IMHOTEP Y EL SUEÑO DEL FARAÓN



               
Tengo por costumbre, no sé si buena , o mala , guardar  en archivos, artículos que me han interesado editados en revistas, o periódicos.
Y curioseando un ejemplar de Muy Interesante – Historia, me topé con un personaje, del que había oído hablar superficialmente . Cuanto más buceaba en la historia de su vida , más  deseaba saber de él . Aquello me pareció  un flechazo.
La fotografía que ilustraba aquella pequeña  biografía, parecía mirarme, mientras me susurraba .- Quiero que sepas de mí. Que comprendas mis actos , lo que yo deseaba. De mis logros . De mis hazañas. Y de mis deseos por pertenecer a la Historia, y no perderme en la oscuridad del olvido-. Y así lo he hecho, voy a narrar  su historia , no  sin más , sino viendo a través de sus ojos, temiendo que todo haya sido un sueño.  

Mi nombre es Imhotep, el hombre –dios. Así es como me conocerán, tanto los que vivieron en mí época , como los que después del año 2.700 a.C,  nazcan en este planeta.
Mi padre Kanefer era arquitecto , por lo que en cuanto tuve uso de razón, decidí de mayor ser …arquitecto.
Pero el hecho es que el hombre propone , y los dioses mandan sobre su destino. Digo esto,  porque mi padre decidió que fuese sacerdote.
La decisión de mi padre me dolió ,él conocía mi deseo de seguir sus pasos, así y todo  , no lo tuvo en cuenta.
Pocas semanas después abandoné el hogar familiar para convivir con unos desconocidos.
Mi vida cambió totalmente, en todos los aspectos. De ser un niño criado por una madre protectora- Kherduankh-, a sentirme libre. Aprendí a leer , con ello un mundo maravilloso apareció ante mis ojos.
Según crecía, iba haciéndolo también en conocimiento : alquimia, medicina, meteorología y la astronomía, algo que me gustaba, pues se trataba de estudiar el cielo por las noches, vigilando las estrellas, las constelaciones y demás, consiguiendo  llevar sin temor a equivocarme , con exactitud, el calendario.

A los sacerdotes se nos distinguía  por vestir una túnica blanca de lino, sandalias de fibras, llevar rasurados  cabeza y pies, amén de hacerlo también con la parte del bello que no se no veía.
Tres veces al día  complacíamos a los dioses,  ofreciéndoles  exquisitos manjares- Carnes de aves- pan – frutas- pasteles- vino y cerveza. Una vez finalizada la ceremonia aquellos alimentos se recogían llevándose  cada uno la parte que le correspondía a su casa, pues estaba considerado pecado, tirarlos a la basura.
Cuando nos reuníamos para orar, siempre pedía realizar “ El sueño de un faraón“.
Pasaron los años. Finalizados los estudios decidí entrar en La casa de la Vida.
Era el lugar donde impartían clase los hombres más eruditos en diferentes materias, arquitectura- medicina- astronomía y alquimia,  a la vez que era biblioteca, archivo y taller de copia de manuscritos.
Mi sorpresa fue grande cuando descubrí al faraón , Zoser, llegando con su séquito a la casa de la Vida. Esperé a que pasase manteniendo baja la cabeza hasta que desapareció.
Me encontraba copiando un papiro cuando- ¿ Eres Imhotep?-. – Tú lo has dicho-.
- Entonces …sígueme. El faraón Zoser quiere hablar contigo-.Desde aquel momento  mi único deseo fue servirle hasta la eternidad.
Siempre que podía, trataba de estar a solas intentando encontrar la forma  de que mi faraón fuese recordado eternamente , y con él, la persona que lo consiguió, pues había asistido, en más de una ocasión , al olvido por parte de los humanos, si no se deja huella antes de la muerte.
 
Contemplado el cielo me imaginé una gran construcción que llegase casi a tocarlo .        –Para ello construiré la tumba más grande nunca vista hasta hoy, por lo que la sombra del olvido pasará de largo para los dos -.
Por la mañana a primera hora , antes de que se iniciase la oración para los fieles, acudí al templo llevando varias ofrendas para los dioses , a los cuales pediría su ayuda .
- Amón. Tú que eres Rey de de los dioses y protector de faraones, te pido que protejas al faraón  Zoser y guíale por el camino de la justicia-. Por lo que deposité a sus pies la cinta con la que obsequió el faraón Zoser.
Anubis. Tú que eres el Dios de la muerte, guardián de las tumbas y de los cementerios, te pido que el faraón no muera hasta ver cumplido su sueño – la inmortalidad-. Por lo que deposité a sus pies un frasco de esencia que me regaló mi madre .
Hot. Tú que eres Dios luna. Dios de la ciencia y de la sabiduría, e inventor de la escritura, te pido que me dejes guiarme  por los astros para colocar la tumba del faraón en un digno lugar, que la ciencia sea mi mano derecha a la hora de medir , anchar , o disminuir, todo que aquello que sirva para la construcción de la tumba de faraón, y que mi mano no tiemble a la hora de reflejar los signos que nos llevarán a la terminación del suelo del faraón-.  Por lo que deposité a sus pies un ladrillo de adobe, un sol de oro , y un papiro.
  Por último invoqué a Re, Dios solar. Gran dios del estado de Egipto, rey de los dioses, padre de la humanidad , y protector de faraones.- Re. Te pido para que pueda brillar con luz propia entre tus súbditos, sea reconocido no solo en el Alto o Bajo Egipto, sino también allende nuestras fronteras, y que los hijos que quieras otorgarme- pirámides-medicinas  – instrumentos  para medir el cielo, substancias con las que crear nuevas formas- permanezcan conmigo , una vez llegada la vejez-.  Por lo que deposité a sus pies una figura en barro de un hombre. Después me retiré convencido de que me habían escuchado.     
Información recabada en Muy Interesante Historia



  
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