Existen personajes, cuya existencia, pasa por este mundo,
rodeados de leyendas, suposiciones, enredos o vidas disolutas, en ciudades o
pueblos, rodeados de una existencia traumática, sin escapatoria, o que viven en
una especie de laberinto donde no se encuentra la salida.
Este personaje nace en Sant Feliu de Llobregat, pueblo de
Barcelona, allá por el siglo XIX (1868). Un año bisiesto lleno de diversos acontecimientos:
v
1
de febrero: en México, Gabino Barreda (bajo orden del presidente electo Benito
Juárez) crea la Escuela Nacional Preparatoria
v
4
de abril: en Guanabacoa (Cuba), el folletín El Álbum publica los primeros
versos de José Martí, «A Micaela», dedicados a la esposa de Rafael María de
Mendive.
v
Con
un intervalo de tres días, 13 de agosto y el 16 del mismo mes, en las costas de
Tacna(Perú), y en el volcán Cotopaxi(Ecuador), se registraron dos seísmos, en
Perú a las 16:45 con una magnitud de 8,8 en la escala de Richter con 25.000
víctimas, y en Ecuador 6,7 escala Richter con 20.000 víctimas
v
19
de octubre: en España, el gobierno establece la peseta como unidad monetaria.
v
En
el lago Ness ―en Escocia (norte del Reino Unido) ― se informa el primer
avistamiento de Nessie.
Enriqueta, como otras tantas chicas, marcha a Barcelona, una ciudad
con el 50% de analfabetismo y 12.000 prostitutas, en busca de ese milagro que
parece realizar, la ciudad, trabajando en los más diversos empleos: Sirvienta
entre otros, y con probabilidad… prostituta, curandera, amén del San Benito de
raptora de niños, proxeneta, mendiga, bueno, un poco difícil, porque
presumiblemente, ganaba bastante como meretriz, eso lo que aducen algunos de
los periodistas y novelistas que escribieron sobre la vida de esta mujer.
Una vida llena de controversias, que iremos desgranando, según
los acontecimientos se vayan sucediendo.
Se dice que mantuvo relaciones amorosas, con un artista ¿?,
llamado Joan Pujaló, con el que convivió durante una década, para
posteriormente dejarla, puesto que Enriqueta llevaba una vida, un tanto rarita…
mendiga de día, dama de noche. He aquí una de las controversias
Todo da comienzo en 1912, cuando Enriqueta tiene ya 44 años, hoy
en día esa edad es estar en la flor de la vida, pero si hemos tenido en nuestras
manos, fotografías pertenecientes a la familia, por ejemplo, abuelos o de sus
hermanos, hemos podido, comprobar, que parecían mucho más mayores de lo que
eran, y que, con seguridad, ocurriría en el caso de esta mujer.
En ese año,1912, en Barcelona, desaparece Teresa Guitart, una
pequeña de tan solo cinco años, toda la ciudad se conmociona, puesto que parece
ser, que esta clase de desapariciones, comienzan a ser algo habitual, creando
en el ciudadano de a pie, impotencia y recelo.
Según cuentan las crónicas de la época, se llevaban una serie de
investigaciones sobre esta desaparición, cuando una vecina de la calle de Poniente
(ahora Joaquín Costa) , cree haber visto, en el número 29 de dicha calle,
asomada a una de las ventanas, a una pequeña que tenía el pelo rapado, y que
vestía harapos, con la que parece mantener una pequeña charla, en la que
explica que le han cambiado el nombre por el de Felicidad. Esto sucedió 17 días
después de la desaparición de Teresa Guitart.
Los periódicos dieron rienda suelta a toda clase de noticias:
Localizados huesos, restos de sangre, extraños utensilios… y otra menor, que
decía llamarse Angelita, que según se comenta, debía ser hija de una hermana, que
era viuda y se quedó embarazada, por lo que era doblemente peligroso para ella,
así que se la dejó a Enriqueta. Otra conjetura, no se trata de su hermana, es
su cuñada. Otros dicen que era una niña que cuidaba en casa de un abuelo…
El caso es que, como nuestra mujer, era pluriempleada, o sea
también curandera, podría haber raptado a las niñas para hacer pócimas con los
flujos corporales, o sacarles las mantecas, que se empleaban para para
vendérselas a la clase salta de la ciudad condal, y que debían ser, mano de
santo. Creo que la curación a base de las mantecas de procedencia humana, le
fueron aplicadas al rey Fernando VI.
La policía registra, los otros dos pisos en los que, Enriqueta
había residido. Parece ser que se encuentran restos humanos, en los techos y en
falsas paredes, y restos de sangre.
También sale a la luz, su detención, años atrás, acusada de ser
la madame de un burdel, aunque no es cualquier prostíbulo, ya que, en él, no
son personas adultas las prostitutas, son niños de entre 4 años hasta 14 años.
Vuelven a salir aquellos que aseguran, que, gracias a los contactos con la burguesía
catalana, ellos lograron que aquel suceso se perdiese en el olvido, y con ello
también, que, nunca se llegase a producirse el juicio.
Tras las “evidencias “localizadas, es encerrada en la prisión
Reina Amalia, donde fallecerá el 13 de mayo de 1913, sin llegar a ser juzgada.
Fue enterrada en la fosa común del cementerio del Sur-Oeste de Monjuic.
¿Las causas de su muerte? Unos aseguran que recibió tal paliza
por parte de las reclusas de la cárcel, que falleció.
Otros que fue por un cáncer de útero, que llevaba arrastrando
durante años.
No obstante, en la versión oficial, se publica, que falleció a
consecuencia de una larga enfermedad.
Enriqueta Martí, era una mujer que llevaba una pesada carga, la
muerte de su hijo con apenas diez meses a causa de una malnutrición.
Posiblemente esta pérdida, fuese el detonante del único rapto por él podría
haber sido juzgada, el de Teresa Guitar.
Los restos de sangre, bien se podrían deberse a los sangrados
producidos por el cáncer de útero que padecía. ¿Los huesos? Para algún remedio
o pócima. Y así, suma y sigue: No ganar tanto por meretriz. Sufrir embargos.
LEER ENTRE LETRAS
Existen autores, que han salido en defensa de esta mujer “La
vampira del Raval”, como es el caso del escritor Jordi Corominas, que ha
buceado entre las líneas de las informaciones aparecidas en la prensa, en la
hemeroteca
"Enriqueta
no era una asesina sino más bien paradigma de una Barcelona pobre y desesperada
que era la que no acostumbraba a salir en los medios".
"muchos de quienes volvieron a explicar el
caso se limitaron a leer las reseñas de esos primeros días, pero dejaron de
investigar los últimos rastros del relato...
El corresponsal, especial, del rotativo ABC, Luis Antón del
Olmet, fue uno de los inspiradores de la leyenda. Sus crónicas, fueron
publicadas por la editorial Ginger Ape Books, con ellas se alentó a continuar
en la creencia de todas las pruebas encontradas y la parafernalia que rodeó el
caso.