Muchas cosas nos vienen “ impuestas” , antes, durante y después del nacimiento, sin que nadie pueda
evitarlo, pues así ocurre en millares de hogares en este planeta llamado Tierra
Unos padres, quizá
unos hermanos y los consabidos miembros , que por consanguinidad nos vienen , sin comerlo ni beberlo,
“adosados”.
Nos acercamos al parto , y este también puede que sea normal
o prematuro.
Si a todo esto le agregamos los niños/as que nacen en un solo
parto, pues la cosa se complica más de
los necesario.
Por eso hablaremos de unas niñas, cinco en total, que
nacieron un 28 de mayo del año 1954, convirtiéndose, en las primeras
quintillizas, de las cuales se tenga documentación , que sobrevivieron a su
infancia , allí, en la ciudad de Corbeil, Ontario- Canadá.
No sabe si es porque tenían ganas de llegar a este mundo,
porque la naturaleza, así lo tenía previsto, pero nacieron dos meses antes de los previsto, comienzan las
dificultades, que se juntarán a otras de índole , ajenas a las pequeñas, que
los ojos semicerrados, rostros con pellejitos, puños cerrados, ya tenían
bastante con sobrevivir, y eso es lo que hicieron desde ese mismo momento.
Comenzamos hablando de que , tras su nacimiento, dos veces al
día, cinco enfermeras se dedicaban a llevarlas en brazos, para que los tibios
rayos del sol, se posasen en sus pequeños cuerpecitos, bueno es lo que nosotros
podríamos pensar, sin embargo era con un objetivo muy definido.
En una especie de galería, especialmente construida, para la
ocasión, las esperaban miles de personas, para observarlas, como si fuese
personajes de circo o de una feria de
seres nunca vistos .
Según los rotativos de la época, era verdadera felicidad, verlas, conocerlas, aunque para
ello , se tuviese que recorrer cientos de kilómetros, para tener una
experiencia que era única
Observarlas como jugaban en aquel
improvisado zoológico humano, que se había adaptado, en el interior de una
pobre casa.
Nadie se marchaba sin comprar
souvenirs o tarjetas postales, en las
que se podía leer “ Nosotros vimos a las quintillizas Dionne”.
Incluso los carroñeros
cinematográficos, se empeñaron en hacer una película con , Yvonne, Annette,
Cécile, Emilie y Marie, pues así se llamaban las pequeñas . Hijas de Oliva Dionne
de 31 años de edad ( a pesar de que el
nombre pueda llevar a confusión , es el padre), y de su esposa Elzire de 25 años . Las pequeñas, al nacer tan
frágiles y con tampoco peso, cabían en la mano y fueron bautizadas al mismo tiempo, pues no se
daba ni un penique por sus vidas , y la vida de su madre, peligró durante el
parto.
A falta de incubadora, la cual
sería un obsequio de una rotativo canadiense, las metieron en una cesta de
mimbre, rodeadas de botellas de agua caliente. Mujeres en periodo de lactancia,
llevaron leche, los mismo que se recibió desde un hospital cercano, una pequeña
cantidad de leche, y en trascurso de las semanas siguientes , desde Ontario la leche “ recolectada”
envasada en recipientes con hielo y por tren , para la manutención de las quintillizas
En esta representación dramática,
quien más, quien menos, ya tiene su papel a interpretar:
Las otras figuras centrales en el
drama fueron Benoit Labelle( comadrona) y el doctor Allan Roy Dafoe, quienes ,
y a su manera( la señora Labelle frotando uno a uno el cuerpo de las pequeñas
con aceite de oliva) Y el doctor Roy
Dafoe ( añadiendo dos gotas de ron, al agua de las quintillizas con la “ sana” intención de estimularlas
Creo que tras a dar a luz, y los
primeros cuidados de sus hija, Oliva y Elzire , comenzaron
a tener serias dificultades para ver a sus hijas, rodeadas por un
ejército de enfermeras, que se lo impedían y les regañaban – Ustedes lo único
de hacen, es molestar-
Los medios de
comunicación, que llegaron a cientos, se encargaron de engrandecer la figura
del adusto doctor Dafoe, como si de un héroe se tratase, aunque su perfil, pues
así le representaron, fuese el de un médico rural , que había llevado a cabo
un gran milagro , eso a Dafoe le gustaba
El gobierno tomó cartas en el
asunto , no tardando , en considerar a las quintillizas, como propiedad del estado.
Como los padres necesitaban dinero, un explotador estadounidense, ofreció
al padre , un trato¡ Exhibir a las quintillizas en un espectáculo de feria ¡,
idea que al doctor Dafoe , no le pareció mal, quien sabía a ciencia cierta¿
cuánto durarían las niñas?
El trato se filtra a la prensa, y
el escándalo no se hace esperar, en forma de cartas con insultos , la prensa lo
catalogó como explotador y sin
escrúpulos , mientras que la gente pedía que se le esterilizase.
Si, la tormenta arreciaba, ahora
alentada , por los medios de comunicación, la opinión pública ,se preguntaba, ¿
cómo era posible que un matrimonio de primitivos campesinos, pudiesen hacerse cargo de la pequeñas? .
Lo primero era que las pequeñas
tuviesen lugar para ellas solas, o sea, estar en una guardería . Escondido en
este trasfondo latían los prejuicios
contra franceses y católicos
La
respuesta del gobierno de Ontario, no se
hizo esperar: ofrecer a las quintillizas las garantías del Estado, y gozar de
un amplio apoyo. Una autoridad gubernamental , esgrimió como buena idea, que
las quintillizas , fueran propiedad pública, pues no dudó al describirlas como “nuestra familia real”.
Un poco más adelante, el gobierno
de Ontario ratificó una ley que protegería a las niñas hasta que éstas
cumplieran 18 años.
De momento, el riesgo de
explotación que podrían sufrir , las pequeñas, quedó paralizado. Pero no
existió un stop en su privacidad : Portadas de periódicos, revistas,
noticieros, cada dos por tres. Que si cumplían años, fotos al canto, que si
estaban malas, otra tanda de fotografías y en portada.
Hasta personalidades de la
realeza, tuvieron para ellas unos minutos, El Jorge VI y la reina Elizabeth . E
incluso varios navíos estuvieron orgullosos de llevar los nombres de pila de
las quintillizas
Y algo, bueno , vamos a llamarlo
así , existió , fue creación de una
industria turística que, se originó en torno a las pequeñas Dionne, y que
salvó al pueblo, de la bancarrota que le estaba engullendo, por culpa de la
Depresión.
El número de hoteles subió , así
como el valor del suelo y de las propiedades.
Sin querer , Yvonne, Annette,
Cécile, Emilie y Marie, generaron , una importante , contribución , a la
economía de la provincia de Ontario
Hacía muchas líneas, sin que
saliese nuestro “ buen doctor Dafoe” , que se había arrogado , para sí, ser una
especie de guardián , principal promotor
y “ portavoz ”de las pequeñas, en
conferencias y entrevistas, a las que no se negaba a ir
Productos como: desinfectantes,
jabones, sopa, pastas dentales y muñecas, entre otros, llevaban el nombre de las,
por lo que ellas, sus guardias y agentes, se embolsaron bastante dinero.
La idea de la guardería tomó
forma, pues detrás de la casa de los Dionne, se construyó, una institución,
para las niñas.
Se componía de : una guardería ,
a la que más tarde , se bautizaría con el nombre del doctor Dafoe- 5
habitaciones y un patio de juego. .
Meses después se instaló una galería de observación para los miles de
visitantes que podían ver , dos veces al día, a las quintillizas
También tenía , parking y tiendas de recuerdos . Los visitantes
bautizaron el complejo con el nombre de.
Quintland
Por temor ante posibles
secuestros, se instaló una enorme cerca, potentes luces y un policía . Cada
hora, las pequeñas eran contadas , cuatro veces .
Los
que vivían en el mundo, que las rodeaban: gobierno, pedagogos, doctores y enfermeras, creían,
a pie juntillas, que la labor que cada uno, realizaba, era perfecta…controlar
en todo momento a las quintillizas. ¿como?... en total soledad, fuera de sus
padres (a los Dionne, se le ordenó no molestar o besar a sus hijas, por lo que
nunca asistió a las fiestas de cumpleaños ya que, como apuntó Oliva Dionne,
“Para nosotros no representaba ningún honor ser invitados a las fiestas de
nuestras propias hijas”) evitando el contacto con otros niños de su edad, en
una palabra, existiendo en un mundo de adultos.
Hasta que un día, Oliva Dionne, entró por la fuerza en la guardería para ver a
sus pequeñas. No obstante, no se le permitió tomar ninguna instantánea de las
pequeñas, o sea nada de fotografías, no por nada, por una miserable minucia… la
existencia de un fotógrafo, que ¡tenía los derechos exclusivos para esas tareas!
Entre las cláusulas de “un
contrato”, establecido con el matrimonio Olivia y Elzire Dionne, existía una
que “les prohibía “, aparecer en ninguna imagen abrazando a sus hijas. irrumpió a fuerza a la guardería para ver a
sus hijas, aunque Se nos había pasado por alto, que los Dionne, tenían más
hijos, creo recordar… que otros cinco.
Bueno pues a ellos también se les
privaba del contacto con sus hermanas, todo por que el famoso doctor Dafoe, argumentaba,
que podía contagiar a las quintillizas, con que gérmenes, de vaya usted a saber.
Las quintillizas no tenían mascotas, por el mismo motivo.
Hartos todo aquel circo montado
alrededor de las pequeñas, Elzire y Oliva Dionne, toman la decisión de echar de
sus vidas, al irritante doctor Dafoe.
1943 Las quintillizas tenían 9 años
de edad, cuando, ¡por fin!, la familia al completo pudo reunirse, para lo cual,
se les había construido, una casa con tres pisos.
La convivencia no era, lo que los
padres pensaron en un momento, que podría ser. A las quintillizas, se les hacía
cuesta arriba, hacer las labores que les correspondieron, en la casa y en la granja,
después que haber vivido como “reinas”, y surge un nuevo contratiempo.
Una de ellas, Cécile, hace unas
declaraciones …sus padres está a la greña constantemente: “Nuestros hermanos y
hermanas, e incluso nuestros padres, nos daban a entender que éramos la causa
de sus miserias”.
Para ellas, su padre, es una
persona fría, distante, que no comprende o que no acepta, que van dejando de
ser niñas, y necesitan conocer a otros muchachos de su edad
Oliva no es tal y como lo
describen sus hijas, todo lo que hace, es por puro interés… evitar que se
enamoren y que se marchen, con lo cual, el dinero que entraba en casa, se
escaparía como en agua entre los dedos de la mano.
A los 18 años, las cinco hermanas
abandonan el nido y suelen visitar, muy de vez en cuando, a sus padres.
El mundo, su mundo construido en
una guardería, se derrumba, que les trae al verdadero mundo, comenzado por Emilie,
que con 20 años comienza a sufrir ataques de epilepsia, y fallece durante un
retiro, en el mismo convento donde pensaba profesar. Muchas personas les
demuestran, su dolor, pero para el resto de las hermanas sobrevivientes, no
existe consuelo alguno, decidiendo mudarse a Montreal, donde tres de ellas, se casan: Annette (es madre de 3 hijos), Cécile (de 5) y
Marie (de 2), únicamente Ivonne nunca se casó, se dio a la bebida y murió sola
en su departamento en 1970, pues Marie y su esposo habían dejado Montreal.
Marie falleció en 1970 con 35
años, a consecuencias de un derrame cerebral
Yvonne en el 2001 víctima de un
cáncer
Cuando las quintillizas tenían 31 años, escriben un libro “We Were Five (Fuimos cinco). En el que describen un hogar muy triste, culpando al patriarca de la familia, que se les escurriera entre los dedos, la confianza en ellas, y el dinero.
Durante 30 años, las dos hermanas
Dionne, las que viven, guardaron celosamente sus vidas, en la localidad de San
Bruno, a unos 15 kilómetros de Montreal, evitando la publicidad.
Hace poco tiempo, aparecieron en
un programa de la televisión, canadiense, brevemente. ¿Cuál fue la razón?
“Necesitamos
el dinero”, explicaron ellas.
Cécile fue más lejos al decir que
deseaban asegurar su vejez: “Todas nosotras lo
necesitamos. Si no lo logramos, continuaremos en nuestro silencio. Me gustaría
que fuera de otra manera”.
La única manera de poder seguir
adelante, y con 80 años, es demandar 6 millones de dólares canadienses por
parte del gobierno de Ontario, por haberlas explotado, y dejar que las explotasen,
durante su niñez.
También tienen publicaron una autobiografía
con ayuda de un escritor.
Desconozco que organismo, o institución, es el
responsable de explotar la casa-museo de las Dionne. La verdad es que miles de
personas siguen dejando, allí, dividendos.
Pequeña semblanza del doctor
Dafoe
Dafoe en Madoc, Ontario, hijo de un médico. Se formó en la
misma profesión y, a principios de 1909, se fue a la práctica en Callander,
Ontario , donde residió durante el resto de su vida.
1934 Asistió en los nacimientos múltiples de la familia Dionne,
convirtiéndose en una celebridad en la avalancha de atención de los medios. El
gobierno de Ontario dio el doctor Dafoe tutela completa de los quintillizos.
Puestos de recuerdos y otras concesiones rodearon el área
donde vivían los quintillizos.
Se convirtió en uno de sus guardianes, y dedicó poco trabajo
a su práctica médica, que otros llevaron, endosándose dinero por dar charlas y
conferencias sobre las quintillizas, amén de lo que se sacaba por verlas a
través de un cristal colocado en su casa.
Fue galardonado con una Orden del Imperio Británico por su
trabajo con los quintillizos Dionne.
Murió el 2 de junio de
1943 en los 60 años desde la neumonía y complicaciones del cáncer, y está
enterrado en el cementerio del parque Césped en Toronto
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