Son dioses que no solo deben velar, también decidir quién muere,
este último acto lo llevan a cabo alimentándose de las almas humanas.
Existe una gran religiosidad, en torno a estos dioses, ya que no
se puede definir, si son buenos o, todo lo contrario, pero, sí que es verdad, que,
si nos quedamos en los relatos en los que se habla de ello, sus decisiones dan
por sentado que son sanguinarias y aterradoras
No obstante, a pesar, de que, en las distintas religiones, se les
han conferido una condición demoníaca, su proceder es más neutral.
Pertenecen a la casta baja de los dioses.
Existen relatos, en los que se cuentan, que estos dioses cooperaron,
con los humanos a cumplir ciertas tareas. También se dice que los shinigamis
custodian la entrada a los dos Mundos en un plano que se podría denominar el
Ethero.
En la cultura japonesa, los Shinigami, son entes que “invitan” a
los seres humanos, ir hacia la muerte, o inculcan instintos de ansiar morir en
los seres humanos, tal y como se adapta a los conceptos de religión japonesa, o
la cultura popular. Asimismo, se hallan conceptos afines fuera de Japón.
En el budismo, existe Mara, que es él regente del Cielo, del
Deseo, y el que domina la tentación, por lo que se dedica a manipular a la
gente, mediante los sentidos, y el afán de utilizar y/o, dominar a los demás.
Aunque, también, principalmente Mara, es un ser del averno, el cual representa:
la ignorancia espiritual, el apego, el odio, todo cuanto se opone, a la
obtención de la iluminación y la liberación.
Existen varios dioses que tienen relación con los Shinigami:
Yama, o Oni, rey del inframundo, con cabeza de buey y cara de caballo. Shinto y
Izanami
Concurren varias interpretaciones para la palabra Shinigamis, como la
expresión de la brevedad de la vida
En otros lugares se menciona que cada Shinigami tiene nombre, y
que cada uno de ellos tiene un territorio personal donde espera al humano que
muere sea en montaña, ferrocarril, ríos, pues si cuando uno muere, y justo ahí,
no hay un Shinigami que lo pueda llevar a cruzar al otro lado, en aquel tiempo
queda como un espíritu o un Shiniban o regresado de la muerte.
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