1897
Kansas. Nace Amelia Earhart.
Se
cuenta que cuando vio volar un avión, por vez primera a los 10 años, no se
sintió nada atraída, quizá también por el lamentable estado en él que estaba.
Veintitrés
años más tarde, 1920, asistiendo a una exhibición aérea, quedó absolutamente impresionada.
Desde ese preciso momento, supo que quería, volar, solo volar. Amelia era la
mujer decidida, de fuerte carácter, no les gustaba la etiqueta puesta a las
féminas de su época, por lo que las llevaba una buena delantera. Se fijaba en
aquellas que habían conseguido sus sueños, en un mundo de hombres, de las que
guardaba recortes
1921
Decidió seguir adelante con su objetivo…aprender a pilotar un avión. Antes de
finalizar el año, ya se ha comprado unas dos plazas en color amarillo, para
ella sola, al que bautizó con el nombre de “Canarias”, y con quien, consiguió,
establecer su primer récord, subir a 14.000 pies de altitud
1928
Realiza varios vuelos en solitario, a través de los Estados Unidos.
1931 Se
casa con George Palmer Putnam, escritor y explorador, Amelia conserva su
apellido de soltera.
Al año
siguiente, 1932, realiza en solitario, la travesía del Atlántico, siendo la
primera mujer que lo completa, sin acompañantes. Este vuelo lo realizó en 1927,
Charles A. Lindbergh, estableciendo una nueva marca de velocidad, al conseguir
alcanzar Irlanda, con solo 13 horas 50, por lo que fue galardonada, por el
congreso de los Estados Unidos, con la Cruz Distinguida de Vuelo, la primera
que se concedía a una mujer.
Después
realizó diversos vuelos de costa a costa de los EE.UU., entre ellos Los Ángeles
(California a Newark (Nueva Jersey).
Amelia
provechó su fama, no en beneficio propio, pues abogó por la incorporación de la
mujer, a este nuevo campo profesional.
1935
Vuela en solitario desde Honolulu(Hawai) a Oakland (California), con lo que recorre,
una distancia superior, a la que existe entre EE. UU y Europa, logrando ser el
primer piloto, que completaba, con éxito, este dificultoso trayecto, sobre las
aguas del Pacífico (los anteriores habían concluido en desastres).
A punto
de finalizar el año, establece un nuevo récord, de velocidad, surcando el
cielo, sin escalas Ciudad de México- Nueva York, en algo más de 14 horas.
Dos años
después, 1937, anunciaba la idea de la dar la vuelta al mundo, pero que lo haría,
fuera de la ruta habitual, para estas travesías, ya que hasta entonces, esta
clase de travesías, se habían efectuado, en cortas etapas, en los cielos del
hemisferio norte.
Amelia,
no iría sola, estaría acompañada de su copiloto y navegante, estadounidense,
Frederick J. Noonan. Lo que ambos pretendían, era circunvolar el globo
terrestre, siguiendo la línea del ecuador. El avión era un bimotor Lackheed
Electra 10-E.
1937
salen de Miami(Florida) en dirección a Sudamérica, para continuar a las Indias Orientales.
En 30
días, y habiendo completado 33.000 kilómetros, más de los dos tercios de la travesía,
el avión desaparece en medio de un temporal, cuando estaban a punto de
finalizar su penúltima etapa del viaje, que les llevaría desde Lae (Nueva
Guinea) a la isla Howland, cera de Australia.
Fueron
motivo de numerosas y a menudo fantásticas especulaciones, la desaparición de
Amelia y de su avezado copiloto. Sin embargo, hasta el día de hoy, a pesar de
los intentos y de arriesgadas hipótesis, el avión, ni noticias de sus dos
tripulantes, nos han llegado, a pesar de que el gobierno estadounidense, en su día,
y nada más conocerse la noticia, movió ficha y comenzó la investigación.
El
último contacto, realizado por radio desde el Electra, fue con el guardacostas
de la isla Howland- Aún no divisamos la isla. Nos estamos quedando sin
combustible-
Unas descabelladas
ideas, que algunos paranoicos, armaron como teoría de la posible desaparición,
nos llevan hasta las Islas Marshall, dominadas por los japoneses. Capturados
como espías, son ejecutados. O que tras una serie de negociaciones con los EE:
UU, los japoneses, les permiten regresar a su país, con identidades falsas.
No pasó
mucho tiempo para la aparición de un libro, que trataba de la
desaparición de
Amelia Earhart, basado en el diario de vuelo de su último viaje, y escrito por
George Palmer Putnam
Como señaló Ronald
Reuther, naturalista y admirador de Amelia Earhart, a National Geographic News
en 2003, «todavía hay documentos del gobierno de Estados Unidos relacionados
con Earhart y su desaparición que se mantienen en secreto. ¿Por qué?».
Recabada
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