BANDOLEROS -EL BANDIDO GENEROSO – DIEGO CORRIENTES




Utrera el vio nacer, allá en el caluroso mes de agosto, año 1757.
Mojaron su coronilla, el agua bendita de la iglesia de el señor Santiago, 8 días después de nacer como:  Diego Francisco Bernardo. Diego Corrientes Mateos

Diego Corrientes es sin duda el primer y quizás más expresivo ejemplo de bandido generoso. Nació en Utrera el 20 de agosto de 1757, siendo bautizado en la Iglesia del Señor Santiago de dicha localidad el día 28 con el nombre de

No tuvo una vida larga, pero, sí, llena de relatos al más puro estilo caballeresco, hombre en el que siempre prevaleció, los jornaleros del campo andaluz, acosados, por la justicia humana, motivada, a consecuencia de las variadas ansias, de igualdad, que le condujeron a ser cabecilla de bandoleros uniendo, ardid y bizarría, con presteza y poderío, para servir en favor de los pobres

Muy notoria fue, la encarnecida enemistad, entre él, y Don Francisco de Bruna, quien era Regente de la ciudad de Sevilla, y al que se le conocía como. Señor del Gran Poder de Sevilla

El señor de Bruna, persiguió a Diego, hasta su muerte

Podríamos, estar tiempo, relatando las anécdotas de este bandido generoso, entre ambos personajes, como aquella en la que, que se cruzaron, en un puente, cercano a la sevillana localidad de Utrera, Diego observó, que el personaje que viajaba en el otro carruaje, era el Regente.

Esperó a que este bajase y al acercarse, a él, adelantó su bota, cuyos cordones estaban desabrochados, invitándole a que se los abrochase.  No quiero ni pensar, lo que pasaría por la mente de Don Francisco, cuando se enteró a quien había recogido los cordones, lo que sí sé lo que hizo, acto seguido, publicar en Sevilla, un edicto “Faculto a todo aquel, para matar o aprender a Diego Corrientes. Se ofrecen, recompensas e indultos “ 
La recompensa ofrecida por el Señor del  Gran Poder era de¡  diez mil reales!

No tardó mucho tiempo, en el que, se personase un tipo diciendo que él entregaría al bandolero. Una vez ante Bruna, el desconocido dijo – Aquí está el bandolero- El Regente le espetó- ¡No me gusta que me tomen el pelo! - acto seguido aquel hombre se quitó el sombrero, la peluca y la capa- No os he mentido señor, así que darme la recompensa- acto seguido escapó por el balcón y saltó a la calle, dejando con un palmo de narices, al asombrado Don Francisco, que juró vengarse de tal afrenta.

Si antes el odio hacia Corrientes era encarnizado, ahora utilizaremos otro sinónimo … implacablemente.



Aquel deseo se ve satisfecho una vez que Corrientes, es apresado en el pueblo, pacense de Cobillán, gracias a que alguien, se fue de la lengua y lo denunció. Pero la alegría en casa del pobre, poco dura, lo del pobre lo pondremos entre comillas, pues no creo, que, a don Francisco Bruna, se le pagase, como un simple pasante, los soldados, portugueses, que custodian a Diego, le dejan escapar

Posteriormente, sería descubierto por una mujer, cuando pasaba cerca de Pozo del Caño cortijo en Olivenza(antes  Portugal) , en la actualidad , Badajoz , dio  la voz de alarma.


Esta vez, para que pueda encontrar escapatoria, Bruna envía a cien hombres para apresarlo

El periodo de permanencia en prisión, antes de ser ahorcado, pues ese fue el veredicto, no aceptó comer ni cenar sin compañía, y el alcaide tuvo que aceptad dicha petición. 

La comida, que le daban, era la que traía su familia, diariamente a la cárcel  

El 30 de marzo de 1781, cuando contaba 24 años de edad, Diego Corrientes es ahorcado y a ser arrastrado, y hecho cuartos»

Así finalizaron las correrías de Diego Corrientes, un bandido sin delito de sangre.

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