Vestida
de azul y rojo
la
tarde se va al encuentro
de
su enamorado esposo
que
lleno de pasión le va requiriendo.
Es
el cielo quien la reclama
como
a su esposa adorada.
Entre
sus brazos
la
tarde va decayendo
para
convertirse en estrella
y
brillar como un lucero.
Y
es el cielo quien le besa
y
es el cielo quien le desposa
mientras
el dorado sol
se
adueña del firmamento.
Aparecida
la noche
en
el cielo se ve un nuevo astro
es
la tarde que se ha muerto
por
unirse al universo.
Por Chione India Dafne