MUJERES EN LA II G. MUNDIAL - VIRGINIA HAL



  
En todas las batallas, que han existido, desde que el mundo es mundo, los más inocentes han sido los paganos de estas acciones bélicas, enarboladas para conseguir, la Paz, la unificación de pueblos, el poder absoluto y otras historias de terror.

En la II Guerra Mundial, hombres y mujeres, mujeres y hombres, llenaron páginas de acciones heroicas, por desgracia, poco conocidos, aunque esa labor, fuese imprescindible en el curso de la guerra La historia de la Segunda Guerra Mundial está llena de acciones heroicas realizadas por hombres y mujeres, en muchas ocasiones poco conocidos pero cuya labor fue imprescindible en la argumentación de la guerra.

Mujeres, soldados y pilotos en acciones bélicas y bombardeos.
Enfermeras 59.000, de las que 200 fallecieron. Solo en el Pacífico 70 fueron capturadas por los japoneses en 1942, permaneciendo prisioneras durante 3 años y medio.

Para la Operación Overlord (Desembarco de Normandía) las enfermeras son entrenadas militarmente: subir a un barco mediante una soga, saltar a los botes, atravesar alambradas y barricadas, autodefensa y a desfilar. El uniforme no sería el tradicional, se vistieron con uniformes militares y botas. Aunque no parece que su participación activa fuese ese mismo día pues llegaron cuatro días después, desembarcando bajo el fuego cruzado de los francotiradores alemanes 

Las mujeres participaron activamente en prácticamente todos los aspectos del conflicto, tanto militares como civiles. Por ejemplo, el servicio de inteligencia británico (SOE) contaba con 55 miembros femeninos, de los cuales 13 murieron en acción.

VIRGINIA  HALL 

Viene al mundo en la ciudad estadounidense de Baltimore 16/4/1906. Es la última de las hijas de Edwin Lee Hall un famoso hombre de negocios con buena posición social.

Cuando tiene 9 años, su padre y ella viajaron en uno de esos llamados, barcos clipper, grandes veleros utilizados tanto para el transporte de mercancías como para el desplazamiento de inmigrantes, entre los años 1830 y 1860. Viaje que la impresionó mucho

Tal vez ese viaje hizo que se desarrollara en ella, un espíritu trotamundos, que estuvo a su lado, como la propia sombra, toda su vida. Y en ese ambiente se crio Virginia

Cursó estudios en los colegios Radcliffe y Bernard, entre los años 1924 y 1926. Aprendió varios idiomas, entre ellos francés y alemán.  

Su espíritu inquieto la lleva a dejar su cómoda existencia en Baltimore.

1951 Decide dedicarse a la vida política

Pronto la joven decidió que era tiempo de dejar la cómoda vida de Baltimore y en 1931 decidió irrumpir en la vida diplomática.

Secretaria en la Embajada de los EE. UU en Varsovia. De allí la trasladan a varios lugares: Tallinn, en Estonia; Viena en Austria e Izmir en Turquía.

Precisamente en Izmir, cuando está de cacería, la escopeta que portaba se le resbala, cuando fue a recogerla, se disparó, con tan mala fortuna, que los perdigones, le dieron en el pie.

Las heridas no eran mortales de necesidad, pero cuando un médico pudo atenderla, la pierna de Virginia, tenía gangrena. Tuvieron que cortarle la pierna para evitar que se muriese. Una pierna ortopédica reemplazó a la que va no tenía 

Aquel fue un mazazo, no solo físico, también frustró su carrera diplomática con el Departamento de Estado

Más de uno, no es que llegase a alegrarse, pero resultaría un alivio, ya que, en aquellas épocas, los jefes, no comulgaban con que una mujer hiciese carrera en el Departamento de Estado. Al mismo tiempo, de la existencia de una disposición que prohibía “el empleo de personas con amputaciones en los miembros."   Así que no tiene más… que dejar el servicio. Derrotada renunció en 1939.

El mundo de Virginia cambió sustancialmente, y el llamado destino, tenías previsto para ella, otra forma de ayudar a su país y a los que entrarían en guerra contra la Alemania de Adolf Hilbert

Viaja a Europa para unirse al servicio Francés de Ambulancias

1940   Tuvo que volar a Londres, pues Francia había caído en manos del III Reich.

Allí trabaja para el agregado militar de la Embajada de los Estados Unidos, decodificando mensajes.
Alguien se ha fijado en su labor, los servicios especiales británicos, SOE, que la reclutan como agente con la Resistencia Francesa.

Virginia recibe un duro entrenamiento: armamento y tácticas militares.
Es casualmente enviada a Vichy fingiendo ser "periodista."  Sus acciones de espionaje tuvieron tanto éxito, que los servicios de espionaje alemán, inician una cacería, para terminar con todas sus actividades.  

1941 A mediados, está a punto de ser arrestada, pero consigue escapar, a pie con destino a España, a través de los Pirineos, toda una huida, que, si era difícil para una persona normal, para Virginia aumentó su problema, por su condición física.  A su lado estaban, un capitán belga, dos franceses y un guía español.

Consiguieron llegar a San Juan de las Abadesas, municipio de Cataluña, España, donde brevemente, será detenida. Gracias a las gestiones de su Embajada con Madrid, la ponen en libertad.

Virginia no quiere oír hablar de retirarse, así que se la entrena como operadora de radio, para luego ser enviada a la OSS en Estados Unidos.

1945 Se hace pasar por una nodriza mayor de edad, regresa a Francia, y reanuda sus actividades de espionaje, bajo el nombre de Diane, que, según declaraciones de la propia Virginia, para las diferentes acciones en las que intervino se llamó: "Marie Monin", "Germaine", "Diane", "Camille" y hasta "Nicolás".

La Gestapo, harta de aquella mujer, emite una circula de búsqueda, en donde se advertía que "la mujer coja es una de las más valiosas agentes aliadas en Francia y debe ser localizada y eliminada."

No obstante, su falsa identidad, la llevó tan bien, que la Gestapo nunca llegó a sospechar, que una mujer que pasaba por su lado, andando normalmente, fuese, esa mujer coja a la que había que eliminar.

A pesar de los fuertes dolores que le causaba su cadera, cada vez que tenía que caminar sin cojear, lo continuó haciendo, mientras que hacía acopio y envío de informes de inteligencia, inmenso valor.
También coordinó, los saltos en paracaídas realizados por agentes, tras las líneas alemanas durante el 

Día-D

Por su condición física, no podía actuar activamente dentro de las misiones de guerrilla, por lo que se dedicó a entrenar y dirigir, a un grupo de resistencia Maquis (Organización guerrillera francesa de oposición a la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial) en actos de sabotaje y de ataque guerrillero contra objetivos militares.

Como líder, sus cualidades fueron reconocidas, pues el grupo que ella entrenaba, fue altamente eficiente, durante la Operación Anvil, cuando fueron lanzados en paracaídas, en las ciudades de: Marsella, Saint Tropez y San Rafael.


Finalizada la contienda, Virginia Hall, recibe la Cruz de Servicios Distinguidos, siendo ella la única mujer en recibir tal condecoración.   También tuvo el honor de ser galardonada con la distinción de Miembro del Imperio Británico.

No piensen ustedes, que se fue a casa y vivió tal feliz.  Ya que siguió trabajando en la OSS como analista de inteligencia en la CIA.

1966 Se retiró a la edad de 60 años  

Esta vez sí que lo hizo, dedicándose a la jardinería y a la crianza de perros de raza Poodle o caniche
Virginia Hall, murió en 1982, a la edad de 98 años, en el Hospital Adventista de Rockville, Maryland, Estados Unidos.

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