiciaba el tiempo, mientras que a la sobrina lo que hacía su tía, lo hacia por obligación.
Clara había terminado de lavar a salió al exterior de la casa con intención de colgar la ropa. Según se acercaba al lugar donde la colgaba le pareció ver a Brezo tonteando con uno de los muchachos del pueblo. Tanta rabia le dio que exclamó- ¡Ojala te cases con el diablo!- .
Mucho tiempo después de aquel encontronazo entre tía y sobrina, todo continuaba igual. Pero pronto cambiaría. Cierto día apareció en el pueblo un hombre al que acompañaba su hijo, de buen parecer, rico, y con una edad semejante a la de Brezo.
Juan, como se llamaba el joven apareció semanas después,  cuando se celebraba una romería, despertando pasiones entre las jóvenes, que pasaron a un segundo plano al ver a Brezo. Ante la envidia de las chicas casaderas Brezo y Juan formalizaron el noviazgo.
Pocos días después, Brezo, comunicaba a su tía que se iba a casar, esta no quedó muy contenta, pero nada podía hacer, pues la veía muy enamorada.
Durante el banquete de bodas, Clara llamó a parte a Brezo- Escúchame, es costumbre que la familia cierre a cal y canto, la habitación donde los recién casados pasarán su primera noche de bodas. Hay que cerrar todo menos   la cerradura. Cuando Juan entre, debes echarle un poco de agua bendita. Después todo irá perfecto-.
- No te preocupes tía, lo haré -. Pero al estar más pendiente de su Juan que de otra cosa, se le olvidó  
Como ya habréis imaginado, el tal Juan, no era otro que el mismo diablo, que aunque parezca que tiene cuernos y rabo siempre, muchas veces se viste de guapo galán y entonces no hay moza que se le resista.
Llegada la noche, Brezo hizo todo lo que su tía le dijo, y cuando su marido entró por la puerta y le roció de agua bendita, empezó a dar golpes por las paredes y se convirtió en una especie de pequeña nube grisácea, la cual salió de la habitación por la cerradura. El se creyó a salvo, pero la tía Clara le esperaba al otro lado de la cerradura con una botella, donde el diablo entró y rápidamente la cerró con un tapón. Puso la botella en la ventana, para que todos los diablos que se acercaran a ella o a su sobrina vieran lo que podía pasar.
Un día que un mozu pasaba por allí, vio en la ventana algo gris metido en una botella, y se acercó a curiosear. Al acercarse el diablo le rogó que le sacara de allí  y a cambio le daría una recompensa económica.
Una vez que el demonio salió, como no tenía un duro, se le ocurrió que podían ir al castillo del Conde, el cual tenía una hija. El demonio se metería dentro de ella y la enfermaría, así el mozu podría ir al castillo a ofrecer sus servicios por una gran cantidad, y una vez allí, el diablo se iría y el joven sería pagado.
Una vez llegados al castillo, encontraron a la hija por los jardines y en un bostezo, el diablo no dudó en meterse dentro. Al rato empezó a enfermar  y no dudaron en llamar a todos los médicos del Principado. Cada vez iba poniéndose peor y ninguna medicación parecía hacerle efecto.
En esas estaban, cuando llegó el joven y fue a hablar con el Conde, le pidió una gran cantidad de dinero y el padre le concedió tres días para curarla.
El joven se acercó a la chica para espantar al demonio, a lo que el demonio le contestó que estaba muy a gusto con ella  y no pensaba marcharse. El joven presa del pánico intentó echarle con todas las artimañas posibles, puesto que el Conde había comentado que si el joven no curaba a su hija en tres días, sería arrojado a una olla hirviendo y allí moriría.
Dándole vueltas a la cabeza estaba, pensando en la manera de echarle, cuando de pronto, mandó tocar las trompetas y las campanas del castillo. El diablo curioso preguntó por qué ese alboroto, a lo que le muchacho respondió que había llegado una tal Clara, que venía preguntando por un tal Juan que escapó. Cuando el diablo oyó eso, salió de la joven y no se le volvió a ver.
Después de eso, la joven, recuperó su lozanía y al mozu le fue pagado su dinero.
Por lo que respecta a Brezo, se casó con un muchacho tan risueño como ella y su tía murió en cuanto supo que la  había  casado con un muchacho decente. 


LEYENDA DE SANTA LIBERATA 

BAYONA

En gallego Baiona, es un municipio  situado en la parte meridional del Área Metropolitana de
 Vigo-Pontevedra   recogido en una pequeña bahía de la ría del mismo nombre  Tiene una extensión  de 34,26 Km. cuadrados. Su puerto fue uno de los más importantes de Galicia en la época medieval

 Su fundación se atribuye al año 140 a.C. , y desde entonces fue la presa codiciada de señores feudales, prelados , caballeros portugueses, piratas berberiscos y nobles gallegos , entre los que se encontraba Pedro Álvarez de Sotomayor, más conocido como Pedro Madruga , que en una de sus correrías la tomaría por asalto en el siglo XV.

Tras su viaje a América, Martín  Alonso Pinzón, en marzo de 1493, arribó  a sus costas, haciendo de esta villa la primera en conocer de primerísima mano, todos los detalles del descubrimiento. Este suceso dio pie a que  el primer fin de semana de marzo , se celebre en el casco histórico de esta bella ciudad , una fiesta medieval  a la que se ha dado por llamar  " La arribada “
Y se preguntarán, ¿donde esta la leyenda? , pues porque supuestamente en esta villa, fue martirizada  la exsanta Librada, también conocida como santa Libere.
La iglesia consideró que esta  santa era digna de fe (incluso se había apuntado como que el 20 de julio de 689 d.C., era la fecha exacta de su martirio), pero, según  los benedictinos, la devoción a Santa Librada  estaba teñida de superstición, por lo que la Iglesia católica quitó su conmemoración y la descanonizó en la reforma  litúrgica acontecida en el año 1969.


Bien pues conozcamos la leyenda de  esta mujer

  La antigua Balchagiam, hoy Bayona, fue sede de Lucio Catelo, (1) régulo de Galicia y Portugal. La esposa de Lucio se llamaba  Calcia, ambos eran idolatras y acérrimos enemigos de los cristianos.
Sucedió que, en su solo parto, Calcia diese luz a nueve hijas. La dama pensando en tal extraordinario suceso, que por así serlo podría despertar sospechas en su marido …sospechas de infidelidad naturalmente , ordenó en el mayor de los secretos, ya que Lucio estaba ausente, que las nueve niñas fuesen arrojadas al río Ramallosa  que estaba a unos dos kilómetros de Bayona .
La partera envolvió a las niñas y se dispuso a llevar a cabo la orden de su señora, pero andando la mitad del camino que le separaba del río se arrepintió al ver las caras de las pequeñas, y decidió salvarlas, cambiando de rumbo se dirigió al primer pueblo que encontrara en su camino, y en él dejó al cuidado de  mujeres cristianas a las pequeñas para que fuesen cuidadas y amadas.
Se les  bautizó inmediatamente imponiéndoles los nombres de, Genoveva, Liberata, Victoria, Eumelia, Germana, Gemma, Marcia, Basilia y Quiteria, que fueron educadas en la fe cristiana y en el temor de Dios, ofreciendo las nueve hermanas  su virginidad al Señor.
La funesta persecución que comenzó en el siglo II contra los cristianos amenazaba con extenderse hasta Balchagiam , y las nueve hermanas  fueron denunciadas por idólatras , detenidas y conducidas hasta la presencia de Lucio Catelo .
Este las amenazó con el suplicio si no abjuraban de su fe .Sin embargo las jóvenes respondieron a las amenazas diciendo
 - Antes la muerte que abandonar nuestra  fe -.  
Impresionado el régulo de la fortaleza de las adolescentes y observando, no si asombro el extraordinario parecido que guardaban con su esposa Calcia, decidió indagar su origen. Llamó a su esposa quien las reconoció como sus hijas.
De nada valieron los lloros de su madre y los ruegos de  su padre, quien ahora tenía más motivos para que las muchachas adorasen a los dioses, para evitar su muerte, así que enfurecido les dieron un ultimátum.
 – Tenéis un  día de plazo para decidiros para adorar a nuestros ídolos, o morir -.
Para evitar que fuese su propio padre quienes las matasen consiguieron escapar de la prisión  para dirigirse cada una por diferentes caminos.
Su padre lleno de odio ordenó que fuesen perseguidas, siendo martirizadas 8 de ellas en diferentes sitios.
Liberata se refugió en un yermo y allí se entregaba cada día a la oración  y a la penitencia, alimentándose de raíces  y hierbas, escarneciendo su cuerpo, pero como sus hermanas  fue descubierta por los gentiles.
Una vez detenida la obligaron a adorar a los dioses, saliendo triunfante de la prueba, en un afán de  intimidarla le refirieron el martirio de sus ocho hermanas, lo que le motivó para amar más a Dios.
Fue sometida a varios tormentos, y por último crucificada en Castaleuca, Lusitania en el año 139.
Su cuerpo existía en la Catedral de Sigüenza y algunos de los huesos de su cabeza constaban en el sumario de la Cámara  Santa de Oviedo.
Otra versión de Santa Liberata, o Wilgeforte, existe en el archivo  de la Catedral de Beauvais. La hace hija de un rey de Portugal.
Consagrada a Dios, es solicitada en matrimonio por el rey de Sicilia. Su padre la otorga y ella pide al señor que le quite su hermosura, una espesa barba le cubre el rostro, el pretendiente renuncia a ella y su padre exasperado la crucifica   

(1)   Soberano- Monarca- Señor- Jefe

Información recabada en  Leyendas de Galicia de Francisco Caudet Yarza