Este género, que ahora está en desuso, tuvo su importancia,
hasta no hace muchas décadas.
Su historia, se remonta al siglo XVII, y se trata de una
canción corta o copla.
Estas canciones o tonadillas, se introducían en las obras teatrales,
aunque con seguridad, se anterior al dicho siglo.
Lo que, si sabemos, es que, en el siglo XVIII, esta práctica
teatral, se encontraba, entonces, en pleno auge, y que, incluso los actores,
llamados serios, no tenían vergüenza alguna, para entonar tonadillas, de
contenido popular, aunque fuesen, por lo general, los actores cómicos quienes
las interpretasen, disfrazados de majas o petimetres: Del
fr. petit maître 'pequeño señor', 'señorito'. O persona que se preocupa mucho
de su compostura y de seguir las modas. los que le ofrecían tal entretenimiento
al público.
Al final de cada acto, se introducían, aunque, no tenían que
ser, necesariamente, musicales.
De forma progresiva, pasarían s incluirse en las zarzuelas,
como unas canciones, que no debían de continuar, con el argumento, de la obra,
teniendo la libertad, de hablar, tanto de temas de amor, o desamores, de
cuestiones de actualidad, o de hechos que tenían que ver con la política o
sociales del momento
Desde mediados del siglo XIX, se crearon los
cafés-cantantes, tan de moda, en aquella época, y claro, el cuplé tenía que
pasar por ellos.
Poco a poco, se observará, que el modelo que seguirá, el cuplé,
llegará hasta nuestros días: se compondrá de una sola persona, interpretando
una canción, que cuenta, una historia de corte popular, a la que acompaña con
un estribillo, que el público, asistente, pueda recordar, y corear, sin
dificultad. La artista, en cuestión, no solo puede interpretar, también, baila,
e incluso declama, vamos expresar el tema.
Es a finales del silo XIX, cuando nos llega, el influjo del
tipo de couplet, un término francés se impuso durante años, aunque en España se
exprese como cuplé.
Un nuevo aire innovador llega a la copla, de la mano de
artistas, de diferentes nacionalidades: -francesas, alemanas, inglesas o
italianas, a las que se suman, una profusión de artistas nacionales, que no
dudarán de subirse al tren de este novedoso género.
A estas señoritas, extranjeras o españolas, Estas
cupletistas, importadas o propias, actuaban bajo el nombre de canzonetistas, o
monologuistas, es decir cantantes, o “pequeñas divas” , con el sano propósito,
de distinguirlas , probablemente del universo de las grandes divas de la ópera
o del teatro serio, en el predominaba , un estilo más natural y asequible al ciudadano de a pie , con su “ malicia
sexual y picardía erótica”, de la que ya tendríamos en España una
representante, Augusta Bergés, que interpretó el primer couplet, que llevaba por
título , "La pulga". Las dos,
la Bergés y su compañera la pulga, dieron comienzo a la Edad de Oro del cuplé
en España.
Se supone, que este acontecimiento, se daría en el año 1893,
y en el teatro madrileño de Barbieri. En cuanto a la cupletista, señorita
Bergés, se desconoce si era de nacionalidad alemana, francesa o belga. Y que su
pulga, se convirtió en la madre, de las muchas, que recorrieron escenarios,
durante años, entre la ropa de las diferentes cupletistas, del panorama español
Posteriormente, existirán versiones más conocidas de la mano
de Pilar Cohen, que la interpretó por primera vez, en el Actualidades, cuyo éxito
llegará hasta el año 1920. O de la famosísima Chelito, que se buscaron la pulga
en déshabillé, palabra francesa que significa sin ropa o con un atuendo muy
ligero, que fue del agrado del público masculino.
Obras archiconocidas con este tema:
El polichinela, cuplé de 1908
(música de Joaquín Valverde San Juan y letra de José Juan Cadenas Muñoz) que
estrenó también La Fornarina en Apollo Théâtre de París
La corte de Faraón. Se estrenó
en Madrid en el Teatro Eslava el 21 de enero de 1910, con libreto de Guillermo
Perrín y Miguel de Palacios y música de Vicente Lleó.
Las tardes del Ritz compuesto en
1923 por Álvaro Retana y el maestro Monreal.
Si vas a París papá, compuesto
en 1929, por Rafael Oropesa.
En 1958, Lilian de Celis lo
llevó al cine en la película Aquellos tiempos del cuplé.
TINA JARQUE y su triste final
Las tardes del Ritz, fue estrenada por Tina Jarque, vedette,
actriz y cantante, nacida en el año 1906, en Barcelona.
Se contaba de esta mujer, de corazón bondadoso, que siempre
estaba dispuesta a ayudar a todo aquel que se lo pidiera, aunque de imagen de
frivolidad y de una moral disoluta, que fue la primera en mostrarse desnuda, en
los escenarios. Y quien fue una de las artistas, más triunfadoras del panorama
nacional, desde el inicio de los años 20, hasta mediados de los 30.
Tina dueña de una personalidad seductora, que le valió para
codearse con hombres de negocios con pingües beneficios, que solo le trajeron,
muchos problemas.
1936 Tina es detenida, en Madrid, por un anarquista, ex
legionario, al que le disgustaba la disciplina, y las normas del ejército, de
nombre Abel Domínguez, quien caería en las redes de la cupletista, enamorándose
perdidamente de ella. Con posterioridad, es acusada de robo de joyas y de
espionaje
1937 Se le condena a morir por un pelotón de
fusilamiento. Su cuerpo descansa en
Valencia.
A punto de finalizar la década de los 20, con ella concluyen
los tiempos dorados del cuplé.
La Bella Chelito, Consuelo Vello (La Fornarina), Pastora
Imperio o Raquel Meller, son algunas de las más célebres cupletistas españolas.
Recogida información en :
consuelitoyotrasbellasdelcuple.blogspot.com