LA
CAPILLA SIXTINA
Fue construida para ser capilla de palacio y
también como fortín de defensa del
vaticano y con la intención del que fuera su promotor, de hacer de aquella
capilla , una versión renovada, es decir
renacentista, “ Época que comienza a mediados del Siglo XV, en que se despertó
en Occidente vivo entusiasmo por el estudio de la antigüedad clásica griega y
latina “, de las grandes basílicas
romanas a la que hay que añadir que
tiene las mismas dimensiones que tuvo el
templo de Jerusalén.
Su
nombre se deriva del Papa Sixto Della Revere, y fue ofrecida a la Virgen.
Cubierta
con una bóveda de cañón, únicamente posee una nave, y las pinturas que cubren
sus muros y el techo, hablan de la relación de Dios con la tierra y con el
hombre a quien dio el mando sobre la tierra y sus animales.
Tal
y como hizo el Papa Julio II, Sixto IV, reunión a los grandes de aquel siglo
renacentista Boticelli, Perugino, Chirlandeio y Signorelli, para que
inmortalizan a través de sus pinturas la vida de Moisés-Reino de la ley- y a
vida de Cristo- reino de la gracia, mientras que en el techo se representaría
la historia del Génesis, dejando a los profetas y a las sibilas preanunciando
la venida de Cristo.
Las
bovedillas que se encuentran colocadas sobre los ventanales, se llenan con las
figuras de los antepasados del Cristo, completando el conjunto con el Juicio Final,
obra de Miguel Ángel como pintor.
El
año en el que yo estuve en Roma, la Capilla Sixtina estaba siendo restaurada.
La Capilla Sixtina se encuentra ubicada al norte de la Basílica de San Pedro,
finalizando su construcción hacia el año 1481.
Como
sucedes siempre, o casi siempre, se levantaron voces en contra de dicha restauración.
Dejaremos
un momento de hablar de la Capilla Sixtina para centrarnos en un “ problema”
que podría afectar a corto o largo plazo
, a las pinturas de sus muros y
paredes … las vistas de miles de personas que pasaban por la capilla, hecho que
fue puesto en conocimiento por los funcionarios del Museo del Vaticano,
advirtiendo de las consecuencias que el dióxido de carbono que los visitantes expulsaban durante el
recorrido , podría tener sobre aquellos murales, pensando si no resultaría conveniente , restringir el
acceso del público a la capilla
Por
fortuna se encontró una solución para el problema- un sistema de control
ambiental que costó en su tiempo cien millones de pesetas, que con la moneda actual
se pasaría a la cantidad de 600.000 euros.
Dicho
con control se basaba en 75 minisensores computerizados y limpiadores químicos
que mantuviesen el aire de la capilla restaurada
Recabada información en wwwvaticanstate.va/ www.artehistoria.com/ Wikipedia