La vida de
Dimitri Fauw, fue el ciclismo.
Había nacido en
1891, en la ciudad de Gante – Bélgica (un país de sobrada tradición de
bicicleta), y desde que era un crío, se había ido formando a través de circular
por las carreteras, como pedaleando en pista.
Sería en el año
2004, cuando con 23 años, se encuentra que su deseo de ser profesional del
ciclismo, le llega la oportunidad de lograr su sueño, ya que el equipo del
Quick Step, desea que pedalee con él.
Dos años más
tarde, 2006, su nombre va en línea ascendente, puesto que ya había conseguido
varios triunfos en pista y carretera.
ISAAC GÁLVEZ
Nace en Vilanova y la Geltrú, hacía 31 años.
Se hace
profesional del ciclismo en ruta en el año 2000, en el equipo del Kelme,
compaginando desde entonces la pista con la carretera.
Tres años más
tarde, abandona el Kelme para fichar por el Caisse d'Epargne-Illes Baléares, en
el que militó, hasta el día de su fallecimiento.
Isaac Gálvez,
consiguió un total de 12 victorias, en la carretera (Trofeo Mallorca, Trofeo
Alcudia y una etapa en los Cuatro días de Dunkerke) y finalizar en el 2006, en
segundo lugar, en la 4ªetapa del Tour de Francia, por detrás de Robbie McEwen y
por delante de Óscar Freire.
Quien le iba a
decir, que lo que más amaba, profesionalmente, le iba a pedir lo máximo que un
ciclista puede dar, entregar la vida.
Nos encontramos
en la prueba ciclista de los Seis Días de Gante, que se corría en el Velódromo,
de esta ciudad flamenca, en su penúltima jornada, corría el año 2006, día, 2,
mes, noviembre, el ciclismo en estado puro.
Los corredores
avanzaban en su trayecto, pendientes de conseguir la victoria de la etapa. De
improviso, la gente que estaba asistiendo a la prueba gritó. Tendido en el
suelo estaba Isaac Gálvez, que se había empotrado contra la barandilla y se
encontraba inconsciente. El golpe, contra la baranda, a una velocidad de 50 kilómetros
por hora, le había producido, la rotura de varias costillas, que le llegaron a
alcanzar al corazón. De camino al hospital, espiró.
¿Qué es lo que
pudo suceder para que Gálvez se diese contra la barandilla? Un golpe fortuito,
un leve toque de la bicicleta de otro ciclista, la De Fauw.
La carrera se
suspende, la gente abandona el velódromo, anulándose la última jornada.
Desde aquel
momento, Dimitri De Fauw, ya nunca fue el mismo. Sus propios compañeros, y los
ciclistas, que le rodeaban, compitiendo con él, en diferentes pruebas, tras el
accidente, lo manifestaban “Todos sabíamos que
tenía problemas, por eso todos nos propusimos ayudarlo. La norma era que
siempre que estuviéramos con él debíamos animarlo, no dejarle aislarse en su
culpa. Yo mismo le dije varias veces que no había tenido ninguna culpa...",
comentaba Joan Llaneras, compañero de Isaac Gálvez.
Mientras que De
Fauw decía días después de suceso: "¿Cómo voy a superar esto? Emocionalmente, soy una
ruina". Todo el mundo habla de un accidente, pero las
consecuencias son dramáticas y mi nombre sale en todas partes”. Para
posteriormente recrudecer sus mensajes: "¿Cómo voy a superar esto? Lo voy a cargar conmigo
para el resto de mi vida. Espero que el tiempo pueda suavizar las heridas".
El ciclista
belga, luchó durante tres años, con el recuerdo de aquel leve toque, fortuito
de su bicicleta contra la del español, que le había producido la muerte.
"Fue una caída más, como tantos cientos que
se producen a lo largo del año", declaraba Joan Llaneras, amigo y compañero de Isaac Gálvez.
Aunque la investigación,
penal, llevada a cabo, dedujo que no se podía calificar a nadie, responsable
del accidente, puesto que se trató de algo "involuntario". Nadie
podía culparle. Pero De Fauw, no pensaba lo mismo, por lo que, el joven
ciclista, entró en depresión.
Por un corto
espacio de tiempo, abandonó su carrera, para regresar, al menos una temporada,
en un intento de hacer, que el tiempo pase más rápido,
Aquello lo
único que le demostró, es que no era capaz de superar el dolor y la
culpabilidad, que sentía.
2009, finales
del mes de octubre, disputó los Seis Días de Grenoble, que supondría, ser su
última competición
Finalizada la
prueba, junto con su amigo y compañero de equipo, Iljo Keisse, abandonan el
lugar de la competición. "Regresamos a casa junto a Gianni Meersman. Dejé a
Dimitri en su puerta, y todavía estábamos riendo de lo bien que lo habíamos
pasado en Grenoble. Nos despedimos, y no lo encontré diferente de en otras
ocasiones. Te llamo para ir a entrenar, me dijo". Pero ya no iba a recibir
esa llamada”
Dimitri de
Fauw, apareció muerto en su casa. No tenía ningún síntoma, evidente de
violencia.
Nunca se
encontró nota alguna, ni ningún mensaje.
Aunque no hacía
falta. Todos lo sabían.
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