1809 otoño, casi para el invierno , pues el calendario marca la fecha del 25 de noviembre, el diplomático inglés Benjamín Bathurst ,que , por aquel entonces ocupaba el puesto de embajador en la corte vienesa, recibe la orden de regresar a Londres , por lo que se pone en camino.
Preparan el carruaje, y Bathurst sale de su propiedad , acompañado de un criado .
Las horas pasan, y llegan a la ciudad alemana de Perleberg, que pertenece al estado de Brandenburg , pasado el mediodía.
El diplomático baja del carruaje mientras mira a derecha y a izquierda, para después centrarse en el cambio de caballos , por otros más frescos . Todo esto ocurre frente a una posada.
Bathurst se aproxima al lugar donde su criado está unciendo a los caballos, pasa por detrás de ellos y…. desaparece.
El criado al ver que su amo no está, pide ayuda, y los allí presentes corren hasta el carruaje , tras este , existe un muro liso , sin puertas por las que acceder a otro lugar , ni matorrales en los que poder esconderse.
Todo el mundo está asombrado de la misteriosa desaparición del caballero inglés. Y mientras el criado del diplomático revisa dentro y fuera del carruaje, la gente que estaba de testigos , corre en diferentes direcciones para intentar localizarlo, sin conseguirlo, se da la voz de alarma y a la población llega el ejército por orden de las autoridades , con el mismo resultado…. nada.
Cuando se reconstruye el suceso , incluso con los mismos testigos, se comprueba, que aunque el señor Bathurs diese la vuelta alrededor de su criado, en ningún momento estuvo fuera de la vista de dos o tres testigos, por lo menos.
HIPÓTESIS
Una de las teorías que se barajó para tal desaparición, fue la de un posible rapto , ya que este personaje , era , evidentemente , un hombre rico.
Otra era la posibilidad de haber sido asesinado por agentes del espionaje francés , que podrían estar en aquel lugar sin ser reconocidos .
El caso es que , ante este inexplicable suceso ,el gobierno británico ofrece una recompensa de 1000 libras, por cualquier información que les conduzca hasta el político. El importe de esta recompensa, se dobla por parte de la familia, aportando también dinero , el príncipe Federico de Prusia, con igual resultado…nada…nada .
La inquietud de la familia llega a tal extremo , que no dudan en dirigirse a Napoleón ,y hablarle de la desaparición . El emperador les contesta “ Juro que lo único que sé, de dicha y trágica desaparición , es lo que he leído en los periódicos “.
Cuarenta años , 1852,más tarde, de la misteriosa desaparición del embajador inglés, aparece a unos 300 metros de la White Swan Inn ,lugar donde desapareció, un esqueleto que pertenece a un varón , cuyo cráneo, presenta una fractura, tras la demolición de una casa. Por tal motivo, la hermana de Bathurst , viaja hasta Perleberg , pero no pudo identificar los restos .
¿ QUÉ OCURRIO?
Traspasado el límite de un posible rapto y posterior asesinato, cosa que quizá no pudo ocurrir, ya que la desaparición ocurre delante de varios testigos , el caso de él diplomático embajador en Viena pasa a lo paranormal, pues así los describen varias obras de la ciencia ficción
Recabada
información en campodocs.com/revista-digital-educacion y listas.20minutos.es/
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