Desde los tiempos de los conquistadores españoles, han llegado hasta
nuestros días, historias de leyendas, donde las riquezas (El Dorado), los
tesoros escondidos, personajes (las amazonas) y lugares, forman parte de esos
mitos.
Andrés Ruzo, geocientífico, peruano, confirmó, no hace mucho, la existencia
de un río, que hasta ahora, estaba considerado como uno de los numerosos mitos
que nos rodean…un río que “hierve”.
Este río hirviente se encuentra en lo más intrincado de la selva amazónica,
en la parte de Perú. Aún no se ha dado con el origen de esta corriente, donde
el líquido elemento llega a alcanzar los 86ºC de temperatura, no es de origen
magmático (magma), ni volcánico, puesto que esta clase de ríos, suelen estar
asociados a algún volcán, ni en la Amazonia, se sabe que no existen.
En cuanto a Perú, la parte sur, de este país, pertenece a la ZVC, o sea,
zona volcánica de Los Andes, la cual se extiende hasta el norte de Chile.
La mayoría de los 400 volcanes, que, en el territorio peruano, han sido
catalogados, ya no están en estado activo, por lo que no constituyen ningún
peligro
Los principales volcanes activos son: Misti, Ubinas, Huaynaputina, Ticsani,
Sara Sara, Sabancaya, Coropuna, Ampato, Tutupaca, Yucamane, Purupuruni y Casiri.
Aunque existen, más volcanes, de estos, poca información se tiene, sobre su
nivel de actividad
Durante 6 kilómetros, hasta el mismo lugar donde desemboca, en otro
afluente, circula caliente, y la temperatura del agua puede alcanzar los 47ºC,
lo que puede llegar a producir, hasta quemaduras de tercer grado. Peor lo
llevan los animales, pues para ellos puede ser mortal de necesidad.
En una, de las numerosas entrevistas, concedidas por Ruzo, comentó lo
siguiente
"Así como las personas tenemos sangre caliente
corriendo por nuestras venas y arterias, la Tierra tiene agua caliente
corriendo por sus grietas y fallas. Cuando llegan a la superficie, se producen
manifestaciones geotérmicas: fumarolas, aguas termales o, en este caso, ríos
hirvientes".
Andrés Ruzo trabajó como becario para la National
Geographic. Su especialidad, geología, le llevó, a estudiar, esta maravilla
natural.
La Amazonia o Amazonía, es lugar lleno de carisma, de
culturas ancestrales, por lo que Ruzo, tuvo que recibir la bendición de un
chamán, con un único objetivo “para que las aguas pudieran encontrar el camino de
regreso a su hogar “
Andrés Ruzo, tuvo desde
pequeño, el deseo de localizar el río, del que su abuelo, le, hablaba a través
de una leyenda muy antigua (la conquista de España en Perú). En la que se
nombraba a poderosos chamanes, valientes guerreros que disparaban flechas
envenenadas. De Gigantescos árboles que impedía la entrada de los rayos del
sol. De espantosas y enormes arañas que devoraban pájaros, y de gigantescas
culebras que lo mismo engullían a hombres, que se zampaban grandes animales.
Nuestro planeta, la
Tierra, es un ser vivo con fuego en las entrañas, así como agua que, al correr
cerca de estas fuentes de calor, también se vuelve caliente, que cuando sale,
la podemos contemplar como: fumarolas, aguas termales y geiser, así como, ríos
hirvientes.
Chaman bendiciendo al río
Es una verdadera gozada,
que, a través de las descripciones, de este geólogo, las pongamos imágenes:
piscinas termales, cascadas de 6 metros de altura… casi… con el agua hirviendo.
En un pequeño sin vivir,
se calienta y se enfría, se vuelve a calentar y a enfriarse, y vuelve a subir
la temperatura para disminuir cuando está al llegar a la desembocadura a otro
río.
El tiempo y los
estudios, así como las investigaciones, nos podrán dar, una explicación que sea
para todos los científicos, e estudiosos del tema, satisfactoria. Luego en
palabras, no técnicas, sea entendida por el gran público
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