LEYENDA DEL JINETE SIN CABEZA

 

Apariciones. Fantasmas. Esqueletos. Ánimas y un sin fin de espectros, rodean las más misteriosas o tétricas leyendas , y esta … no podía ser menos

 

VERSIÓN LIBRE

 

Mi nombre Dagobert Klausen,  alemán de nacimiento.

Desde muy joven , siempre quise ser soldado y combatir por mi Alemania, allí donde se me necesitase, por lo que me alisté al ejército de mi país .

Ya con 30 años dejé Alemania, para viajar a América y luchar al lado del ejército inglés  conocido como Redcoat( Casacas rojas) contra los Yankies ,nacidos en las 13 colonias británicas de América del Norte, que querían independizarse. 

A pesar de ser hessianos (alemanes a sueldo, o  soldados profesionales que luchaban a favor del Imperio Británico), como así éramos conocidos, vestíamos el mismo uniforme que los ingleses, pues la Compañía Británica de las Indias Orientales (East India Trading Company), entonces muy poderosa, ya que tenía su propia moneda, e influencia en la economía de Inglaterra , había conseguido la autorización, por parte del imperio ,de dos cosas: reunir tropas particulares ,y  que todos, aunque no fuésemos ingleses, debían usar las mismas indumentarias que los casacas rojas, que desde ese mismo momento, pasaron a ser “ Soldados del Rey( King`s Men) .

 

De los 25.000 soldados que habíamos desembarcado en Nueva Inglaterra , cinco regimientos, éramos  soldados alemanes , con un contingente de  548 hombres, bajo mi mando. Pronto los yankees escucharon el rugir de los cañones , y muchos probaron  el acero de mi espada , por lo que comenzó a rodearme un apodo “ el feroz alemán”.

Tanto en el ejército británico, como en  los que apoyábamos la guerra ,se tenía la impresión de que en poco tiempo, la contienda finalizaría, pues más podían unas tropas adiestradas, que las “ tropas” con las que  el Ejército Continental, contaba, que no eran ni profesional , ni habían recibido entrenamiento, y tenían falta de armamento. Claro que nadie habíamos contado , que estas “ tropas” , recibiesen ayuda ( oficiales bien entrenados), además de recibir gran cantidad de armamento por parte de Francia, que se puso a al lado del Ejército Continental.

Lo que en un principio  creímos que iba a ser, llegar, ver y triunfar , por parte de las tropas inglesas,  se transformó  en una serie de derrotas con las que no contábamos y en una de esas… bueno todo a su tiempo   

Los día se hacían eternos, máxime , cuando se tiene que tomar la decisión de la retirada, y las batallas… se pierden.

Nos encontrábamos en los alrededores de un asentamiento holandés, Tarry Town( Nueva York), en un lugar conocido por el nombre de Valle Dormido. Algo muy especial, que no sabría decir que era , flotaba en el aire.

Los yankees y los franceses, nos tenían continuamente con los sentidos despiertos, pues en cada choque, ellos llevaban las de ganar.

Recuerdo como si fuese ayer, la llegada a nuestro destacamento de Demothi( El que habla mientras camina) un anciano indio de la tribu de los lenape, (a este pueblo  los colonos ingleses le llamaban Delaware, pues vivían en la región del mismo nombre), que de vez en cuando se acercaba para intentar conseguir.. lo que fuese .

Le vi acercarse acompañado por un soldado inglés.- Demothi quiere hablar con usted, señor-.

Nos alejamos un poco del resto de la tropa. El anciano estaba muy serio.- Diles a tus hombres que se retiren de estas tierras-.

-   No puedo hacerlo. Tú bien lo sabes-.

-   Entonces todos moriréis. Los otros que viven en esta zona , crían ganado, siembran campos, o son herreros, comerciantes, maestros de escuela. Vosotros habéis traído a este lugar , la guerra , por eso seréis malditos-, y se alejó.

La noche pasó sin pena ni gloria, pero al llegar el amanecer , el enemigo nos había cercado.

De nada valió el ímpetu  y el valor de mis hombres, la batalla ya estaba perdida. De repente algo impactó contra mi cabeza.

Cuando desperté, todo estaba semioscuro, y el paisaje había cambiado, la suave niebla lo cubría todo. Pero no estaba solo, Demothi me hacía señas para que me acercase, indicándome un pequeño riachuelo, que antes  no existía. Siempre sin palabras, me dijo que me mirase en el agua del riachuelo, así lo hice.

-   ¡ No puede ser no tengo cabeza!-.

-   Te lo advertí Dagobert Klausen. Pero no me hiciste caso. Ahora andarás errante buscando tu cabeza, antes de entrar en una hipotética batalla. Pobre del humano que contigo se tope, pues perderá la suya-, y desapareció.

El relincho de un caballo me sobresaltó. Acercándome al lugar desde donde salía el relincho, encontré un  negro caballo , cuyos dos ojos tenían el color del fuego. Volvió a relinchar como invitándome a que me montase sobre él. Tan pronto lo hice , salió disparado sin rumbo fijo. Entonces recordé las palabras del anciano indio–“ Ahora andarás errante” -.

Pronto mi presencia amedrentó a los habitantes de los lugares en donde aparecía, y eran pocos, por no decir que casi nadie, quienes se atrevían a andar de noche, aunque alguno lo hizo.

Recuerdo a un buhonero, que sentando en el pescante de su carromato, arengaba a sus caballos para huir de mi presencia. Al día siguiente fue encontrado sin vida , y sin  cabeza.

Y de la dulce Mery, la molinera, que en las noches del verano , esperaba la llegada de su amante , quien la encontró muerta y si cabeza.

Todos me echan la culpa de estos descabezados, posiblemente tengan razón. Sería largo enumerar mi colección de esta parte del cuerpo, así que lo dejo a vuestra imaginación

Solo os advierto que si paseáis por las noches por  Sleepy Hollow, antes Tarry Town, empleéis vuestra cabeza, ¡ja,ja,ja!, nunca mejor dicho,  para no hacerlo. ¡Ja,ja,ja,ja!.

    

1820 Washington Irving ,escritor norteamericano, perteneciente al mundo literario del costumbrismo, escribió un corto relato de terror con el nombre de “Sleepy Hollow”, traducido al español como “ La leyenda del jinete sin cabeza”. Algunos creen que se habría basado , en esta particular leyenda americana, como base para la suya. Este relato pronto obtuvo un éxito inmediato. Lo que ocurrió por la novela de Bran Stoker    “ Drácula”. O  con el terrorífico personaje de Frankenstein creado por  Mary Shelley, escritora británica , traído al mundo en una tormentosa  noche de verano, a la luz de las velas.

La imaginación popular…todo lo puede    

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