Mi historia es archiconocida por
todos, puesto que soy hija de Enrique VIII y de Catalina , hija de los Reyes
Católicos.
Más ahora quiero referirme a un hecho , que sin yo querer, ha sido tratado por los profesionales de la medicina , y dado
por ellos, el resulto que al final de este relato leeréis
Mi madre , Catalina, fue repudiada por mi padre , Enrique VIII al no
poder darle un heredero, para volver a casarse con una de las camareras de mi madre , llamada Anna
Bolena y quien dio a luz otra niña de nombre Isabel .
Dicen que mí , que fui una niña enfermiza, que sufría constantes dolores
de cabeza y con problemas de visión .
Mi buen padre , continuaba una y otra vez “ coleccionando esposas “ , a
las que después de algún tiempo , terminaban en la Torre de Londres para más
tarde morir a manos del verdugo .La única de las esposas de mi padre que le dio
un hijo varón fue Juana Seymour , quien falleció al dar a luz al que más tarde
subiría al trono como Eduardo VI , y del que fui su madrina .
Y así sucedió , mi padre murió en 1547 y mi hermano se sentó en el trono
de los Tudor .
Eduardo nació el 12 de octubre de 1537 , siendo
nombrado duque de Cornualles, nunca
ostentó el título de príncipe de Gales .
Desde el principio fue un niño enfermizo , que a pesar de sus problemas
físicos, recibió una esmerada educación, pues aprendió latín a los siete
años, y alemán y griego, y a los 13 años
, traducía libros es esté ultimo idioma .
Mientras que en 1553,
mi hermano estaba muriéndose, los tejemanejes de la
política andaban deambulando en el teatro del poder. Fue entonces cuando se
eligió a Juana Grey , hijas de Frances Brando, sobrina de mi padre Enrique VII,
como su sucesora, relegándome de mi derecho a ese trono.
Eduardo falleció de tuberculosis el 6 de junio de 1553 , en plena
adolescencia ( 15 años) , sus restos los acogió la Abadía de Westminster ,
pero su muerte se mantuvo en secreto hasta que estuvo todo bien sujeto para la
subida al trono de Juana , que no fue muy bien vista por el pueblo .
Mi entrada triunfal la hice en Londres el 19 de julio, por lo que Juana tuvo que entregarme la corona.
El culpable de todo aquel asunto fue ajusticiado , sin embargo perdoné
la vida a Juana, quien tras la rebelión iniciada por Thomas Wyatt , fue
ejecutada .
Y allí estaba , sentada en el mismo trono desde el que mi padre impartió
, con mal o buen criterio justicia a sus súbditos.
De todas las metas que me había impuesto , las más primordiales era
restaurar la religión católica y con ello , el final del protestantismo,
apoyado por mi padre y por mi hermano, y buscar marido.
Para lo primero hice ajusticiar a mis más obstinados opositores , y no cejé en mis persecuciones durante cuatro años, algunos fueron
ejecutados y otros tuvieron que exiliarse,
y cerca de 800 , se quedaron en el país .
Como nadie se pone de acuerdo en cuanto a los ejecutados por cuestiones de fe, en el libro de John Foxe aparece la cifra de 284 personas
, por lo que la Historia
me conoce como Bloody Mary
En mi deseo de buscarme marido, rechazo al Conde de Devon ( Eduardo
Courtenay) , ya que se me había metido en la cabeza, y en corazón , desposarme con el entonces Príncipe de España, Felipe,
que reinaría como Felipe II, pues le había visto en un cuadro de cuerpo entero,
pintado por Tiziano.
También les quité de la cabeza a Lord Canciller y a la Cámara de los Comunes , la idea de que desposase
con un inglés, ante un temor ¿ infundado?, de que el país se viese relegado a
depender de España . Pero no ,continué con lo me había propuesto , ser la
esposa de Felipe . Mi boda la celebramos en la Catedral de Winchester en
1554, dos días después de nuestro primer encuentro . Mi esposo tenía 27 años y
yo 38, y no paraba de escuchar que él se
había casado conmigo por pura política, y que sentía ninguna atracción por mi
persona , ni siquiera deseo carnal.
No por eso dejamos de intentar
que me quedase embarazada, un hijo que conseguiría unir los dos reinos.
Tres meses después de la boda ( octubre),por todos los indicios , sospechaba
que estaba embarazada, pues veía como mi vientre aumentaba de volumen , hasta
tal punto que estaba segura ,de sentirlos movimientos del feto , así que lo
hicimos oficial.
Mi vientre crecía, acorde con el tiempo de gestación , por lo que el 30 de abril , del año siguiente se corrió
el falso rumor de que había dado a luz por la noche.
Mi desesperación aumentaba, pues mi hijo no nacía. A comienzos de
agosto, ya iba para once meses, por lo
que tuve que aceptad , que nunca , nunca , había estado embarazada
Hasta aquí mi historia , cedo la palabra a quien puede decirme a que se
debió ese falso embarazo.
MOTIVOS
La
causa de la distensión abdominal y de
los síntomas, había sido debido a lo que se conoce con el nombre de
pseudoembarazo o pseudociesis.
María tuvo
otro falso embarazado a los 42 años. Poco tiempos después, falleció de una
enfermedad febril que podía haber sido influenza( catarro-resfriado o gripe)
¿ Pero que
es la pseudociesis?
Tal y como
se describió, en el caso de Mary , se trata de un síndrome que tiene todas las
características de un verdadero
embarazo, incluso , tal y como le pasó a
su majestad, la madre puede acusar movimientos fetales. Ests síndrome era mucho
más frecuente, antes de la aparición de los test de embarazo, aunque no es
imposible que los miso arrojen resultados falso-positivo
Para que
se dé un pseudoembarazo es necesario que la mujer reúna algunas condiciones,
tales como la imposibilidad de quedar embarazada junto a un deseo ferviente de
ser madre; edad incompatible, una infancia infeliz como la de Blood Mary, y otros factores
psicológicos que se conjugan en la etiología del síndrome.
El
pseudoembarazo ya había sido descripto por Hipócrates en un grupo de mujeres
que, por sufrir amenorrea y aumento del tamaño abdominal, tenían la firme
creencia de estar embarazadas. En el siglo XVIII, una mujer de 64 años, muy
religiosa, anunció sorpresivamente que estaba embarazada; creía que era
producto de una unión espiritual y que ella daría a luz a un nuevo
salvador de la humanidad. En la necropsia, se diagnosticó ascitis por
insuficiencia cardíaca.
Los
animales, en especial, las perras, son susceptibles de padecer este síndrome.
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