GALINDA
Allá por los años 790 a 800 de nuestra era,
existe una leyenda que habla del rey Mauregato
(783-788 DC.
Los reyes que sucedieron a Alfonso I, quien
fue el fundador del reino Astur,
tuvieron que soportar la presión de los musulmanes. Ante aquella situación el
rey Mauregato se comprometió cada año a entregarles 100 doncellas al cual de ellas más bellas, a cambio de vivir en paz.
Ocurrió que una vez llegados al pueblo de
Illés descubrieron a Galinda, una
hermosa niña, quien al ver a los soldados escapó para esconderse detrás de una
fuente. La joven se estremecía de terror
pensando que los soldados conseguirían encontrarla cuando escuchó una voz, que
era como un susurro, quien le decía.- Si
quieres ser mi Xana, vivirás días dichosos-.
-
¿Y qué debo hacer para ello?”, contestó
Galinda-.
-
Beber un
sorbo de mis aguas y te encontrarás libre de peligro-, y así lo hizo.
Con asombro observó que a pesar de que
los soldados pasaban junto a ella, ninguno le apresó. Con alegría vio como se
marchaban sin conseguir su objetivo, Pero a la mañana siguiente los soldados volvieron para
continuar buscándola. Ante sus ojos apareció Galinda convertida en una hermosa Xana,
y más hermosa que antes A la mañana siguiente,
los soldados, buscándola sin cesar, próximos a la fuente, vieron cómo Galinda
se había transformado en una hermosa Xana; aún más hermosa que antes, la cual
peinaba con un peine de oro sus dorados cabellos.
Cuando los soldados se lanzaron sobre ella, la joven transformada en Xana,
quedaron convertidos en corderos
Mientras tanto en palacio el rey estaba preocupado,
¿qué habría pasado con sus soldados?, hacía tiempo que se habían marchado y aún
no habían regresado, por lo que decidió salir a buscarlos.
Cuando se encontró con Galinda le preguntó-
¿Has visto a mis soldados?-
La joven señaló a los blancos animales.- ¿Te refieres a estos corderos?-.
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Cuando el rey se volvió hacía los hombres que le acompañaban comprobó con horror, estos se habían convertido en corderos El rey se volvió, y comprobó cómo los soldados que le seguían también se habían convertido en corderos.
Cuando el rey se volvió hacía los hombres que le acompañaban comprobó con horror, estos se habían convertido en corderos El rey se volvió, y comprobó cómo los soldados que le seguían también se habían convertido en corderos.
-
Por favor
desencanta a mis soldados. Haré lo que tu me pidas –
-
Está bien, pero a cambio rompe tu trato con los
musulmanes, a los que nunca entregarás a
ninguna joven .Te advierto que si así no lo hicieses, cada vez que unote tus
soldados al intentar apresara cualquier muchacha asturiana, se convertiría en
un blanco cordero, y es posible que te
quedases sin tu guarnición -.
El rey dio su real palabra de que así se haría, y al punto comprobó que sus
soldados volvieron a ser humanos.
Cuando regresó a palacio envío mensajeros para que los moros supieran que el trato que
con ellos tenía, se había roto.
Nunca más ningún padre asturiano volvió a temer por sus
hijas, pues sabían que la Xana de la fuente les protegía
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