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CARNAVALES por Chione India Dafne 

     
El carnaval es la época del año en la que se nos permite tener otra identidad sin miedo al ridículo ,aunque en el fondo sigamos siendo los mismos.
Unos sacan sus instintos maternales muy escondidos debajo de un poblado bigote. Dejamos de ser Don Guillermo ó Don José para ser simplemente una matrona espectacular cuidadora de niños , bebes inocentes.
Don Juan Tenorio solo existió uno ,¡perdón ¡, dos, uno nació gracias a la ágil pluma de un ingenioso hombre ,Don José Zorrilla ,el otro "El Burlador de Sevilla" de Tirso de Molina ,dos burladores burlados.
Sin embargo ,¿cuántos Tenorios en carnaval y fuera de él nos hemos encontrado?. La ciencia , en boca de la psiquiatría  nos dice , que según nos hayamos disfrazado es con seguridad lo que nos gustaría ser en realidad .No estoy muy de acuerdo con este razonamiento pues yo me he disfrazado de Caperucita Roja y por miedo a los lobos ,nunca me hubiese gustado ser dicho personaje.
La luna y las estrellas por nuestras calles  se pasean. Galaxias con agujeros negros. Mundos lejanos sin descubrir .Y hasta algún astronauta ruso o norteamericano ( vaya usted a saber )que se encontraba tan despistado, que pensando que a Marte había llegado se quería meter en una cafetería de la calle Iparraguirre.
Hasta Puby  se ha quedado petrificado al contemplar a vampiros con roja tintura en los labios ,ya que de sangre no tenía nada,  que para chuparnos dicho elemento se encargan otros que no van disfrazados.
Las chachas, muy listas ellas, han cambiado a los militares por Travolta porque ya se sabe, que es mejor que la fiebre del sábado noche dure todo el año  que no caduque de fecha como lo hace el calendario.
Osos ,gatos, panteras rosas y algún hombre de la edad de bronce han sido vistos degustando los ricos caldos de la tierra.
Arabes sin camellos con jorobas  .Muertes sin guadañas con sonajeros en las manos. Brujas bellísimas apuntadas a un plan de belleza que ha durado siete días. Caramelos sin glucosa en papeles de colores .La tercera edad dando brincos, olvidadas las muletas, ¿les habrán subido las pensiones?. Aldeanos con buenas y orondas carnes,¿y la bota? ,en el cinto junto al bocata de jamón ,quedándose el pan pequeño ante tanta envergadura.

Contemplando desde el balcón a este gentío tan extraño se encuentra el  sencillo Homo Sapiens , ese personaje que no quiere disfrazarse ya que no le gusta ser :
cuidadora de niños ,burlador burlado, persona de la tercera edad ,bruja que no vuela en escoba ,drácula adulterado ,galaxia por descubrir.
Y es que se siente cuartilla sin escribir y prefiere seguir siendo el mismo . Es aquel que cuando va a pedir una máscara le dan la goma .
Los carnavales volverán a pasar este año, y al otro y al otro . Y tendremos la necesidad de volver a meternos en personajes que cambiarán por unos días nuestra propia existencia.