Jon Venables y Robert Thompson
Con estos dos niños, comenzamos un capítulo dedicado a los niños
y adolescentes, que fueron famosos, gracias a los crímenes que cometieron.
De los que aparecerán, todos han pasado su vida en hogares
rotos, u obligados a no tener infancia
INGLATERRA
Tanto Robert, como Jon, nacieron en la cuna de los Beathles, la
ciudad de Liverpool, Inglaterra en el año 1983. Les unía algo más que amistad:
tenían problemas en la escuela, no solo en conducta, sino en las notas de
calificación escolar. Ambos compartían el hecho, de tener unos padres
violentos, alcohólicos y que se peleaban un día sí, y otro, también.
En el caso de Robert Thompson, su padre, cuando este tenía
apenas 6 años, los abandona, sin que, por ello, la violencia, se hubiese
acabado, puesto que fue el pan de cada día. Como mecanismo de defensa, se
desconecta, emocionalmente de la familia.
A Jon Venables, no le abandonó su padre, pero tenía el mismo
perfil que Robert: acoso escolar, aislamiento familiar y violencia por parte de
sus padres.
Los dos estaban a gusto en uno con el otro, eran dos almas
gemelas, y por eso, eran más que amigos, eran… como hermanos.
Ese vínculo traería fatales consecuencias, que les llevarían a
cometer un atroz crimen; según ellos inspirado en la película “Chuky, el muñeco
diabólico.”
Febrero de 1983, los dos amigos deciden no acudir a la escuela,
para dirigirse al Bootle, un centro comercial en Merseyside, entonces tenían
diez años, y que se divierten robando dulces, muñecos, pilas y un bote de pintura,
en los establecimientos del centro comercial
En la puerta de carnicería, está James Bulger, un niño de tres
años, mientras Denis, la madre del pequeño, dentro del establecimiento,
esperaba a que le tocase el turno para comprar.
Robert y Jon se acercaron al pequeño, se hicieron sus amigos, y
con qué clase de promesas, vaya usted a saber, se lo llevaron de la mano y
abandonaron el centro comercial, tal como se pudo observar a través de la cinta
de seguridad del circuito cerrado de televisión.
Los tres llegaron hasta una vía férrea, del paraje de Walton,
donde comenzó el vía crucis, para James.
Ni Thompson ni Venables, tuvieron ni un atisbo de piedad con el
pequeño, puesto que le golpearon con una barra de metal, le arrojaron ladrillos
encima, le quitaron los pantalones y los pañales, y le aplicaron baterías
eléctricas. Además, Thompson, le dio una patada con tanta fuerza, en la cara,
que le dejó marcada la huella del calzado.
Cuatro días más tarde de su desaparición, el 16 de febrero, su
cadáver es localizado, un tren le había cortado en dos.
Los autores de secuestro y posterior muerte del pequeño James,
son identificados, sobre todo Venables, que es reconocido por una mujer que
estuvo aquel día en el centro comercial. Tras las pruebas de ADN, los dos chicos
son imputados por el crimen de James Bulger.
Cuando la noticia saltó a los medios de comunicación, la rabia
se desató en Liverpool. De hecho, los familiares de los chicos tuvieron de huir
para evitar males mayores.
Fueron juzgados como adultos por decisión expresa del gobierno,
y condenados estar en prisión, hasta su mayoría de edad. La condena no fue muy
bien acogida, por el pueblo inglés, que pensó que era demasiado blanda para lo
que hicieron.
A Robert y Jon, se les dio una nueva identidad. No obstante,
Venables, fue nuevamente encarcelado, por posesión de pornografía infantil en
2010. Fue liberado tres años después, en el 2013, con otra identidad (en total
cuatro veces) pues revelaba sus antiguos datos
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