Relato basado en la
leyenda de la Iglesia del diablo
Sé que lo que les
voy a contar, puede ser creíble para muchos o increíble para muchos más, pero
aun así, me atreveré a relatarlo.
Había quedado con
unos amigos ( tres chicas y cuatro chicos, incluido yo)en ir de excursión al
bosque.
Quedamos una hora
antes para preparar el camino a seguir, ver si las cosas que teníamos en la
lista estaban compradas y si las llevábamos.
-Ángela .
Te daremos dinero para que llenes el depósito -.
- OK-.
- -¿ Tenéis
el mapa a mano?-, preguntó Luis.
-
Sí. El
mapa y pondremos el GPS-.Le contestó Roberto
-
Dejaremos
el coche en el último pueblo que está más cerca del bosque a unos 6
kilómetros-, afirmaba Alfredo que era el boy scout del grupo
-
¿ Y si
no volvemos?-dijo Lina , la más pequeña
en estatura de las chicas.- No es la primera película que he visto en la que
ninguno de los que se adentraron en un bosque… regresaron a sus casas-.
-
Lina
tiene razón-, terció Raúl.
-
¡ Bueno
basta!, gritó Esther. –Ya está bien de tantas tonterías. El que tenga miedo que
no venga, yo si voy -, recogió su mochila y la metió dentro del maletero. Los
demás la siguieron
Dentro del coche
que Ángela conducía, un Audi A7, todo eran risas y bromas .Como en un
soplo el GPS les indicó que estaban próximos al pueblo donde dejarían el coche.
-
¡ No os
dejéis nada, por más que penséis que no lo vamos a necesitar ! Pues suele
suceder que al final… se necesita-.
-
¡ Ya
salió Alfredo , el sherpa de Hilary en
el bosque!. Ja,ja,ja,ja.
-
Lina.
Puedes reírte lo que quieras de Raúl, pero en más de una ocasión si no por él,
lo hubiésemos pasado muy mal-.
Esther no contestó.
Apretando los puños se alejó un poco del grupo para murmurar – Haré todo lo
posible para que Alfredo , no sea tuyo-.
Anduvieron caminando
varias horas hasta que Ángela pidió.- ¡ Chicos necesito descansar!.¿ Falta
mucho para llegar al paraíso prometido por Roberto?-, el aludido ni contestó,
estaba mirando el mapa con rostro serio.
Luis se dio cuenta
de que algo ocurría al observar la cara de Roberto.- ¿ No nos habremos
perdido?-.
Roberto contestó con
rapidez.-¡ Estás loco!. Llevo meses preparando esta excursión. Se me de memoria
el camino-.
-
Entonces
.¿ A qué viene esa cara?-.
-
¡ No te
tengo que dar ninguna explicación. Tengo o pongo la cara que a mí me da la
gana-, Alfredo y Raúl tuvieron que
separarlos.
-
¡ Ya
sabía yo que algo iba a pasar!-.
-
¡
Cállate Lina!-, gritó Esther.- Seguro que tú eres la verdadera culpable de lo
que está pasando. ¡Tú con tus miedos!.¡ Ojala no hubieses venido-.El silencio
se adueñó de todos.
Lo que sospechó Luis
se cumplió, estaban perdidos. De nada sirvió dejar tiras de papel, ni tallar ,
ni romper hojas, siempre regresaban al mismo lugar. Poco a poco la mañana dio
paso a la tarde, y esta, a la noche, una noche que trajo una enorme tormenta.-
Tenemos que buscar un lugar donde guarecernos-. Casi no se escuchaba las
palabras de Alfredo, la fuerte lluvia y los truenos ahogaban su voz.
Alguien decidió
avanzar por un determinado lugar, ese camino les llevó a un claro, y en el
claro divisaron entre la cortina de agua … un edificio. Se trataba de una
iglesia que parecía estar abandonada
Al poco la lluvia
cesó y la luna logró salir de entre las pocas nubes que la ocultaban.
-
Creo que
uno de nosotros se debe quedar fuera por si alguien intenta asustarnos o
asaltarnos-.
-
No hace
falta Raúl que lo echemos a suerte, ya me quedo yo-.
-
Como
quieras Alfredo. Despiértame a las cuatro, yo haré el siguiente turno-.
Silencio. Solo
silencio, y una noche tranquila.
Alfredo miró el
reloj de pulsera para saber la hora que era, no era bueno tener mucha luz para
no atraer a quien sabe quien.
-
Dos
minutos para las 12 de la noche-. En aquel preciso momento , las campanas de la
iglesia comenzaron a sonar.
-
Quien
sea de vosotros que lo está haciendo, no se va a librar de una buena bronca-.
Según se acercaba a
la entrada de la iglesia, observó una pequeña luz. Y al llegar a la puerta como
el resto de las velas hasta cinco, se encendieron.
Lo que sus ojos
vieron les horrorizó . Una figura que no era de este mundo, peluda con patas
como las de los lobos, se acercaban a uno de sus amigos para morderle en el
cuello, mientras que una de las velas se apagaba por el chorro de sangre que
había brotado del cuello de uno de chicos.
No supo nunca, como
consiguió llegar al pueblo y pedir ayuda.
Al amanecer dos
patrullas de la policía y gente armada , llegaron a la iglesia.
La puerta estaba
abierta. En su interior , los cuerpos sin vida de los tres chicos y las tres
chicas, se esparcían por todos los lados. En un rincón , medio escondido , un
brazo de una de las chicas estaba cerca del altar.
-
Es el
brazo de Lina-. Contestó en un murmullo Alfredo-.
-
¡Sargento!.
Perece que tiene agarrado algo con la mano!-.
-
Con
cuidado ábrale la mano-.Se trataba de la
mitad de un camafeo con signos
cabalistícos.
-
¡ Dios
mío!-. El grito de uno de los policías hizo que todo el mundo se dirigiese al
lugar de donde había salido el grito.
En la cara de Esther
había unas palabras escritas en latín , seguramente con la sangre de la chica.
“defectum parum resurrectionis meae”.
Acto seguido llamaron al sacerdote que les acompañaba
para que les explicase el significado de
aquellas palabras
-
Dice “ faltan pocas para
mi resurrección”
Después las puertas
del templo se cerraron violentamente, dejando encerrados a los allí presentes.
Mientras afuera en el atrio, los que se quedaron fuera, escuchaban aterrorizados
los gritos de dolor y voces pidiendo auxilio.
Una década después y
a pesar de que la maleza a cubierto casi por completo las ruinas de la iglesia,
unos excursionistas se disponen a descansar en la explanada