VERSIÓN LIBRE SOBRE LA LEYENDA DE MORFEO
Mi historia va de boca en boca , y a través de la boca de
humanos y de sus historias , escritas,
en las que aparezco , dando formas , a su manera, a mi vida y obras.
Unas veces seré hijo de Calíope , una de las musas de las artes, y del rey de Tracia , Eagro . Y en otras, deberé mi existencia al dios Hypnos , que era la imagen del sueño, y a Nix
, la figura de la noche , por lo que
debo contar …..¿ mi verdadera historia?, así lo intentaré.
Tenía el don de dejar en los humanos, algo que , según si
mirase, era bueno , o todo lo contrario ….. los sueños .
Cada noche , abandonaba la cueva y la cama de ébano rodeado de flores adormideras ,el lugar donde vivía ,volando sigilosamente, gracias a las dos alas , que Zeus me había
dado, siempre llevando conmigo , la lira
, regalo de Apolo, que me ayudaba en mi quehacer, para que los humanos
conociesen, a través de sus sueños , la suerte , o la desgracia en sus vida ,
con lo cual, ya no eran solo los dioses del Olimpo , quienes intervenían en su
existencia .
A muchas personas, ricos y pobres, sanos y enfermos, reyes y
plebeyos, ayudé a disfrutar o a sufrir.
Quizá el más conocido sea el de Alcíone,
hija de Éolo , que era el guardián de los vientos, y de Cecice de Traquis, hijo del lucero del Alba.
Ocurrió que ambos se
casaron , y fueron tan felices ,
que no se les ocurrió otra cosa, que
apoderarse de los nombres de Hera y de Zeus , señor del Olimpo, quien tomó
aquel detalle como un desagravio hacia su persona y dignidad, esperando el
momento de vengarse por ello. Y el momento llegó cuando Ceice viajaba en
su barco para consultar al oráculo.
Zeus hizo descargar, una de las mayores tormentas, que la
encrespadas olas del mar , habían sufrido, acabando, no solo con la vida de Ceice , también con la de las personas que le
acompañaban, pues nave y humanos se hundieron en las profundidades del
proceloso mar . Así que hice que en sueños, Ceice se apareciese a su esposa ,
que loca de dolor , se arrojó al mar .
Después , un dios del Olimpo, al comprobar el amor de los
dos jóvenes , los transformó en martines pescadores. Cada invierno, Ceice ,
convertida en ave , entierra con desesperados lamentos a su compañero . Tras el
duelo , construye un nido elaborado con las espinas de la ortiga marina ,
lanzándolo al mar, después deposita sus huevos y los incuba , haciéndolo
durante los siete días anteriores y posteriores al solsticio de invierno,
mientras que su padre Éolo , prohíbe a los vientos que agiten las aguas
No puedo , ni debo, finalizar mi historia sin hablar del amor de mi vida, mi dulce esposa Eurídice.
que era una hermosa
ninfa , por la cual no pasaban los años. Inteligente e ingeniosa , hacía más
llevado mi insomnio , era … la esposa perfecta. Su forma de hablarme, le hacía
parecerse al mejor canto que se puedas escuchar de ave alguna.
Solía pasear con sus otras hermanas ,las ondinas que eran las ninfas del agua . O siempre rodeada de
animales que se le acercaban para que los acariciase . Y aunque de carácter
siempre pacífico, si alguien intentaba enfrentarse a ella o agredirla , ella
los miraba a los ojos dejándolos ciegos.
Nunca me fue infiel y eso que los sátiros intentaban
seducirla a través de los sones de su caramillos cuando acudía a sus fiestas.
Huía del mal que producía en los humanos, la fealdad del
alma , defendiendo la naturaleza de
nuestro entorno, así como la de los ríos, mares y océanos que lo necesitasen.
Cierta mañana, como otras veces, mi esposa paseaba por la ladera que daba a la parte oeste de
nuestro hogar, cuando una serpiente venenosa la mordió en el tobillo
falleciendo en el acto .
El universo se me
vino encima. Mi desesperación no conocía límites. ¿ Qué podía hacer para que mi esposa
volviese a la vida?
Me senté sobre una piedra junto al estanque en el que se
bañaba . La cristalina agua me devolvió el rostro de Eurídice . Junto a ella el
dios de los muertos, Hades le tenía sujeta .¡Devuélvela!.¡ Es mía!, grité. Y la imagen desapareció
Regresé a la cueva , cogí el arpa decidido a bajar al
inframundo, morada de Hades . No me
importa los riesgos que aquella decisión
podría llevar, lo que importaba es que mi esposa volviese a la vida
Conseguí que Caronte, el cancerbero , quien impide la
entrada a los infiernos me dejase pasar y anunciase mi presencia a Hades que se encontraba
acompañado de Perséfone , sobrina suya
de la que se enamoró , y a quien raptó , dándole a probar una granada. Aunque
la joven solo comió uno de sus granos,
aquel fue suficiente para encadenarla , de por vida, a la del señor de
las tinieblas y de la muerte, transformándola en la ninfa del río infernal , aunque ella tiene
cierto privilegio, pasar parte del año con su madre , y el resto con su raptor.
Tuve que emplear todas mis artes , oratoria, poesías y
cantar acompañado por mi lira , para
convencer ambos , de que me devolviesen
a mi esposa. Al final…aceptaron , no sin
antes prometer que no intentaría
ver a mi esposa hasta que esta abandone aquel infame mundo de tinieblas
, llantos y quejidos
Acepté sin pensarlo y me dispuse a subir por los entramados
caminos, flanqueado por rojas llamaradas con
olor a ácido sulfúrico .
Casi estaba a punto de llegar al lugar donde la luz de la
vida comienza a verse , cuando me asalta una duda , ¿ y si no es verdad que Eurídice no me sigue?. ¿ Y si
Hades me ha engañado y mi esposa continúa bajo sus garras?.
Me giré para cerciorarme. Y sí, allí estaba mi esposa sonriéndome. Más de pronto ,
una extraña espiral comenzó a formase entorno a ella arrastrándola de nuevo al
mundo de los infiernos.
Aturdido a la vez que desesperado , llamé de nuevo a las
puertas del infierno , pero esta vez
Caronte no respondió a mis llamadas.
Nunca , jamás, volví a mirar a ninguna humana ni ninfa,
mantuve la misma fidelidad , que mi esposa mantuvo hasta el día de su muerte
Para dejar espacio a sus preguntas ,a posibles incógnitas que solo responderé a través de sus sueños,
mencionaré la existencia de dos hermanos míos, Fobetor( dios de las fobias ), y
Fantaso(dios de las fantasías) , que eran los responsables de dar forma a los sueños en los que parecían animales
y objetos inanimados.
Lo mismo que ocurrió con el episodio de que a quien debía mi existencia , sucederá con la forma que desaparecí .
Unos dicen que morí a manos de las Bacantes tracias, las
Ménades, las cuales se sintieron
despreciadas pues no acepté a
ninguna como esposa. Quienes me apedrearon, me despedazaron esparciendo
mis miembros , mientras que mi cabeza y la lira
fueron arrojados al río Evro, a quien los romanos lo llamaron Hebro, que nace al noroeste de las montañas Rila,
oeste de Bulgaria , siendo el río más importante de Tracia con una longitud de 480 kilómetros, por lo que fueron a parar al mar. Ya cerca de la isla de Lesbos, una serpiente
intento engullirlos, acción que evitó el
Dios Apolo convertido en una roca. Mis asesinas fueron convertidas en árboles, mientras que mi
espíritu encontró el de mi esposa de la que
nunca me separé.
Otra versión cuenta
que al final de mi
existencia , desdeñé al dios
Dionisio , a quien antes presté mis servicios, que fueron a parar a Helios, a
quien adoraba a la salida del sol desde el monte Pangeo . Y allí encontré mi
muerte, pues Dionisio envió para que despedazaran a las Ménades quienes después
se marcharon . Un grupo de ninfas los
recogieron y los enterraron cerca del
monte Olimpo, entregando mi lira a Zeus
quien la colocó entre las
constelaciones
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