Una liebre era perseguida
con obstinación por un águila. El
animal al verse perdido , solicitó ayuda a un escarabajo- ¡ Por favor
ayúdame!-.
El escarabajo se acercó a el águila y le dijo. - Perdona
a la liebre. Es mi amiga -.
El águila, miró con deprecio al insecto, y no solo no le escucho, es más, devoró a la
liebre en su presencia. Aquella bajeza , hizo que el escarabajo buscase la
ocasión de vengarse del águila, y observaba sin ser visto, los lugares donde
ave ponía sus huevos. Una vez descubiertos, los hacia rodar para sacarlos del
nido , de esa manera los huevos caían y se rompían, y así una y otra vez , por
lo que el águila buscaba desesperadamente un lugar donde anidar con
tranquilidad . – Lo mejor será pedir ayuda al dios Zeus-.
Cuando estuvo ante su presencia el águila suplico a Zeus que le buscase un
lugar seguro para su nidada.
Y Zeus le contestó .- Dámelos lo
colocaré sobre mi regazo-.
Pero el escarabajo que no se había
perdido nada de la petición del águila, con un poco de barro hizo una bolita,
volando la dejó caer sobre el lugar donde estaban colocados los huevos. Zeus al observar aquel trozo de
barro se levantó para sacudírselo, con aquel ademán logró limpiar su vestido, pero también tirar, sin
querer, por los suelos los huevos que
hacía prometido resguardar.
Por eso , y desde entonces , se dice
, se cuenta , que las águilas no ponen huevos, en la época en que salen a volar
los escarabajo
Nunca
desprecies lo que parece insignificante , pues no hay ser tan débil , que no
pueda alcanzarlo
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