Nos
encontramos en los Ángeles, por más señas en su puerto, desde donde zarparía un
crucero Disney Wonder, fletado por la compañía Disney Cruise Lines, con destino
a la costa de México.
Entre
los 2400 pasajeros que iban en el crucero, ese 21 de marzo del año 2011, se
encontraba una joven de nacionalidad británica y de nombre Rebecca Coriam.
Si
algunos de ustedes han tenido la oportunidad de realizar un viaje de estas
características, que estas embarcaciones son tan monstruosamente grandes, que
es normal que uno camine por los corredores, en la más absoluta de las
soledades.
Nadie
tenía ni la más mínima sospecha que lo que sucedería aquella noche, en la que
el crucero navegaba hacia Puerto Vallarta.
Rebecca
se encontraba en el comedor cenando acompañada de otros compañeros de la
tripulación, mientras es grabada por las cámaras de seguridad.
Finalizada
la cena, se observa como recibe una llamada en su móvil, parece nerviosa hasta
que cuelga. Después se despide y sale del salón comedor en dirección a su
camarote.
Otra de
las cámaras de seguridad le graba mientras camina, por uno de los solitarios
corredores de la nave.
La
imagen es más bien oscura, como sacada de la clásica película de terror, donde
el asesino espera en un recodo, que su víctima se le acerque.
En el
momento en el cual, Rebecca tuerce la esquina del corredor, sale del ángulo de
visión de las cámaras, desde aquel momento, la joven británica…desaparece
En una
declaración efectuada por el FBI, se reconoce que la posibilidad de que te asalten,
sufras un robo, violen o te asesinen en un crucero de placer, es la misma que
la de cualquier gran ciudad de los Estados Unidos.
Esta
declaración por parte de dicho organismo, tira por tierra toda la idílica
imagen que se tiene de los cruceros, que no cuentan con apoyo, como en las
ciudades, de un 112 o un 911, al que acudir, al menos que no se tenga un
repetidor terrestre cerca, cosa más que improbable.
Desde
1995, han desaparecido 165 personas, todas ellas en cruceros de todo el mundo,
sin dejar rastro alguno, ni muertos ni huidos, desvanecidos como la bruma que
abandona el barco que ha envuelto entre sus gélidos brazos.
Tenemos
que abordar este tema con mucho cuidado, puesto que dichas desapariciones, se
quedan en tierra de nadie, es un decir, ya que, al suceder en aguas
internacionales, a más de 200 millas náuticas, jurídicamente, nos encontramos
ante un dilema ¿qué país puede llevar el caso de la desaparición o asesinato si
se encontrase al culpable.?
En alta
mar, navegan toda clase de barcos, desde barcos casinos hasta clínicas
abortivas ilegales. Antaño sirvieron, también, para que los jóvenes ingleses
escucharan música prohibida servida por locutores como Philips Seymour.
Philips
Seymour en 1966, decide montar una radio pirata a bordo de un barco anclado en
aguas internacionales, para desde allí emitir rock and roll durante las
La
hipótesis que siempre se baraja en estos casos de desaparición en barcos y
cruceros, es la caída accidental al mar por la borda, por lo que dicha caída
accidental, queda saldada como un descuido del pasajero.
El hecho
de que no exista ningún testigo del suceso, por lo que se desconoce la hora en
la que ocurrió, pueden pasar horas hasta que se descubre que esa persona no
está a bordo.
Para las
compañías aseguradoras, esto es una “tabla de salvación”, puesto que, al no
aparecer el cadáver, no hay defunción y si no existe defunción, no hay cobro de
ningún seguro por parte de las familias.
También
se pone en tela de juicio, el tema de los agentes de seguridad, que, al fin y
al cabo, trabajan para la naviera, lo que se presupone ¿qué obedecerán
órdenes?: esconder el caso y no investigar para no perturbar la tranquilidad
del resto del pasaje.
No es de
recibo, pero así sucede, que muchas veces, las navieras, tienen su bandera en
países, donde pueden tributar lo más bajo posible, como sucede en las Bahamas y
Panamá.
Serán
estos dos países los encargados de llevar a cabo la investigación a bordo. Y si
se tiene claro quien ha sido el autor del delito cometido sobre alguna persona,
una vez desembarcado, en cualquier país, este se puede declarar incompetente
para detener, enjuiciar o sacarle del barco
Los padres de Rebecca
Jim Walker, abogado especializado en derecho marítimo,
durante una entrevista para un reportaje producido por la SBS, afirmaba “que el lugar
para quedar fuera de la ley es un crucero; el lugar para ser un acosador de
niños es en un crucero; si eres un violador, tienes más probabilidades de salir
indemne si cometes el crimen en un crucero en alta mar. Todo esto está
ocurriendo en aguas internacionales”.
danieltoledomonsonis.wordpress.com
http://i1.mirror.co.uk/incoming/article7294241.ece/ALTERNATES/s615b/Rebecca-Coriam-Disney-Wonder.jpg
http://www.crucerum.com/imagenes/upload/crucerum-galeria-2012_06_28_10_58_24_000000_7402-100x100.jpg
https://urivedder.files.wordpress.com/2009/07/radio-caroline-1967.jpg?w=300&h=208