VA DE NIÑOS




Existe un peligro cuando decimos volver la vista atrás nos puede dar una tortícolis de esas que no te menees.
Pero cuando lo decimos en un arranque de evocación, un acto reflejo se adueña de nuestro ser y nos ponemos tiernos, sobre todo si recordamos la niñez .

La memoria nos demuestra que es mucho más espabilada de lo que nosotros creíamos. Nos recuerda los besos de nuestra madre, los juegos en el patio del colegio, las travesuras el aula de nuestra primera clase, los amigos con los que jugábamos. Por poder  podemos recordar hasta el momento en el que estábamos en estado gestacional.

 ¡Qué felices nos sentíamos jugando con los regalos de la noche de Reyes!-.  Una simple muñeca de plástico o un par de cacharritos hacían nuestras delicias . A nuestro hermano un diminuto camión tirado por un simple cordón le duraba casi todo el año.
Pero lo que suele ocurrir en este mundo es que la ciencia se ha adelantado a la conciencia.

A los cacharritos de latón,  los han dejado en un segundo plano toda una espléndida batería de cocina  fabricada tal y como,  las que utilizamos de diario en nuestras hogares.

A las muñecas de plástico las han encerrado en el baúl de los recuerdos, otras de talle de avispa, sexys de largas melenas rubias y por si fuese poco , vestidas al último grito de la moda  .Las hay que andan solas, las que si las hablas  te contestan, incluso las hay que van a ser mamás sin clínica ni comadronas.

Creo yo, y corríjanme si me equivoco ,que han existido dos figuras que aparecen  en la Biblia y que nunca fueron niños ,me estoy refiriendo claro esta a Adán y a Eva, ¡pobres ! no saben lo que se perdieron.

Cuando mi madre me llevaba de visita, aquellos señores me daban para merendar un par de onzas de chocolate de esas que parecían tierra, negro y nada dulce. Me sentaban en una silla y a leer tebeos .Hoy en día si te descuidas tienes que bajar al supermercado porque el hijo de tu amiga, un pequeñajo de 5 años ,de lo que tienes en casa para picar entre horas, y que no es moco de pavo ,no le gusta nada ,y encima te dice todo ufano ,
-¡Qué porquería¡- .

Los hijos dan alegrías y tristezas. Primero, cuando llega el momento del nacimiento y una vez elegido el nombre, ¡toma ya! , el bautizo. El infante protesta de lo fría que está el agua. ¿Se han dado cuenta? , sin asistir a la clase de párvulos ya sabe decir la A, la A, la A, y como buen estudiante la repite incesantemente sea de día o de noche. Pañales, vestidos, papillas, todo el presupuesto tirado por la borda. En vez de parecer que tiene la boquita de un gorrión, lo que parece es que tiene la de toda una nidada, con el agravante de que en muchas ocasiones lo hace con nocturnidad y alevosía. Pobre de ti, si en un momento de descuido se te cierran los ojos y apartas el consabido biberón del morrito del bebé, parece la sirena de los bomberos.

Comienzan a balbucear las primeras palabras, papá, mamá, y a lo que nos tienen que poner el babero es a nosotros.  Pero pasa el tiempo, 5 o 6 años que es cuando los niños están en sazón.

A cada respuesta una pregunta ,¡y qué preguntas,  no se cortan ni un ápice!. En esta etapa hay que tener más cuidado con ellos que con Hacienda,una vez cogida la sobaquera pasan de padres y madres.

Existen niños a los que les saludas y te sonríen que da gloria, a otros les haces lo mismo y te dan una patada que no veas el gusto que te da.

Cuidado con los cuentos, pues se los saben todos. Ya es  posible que  les pueda pasar como a Rosario con su sobrino Sergio.
- Anda tía cuéntame el cuento de Garbancito  -. Peligro. Mi amiga Rosario no recordaba muy bien si lo había tragado una vaca o un buey, así que se decidió por decir que a Garbancito le había comido un águila.

Sin mediar palabra, el niño se levanta de la silla y se dirige a la cocina donde está su madre - Mamuchi, ¿me dejas el libro de los animales? -.
-¿ Para que los quieres cariño?-.
- Pues es que dice la tita que a Garbancito se lo comió un águila, o sea que la tía Rosario no sabe la diferencia entre un buey   y un  águila. -.

Ambas señoras, madre y tía no supieron que contestar. Dos a cero a favor de la candidez infantil.

Las situaciones difíciles se suelen presentar cuando piden algo que tienen a mano – Levántate y cógelo tú. Lo tienes cerca -. Y te contestan - - ¿Es que no conoces la ley del mínimo esfuerzo?-.

Pero en el mundo infantil no es todo oro lo que reluce, existen los que llamándose padres, golpean, abusan y matan a sus hijos.

No existen para esos niños,ni  Peter Pan ni Los Tres Cerditos, ni siquiera un triste juguete, y mucho menos el amor de unos padres .

La opresión de un trabajo clandestino en cualquier parte del mundo hace que las horas en un telar sujeto a una cadena se hagan interminables.

Muchos niños, cada día, rebuscan entre la basura de un vertedero, quizá algo que llevarse a la boca. Pueden que estén  trabajando en una mina, sin horario , todos los  días de la semana. O ser , sin desearlo , soldados en una guerra sin tregua ni cuartel . Esos son los únicos juguetes, los únicos amigos de muchos niños de este planeta Tierra al que llamamos, la tierra de todos.


Los derechos del niño son aquellos derechos que poseen los niños y adolescentes. Todos y cada uno de los derechos de la infancia son inalienables e irrenunciables, por lo que ninguna persona puede vulnerarlos o desconocerlos bajo ninguna circunstancia. Varios documentos consagran los derechos de la infancia en el ámbito internacional, entre ellos la Declaración de los Derechos del Niño y la Convención sobre los Derechos del Niño.