Esta fábula se refiere , a que cuando la vejez
aprieta, no aceptamos la situación , haciendo alarde ,lo que en la juventud
habíamos hecho, sin reconocer, que para muchos … la vejez es de por sí, un muy
penoso trabajo.
Un caballo
, que en sus buenos tiempos había participado en campeonatos de hípica, ganando
más de uno, pensaba que por él, no pasaban los años, algo con lo que no estaba
de acuerdo su dueño , así que un buen día pasó a ser comprado por el molinero.- Me vendrás muy bien para
darle vueltas a la piedra de mi molino-.
El
jamelgo al ver cómo era atado a la piedra, rompió a sollozar mientras decía - ¡
Después de las vueltas de las carreras, he aquí a que vueltas me he reducido !