Puede que esté muy
trillado , el famoso viaje de Jasón en busca del Vellocino de oro. No obstante
, es uno de los relatos, donde si nos paramos en sus comas, puntos,
admiraciones, interrogaciones, pausas y puntos suspensivos, siempre se puede
llegar a encontrar , algo que en alguna otra ocasión que lo hemos leído , se
nos ha pasado por alto. Así que será mejor , dejar que sea el propio Jasón
quien nos cuente su historia .
“ Mi nombre es Jasón ,
soy hijo de Esón y de Alcimeda .Ocurrió que mi tío Pelias , hermano de mi
padre, se apoderó del trono de Orcómeno en Beocia, enviando al único y legítimo
rey al exilio.
Mi padre temiendo lo
peor, me pone bajo el cuidado de Quirón , el centauro, preceptor de dioses, el
cual vive en una cueva que está en las faldas del monte Pelión, en la región de Tesalia.
Cuando cumplí los 20
años, supe por mi tutor, un secreto
guardado desde la niñez…de quien era hijo y que el trono de Orcómedo, me
pertenecía, así que decidí luchar hasta conseguirlo.- Bien. Entonces tendrás
que viajar hasta la ciudad de Yolcos. Ten cuidado y aprende a ser astuto-.
-Gracias Quirón. Mi
intención es llegar a un acuerdo con mi tío, antes que derramar sangre
y lágrimas- Y así me despedí del centauro.
En cuanto entré en la
ciudad , fui llevado a presencia de mi codicioso tío, escoltado como si de un
gran personaje se tratase, y en nuestra conversación nada puede decir contra
él, más bien, se brindó a hacer todo lo que estuviese en sus manos para
devolverme- el reino. Cuando llegó la noche, fui conducido a la mejor
habitación de palacio, y al poco dormía profundamente.
Nada me hacía sospechar
de las aviesas intenciones de mi tío, al que un oráculo , le había advertido
que se alejase de un hombre que se presentase con una sola sandalia .Puede que
esto no os suene bien. Aunque cambiareis de opinión , cuando finalice el relato de lo que me ocurrió antes de mi
llegada a Yolcos .
Mientras caminaba, y al
llegar a un recodo del camino , me topé con una anciana que pretendía pasar, el
curso de agua muy impetuosa. Así que la cargué sobre mis espaldas para
pasarla a la otra orilla. En la mitad
del recorrido fue cuando perdí mi sandalia, aunque hice por encontrarla, fue
imposible localizarla . Al depositar en el suelo a la anciana , esta se
transformó en la diosa Juno , quien prometió ayudarme, como premio por ayudar a
una desvalida mujer.
A la mañana siguiente , durante el desayuno,mi
tío, volvió a repetirme con suma
amabilidad aquello de…- Razón no te falta, cuando dices que eres el legítimo
dueño del trono de Orcómeno. Creo que no habrá ningún inconveniente, si me
trajeses el mítico Vellocino de oro que esta colgado de las ramas de una encima
consagrada al dios Marte, allá en la lejanísima Cólquida , para que el reino y
sus tesoros, se pongan a tus pies-. Sin encomendarme a ningún dios, accedí a
traerle la preciosa piel de un carnero divino. Jasón pensaba así , mientras que
su tío se frotaba las manos, pues según todos los que habían intentado hacerse con el Vellocino de oro,
nunca habían regresado
Otra vez a solas, pensé que poco me importaba
enfrentarme al terrible dragón, que era
el guardián del Vellocino de oro, si
ello me hacía recuperar algo que me habían robado .- Lo primero que hay que
hacer es construir una buena nave, que
me llevase por el proceloso mar , lleno de inesperados peligros.-
A primera hora, del día siguiente dije al asesor
de Pelias. - ¿Dónde puedo localizar al mejor constructor de barcos?. Él me
contestó.- El mejor sin duda es Argo
Argo, ayudado por Artemisa construyó un barco de cincuenta remos, al que se
le bautizó con el nombre de su constructor, Argo que significa veloz, y nauta, que significa , “ el que navega en la
nave”.
Hice saber a los cuatro vientos, que necesitaba
hombres valerosos, sin temor a los peores monstruos, e incluso a la muerte si
llegaba el caso.
Desde proa veía como poco a poco nos íbamos
alejando del puerto de Armino, mientras una multitud de ciudad de Yolcos iba desapareciendo de
nuestra vista, mientras que nuestra nave , se mecía tranquilamente, al compás
que le marcaba las olas. Los más famosos héroes de Hélade , eran su
tripulación. Músicos, poetas, para que cantaran y escribiesen las luchas y victorias de Orfeo , Mopso e Idmon. De
Esculapio, el célebre médico. De Liceo un hombre con el don de una prodigiosa
vista. Dos dioscuros, Cástor y Pólux. Los dos hijos de Bóreas( divinidad del
viento), Calais y Cete. Teseo y Ideo ( padre de Diomenes). Hércules ,
Hequiónelaónn y Peleo.
Aunque al principio el buen tiempo les acompañó,
una violenta tempestad que había aparecido misteriosamente, golpeaba los flancos de la nave, por lo que en cuanto
amainó , decidieron bajar a tierra para intentar reparar los daños.
La isla en cuestión llevaba por nombre Cícico. A
penas pusieron pie en ella, fueron sorprendidos por seres deformes con seis
brazos, quienes les arrojaban piedras
.La pericia y la buena puntería de Hércules , consiguió dar muerte a unos
cuantos de aquellos terribles seres.
Tras conseguir reparar el barco ponen rumbo hacía
las costas de Misia, donde vivían las ninfas náyades, quienes se enamoraron del
bello hijo de Hércules, de nombre Ila, raptándole sin que nadie consiguiese
evitarlo. Después del incidente volvieron a subir al barco para llegar a la
costas de Tracia , donde les esperaba otra aventura , pues en ella habitaba un
adivino ciego , Finero , quien había osado revelar a los hombres secretos de
los dioses, por lo que Júpiter le había castigado con no poder comer , pues
cuando intentaba sentarse a la mesa, era atacado por unas arpías , que
sobrevolando por encima de él, o bien le quitaban la comida o bien la tiraban
al suelo. Jasón y sus hombre decidieron ayudar al pobre Finero.
Todos esperaron , escondidos la llegada de las
arpías, todos , menos Cete y Calais quienes con sus enormes resoplidos hicieron
que estas cayesen a tierra, siendo apresadas por el resto de la tripulación.-
Gracias por vuestra ayuda. Debo compensaros por lo que habéis hecho.- Y Fineo
les puso sobre aviso de un peligro muy grave, enseñándoles la manera de vencerlo.
Tras muchos esfuerzos y peligros , los argonautas
consiguen llegar a Cólquida, donde relatan al rey Aetes, lo que les trae a sus
reino. - No tengo nada que oponer a vuestros deseos , pero antes debes superar
una prueba muy peligrosa. Deberás uncir a un arado, dos toros que arrojan por
sus narices llamas. Después cuando lo consigas, deberás abrir un surco para
poder sembrar en él, los dientes del dragón. Pronto verás que la tierra se
abrirá dando paso a gigantescos soldados a los que debes vencer y matar.-
Jasón se retiró a sus aposentos pensando como
ganar aquella difícil batalla. A los lejos descubrió la figura de Medea la hija
del rey , de quien se había enamorado. Abandonó su habitación y se acercó a
ella contándole lo sucedido.- No temas . Haré para ti un ungüento que te hará
invulnerable, más una piedra para que la lances contra tus enemigos los
soldados gigantes .- Y Medea cumplió su promesa .
A pesar del ungüento , Jasón no podía acabar con
todos los guerreros , así que decidió utilizar la piedra. Al impactar contra
los cuerpos de los gigantescos adversarios, estos comenzaron a pelear entre
ellos, momento que Jasón aprovechó a adentrarse en el bosque. Ahora había que
medirse contra otro adversario , pero Medea, que le había seguido hizo que un extraño
sueño se apoderase del cíclope, por lo que Jasón consiguió adueñarse del
Vellocino de oro , regresar a la nave
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