Gran Bretaña tenía in mente desde principios de
siglo XIX, escalar el Everest, que estaba en su lista de prioridades. Ahora,
desde que el Tíbet en el año 1920 había abierto sus fronteras a extranjeros,
aquella meta estaba más cerca.
Claro que existían otros dos objetivos más: pisar el
polo norte y el sur.
¿Sabían ustedes que existen tres polos? Pues sí, ya
que se le llama al Everest el tercer polo. Y los ingleses estaban dispuestos a
ser los primeros, en pisarlos.
Para tal asunto contaron con El Alpine Club y la
Royal Geographical Society, quienes formaron el Mount Everest Committee, una
entidad que sería la encargada de gestionar la hazaña.
Un año después, 1921 tiene lugar el primer intento.
Antes de proseguir, debemos darnos cuenta, que, en aquella época, muy poco se
sabe del techo del mundo, como llaman al Everest. Y de sus vías de acceso
tampoco
Vamos a ser magnánimos y no vamos a mirar con lupa,
que esta primera intentona, no tuviese como meta la conquista de su cima. Más
bien lo dejaremos en una exploración
Lo primero que se acordó fue establecer la ruta más
apropiada que fue la norte, para después decantarse por la época más favorable,
para finales de primavera.
1922, en la segunda expedición, que se emprende,
corresponde a George Ingle Fich acompañado por Geoffrey Bruce, realizarla, quienes
conseguirían alcanzar una altitud de 8.326 metros (la cima del Everest está a
unos 8.848). Por problemas de agostamiento y falta de oxígeno tuvieron que
abandonar y regresar a la base.
Tardarían en llevar a cabo una tercera expedición, dos años, pues la
cosa se complicó en el tema financiero y en 1924, el equipo lo formaban
doce personas: el brigadier
Charles Granville Bruce, como jefe de la
expedición; el teniente coronel Edward Felix Norton, como segundo al mando; el
profesor Bentley Beetham; el capitán Geoffrey Bruce; el ingeniero John de Vere
Hazard; y un estudiante de ingeniería
Andrew Irvine; el profesor George Mallory; el geólogo Noel Odell; el médico
Theodore Howard Somervell; el médico militar Richard William George Hingston;
el capitán del Ejército y fotógrafo John Baptist Lucius Noel y por último, el
guardia forestal E.O. Shebbeare.
Andrew Irvine había sido el más destacado en una
prueba que se realizó en la isla de Spitbergen cercana a Groenlandia, donde se
demostró ser un experto en mecánica y reparación de maquinaria, logrando
realizar mejoras sobre las bombonas de oxígeno.
Charles Bruce a finales de abril, contrajo la
malaria antes de llegar al campamento base por lo que tuvo de abandonar la
expedición, que quedó en manos de Norton.
En cuanto a la estrategia a seguir, fue la misma que
en otras ocasiones establecer campamentos numerados a partir del I y en
diferentes metros. Y así quedó: I estaba a 5.400 metros, el II a 6.000, el III
a 6.400 y el IV a 7.000. Fue a partir del último cuando comenzaron los intentos
de alcanzar la cima.
El 1 de junio, Mallory, ya veterano, pues estuvo en
las expediciones del 1921 y 1922, y Geoffrey Bruce intentan la primera
aproximación.
Ellos serán quienes preparen el campamento V a 7.700
metros, pero se quedaron sin porteadores antes de instalar el campamento VI,
por lo que regresaron al IV.
Ambos se cruzan con el grupo formado por Norton y
Somervell, en una segunda intentona, quienes conformarán el campamento VI, a
8.170 metros de altitud, y llegaron a alcanzar los 8.573, un récord que 28 años
después batirían Tenzing Norgay con Raymond Lambert.
Norton llegó a estar a 60 metros del inicio de la
última pirámide (cuya cúspide es la cima), pero decidieron volver debido a que
les anocheció y que el último tramo era más complicado de lo que pensaban.
El tercer intento lo protagonizaron Mallory de 58
años e Irvine de 24 años. A Mallory, por decisión propia, no le importaba
llevar con él a un acompañante tan inexperto, lo importante era su fortaleza y
la destreza con las botellas de oxígeno.
El 7 de junio de 1924 logran llegar hasta el
campamento VI. Mientras que, tras ellos, Odell y Hazard se dirigieron al V,
para prestar apoyo.
El 8 de junio, Odell salió del V, con la intención
de hacer estudios geológicos.
Aproximadamente serían las 12.50 horas del
mediodía, cuando a unos 7.900 metros, vio a lo lejos dos figuras negras, las de
Mallory e Irvine, a pesar de la espesa bruma que cubría parte de la cima del
Everest. Fue la última vez que ambos fueron vistos con vida. Odell nunca pudo
precisar el lugar exacto donde estaban cuando los vio, debido al mal tiempo.
Cuando Odell llega al campamento VI, lo encuentra
desordenado y vacío Decide pasar aquella noche esperando a sus compañeros, que
no regresaron
Desciende hasta al campamento IV donde están dos
porteadores para volver después. De nuevo llegó al campamento VI, que encontró
tal y como había dejado.
Consigue ascender hasta los 8.200 metros, pero no
encontró ni rastro de Irvine y Mallory.
Finalmente, se les dio por
desaparecidos y el 16 de junio abandonaron el campamento base original y dieron
por finalizada la expedición. Hasta 1933, no hubo permisos para más
expediciones.
Irvine y Mallory fueron considerados héroes. Y la
Catedral de San Pablo acogió un funeral en su honor al que asistió el rey Jorge
V. Las Universidades de Oxford y Cambridge erigieron monumentos en honor a sus
estudiantes.
George Herbert Leigh Mallory nació el
18 de junio de 1886 en Mobberley, Cheshire, Inglaterra. Se inició en la
escalada a los trece años de edad. Estudió Historia en Cambridge, de cuyo
equipo de remo formó parte. Tras estudiar se convirtió en maestro.
Casado y con
dos hijos, se alistó en el Ejército de Su Majestad con motivo de la I Guerra
Mundial y alcanzando el rango de teniente.
Andrew
Comyn Irvine nació el 8 de abril de
1902 en Birkenhead, Cheshire,
Inglaterra. De origen escocés, desde muy joven destacó en el campo de la
mecánica, con pequeños inventos. Apasionado deportista, estudió en Oxford y
formó parte de su equipo de remo, llegando a ganar la famosa regata contra
Cambridge en 1923, un año antes de la expedición al Everest. También era
miembro del Club de Alpinismo de Oxford. Todo el mundo le conocía con el
sobrenombre de ‘Sandy’.
Es preciso decir, que, desde el primer momento,
surgió la duda acerca de si ambos escaladores habían logrado o no alcanzar la
cima, correspondiendo al testimonio de Noel Odell la clave, que fue cambiado
por el propio geólogo varias veces, y aunque estaba convencido de que lo habían
logrado, en 1986 llegó a admitir que nunca supo en qué punto exacto de la recta
final de la ascensión vio esos puntos negros. De hecho, algunos expertos dudan
incluso de que fueran Mallory e Irvine, ya que, en otras ocasiones, se han
visto pájaros cerca de la cima que, de lejos, se pueden confundir con
alpinistas.
En 1935 se organiza la primera expedición tras la
tragedia, en 1933, que también está planeada
por los ingleses, donde se localiza halló el piolet de ‘Sandy’ Irvine a escasos
30 metros de la pirámide final, pero ni rastro del cuerpo del joven.
En la década de los 70, unos expedicionarios chinos aseguraron
haber visto el cadáver de un inglés a 8.100 metros, pero sin más detalles.
En 1986 una proyectada expedición tuvo que cancelarse
, y hasta 1999 no se pudo organizar otra para saber de veras si Mallory e
Irvine llegaron hasta la cima del Everest.
En la expedición del 99 , comandada por el americano
Eric Simonson , no solo había alpinistas ingleses, también iban estadounidense
y alemanes, con un solo objetivo, la localización de cualquier prueba que
indicase si los desaparecidos hubiesen subido a la cima
Era necesario localizar o bien los cuerpos o
cualquier objeto , entre ellos la cámara que Irvine llevaba , pues en ella
estarían las instantáneas de su llegada a la cima , claro todo esto si la
película se pudiera recuperar.
Desde el lugar donde apareciese el piolet de Irvine,
se inicia la expedición se inició el 1 de mayo de 1999 y apenas unas horas tras
empezar, a 8.155 metros de altitud, encontraron un cuerpo.
Todos pensaron que podría ser el de Irvine, pero no:
era el de Mallory. Lo encontraron en una roca, boca abajo, con los brazos
extendidos en dirección a la cima (se cree que cayó e intentaba asirse a alguna
piedra), con la tibia y el fémur de la pierna izquierda fracturados y una
herida profunda en la frente. Un cuchillo, un altímetro y unas gafas
protectoras fue lo único que se le encontró. Como no podían despegar el cuerpo
de la roca donde lo hallaron sin dañar los restos, lo cubrieron con piedras a
modo de enterramiento.
Aunque no encontraron nada más, un minúsculo detalle
hizo pensar que habían conseguido llegar a la cima del Everest… que en el
cadáver de Mallory no se encontró una foto de su esposa Ruth a la que había
prometido, dejar en el Everest una vez logrado llegar a su cima . Eso, y que
sus gafas del sol estuviesen en su bolsillo, lo que significa que la muerte se
habría producido de noche, es decir, descendiendo.
En los años 2001, 2004 y 2007, otras expediciones
partieron, pero volvieron sin nada. Es muy difícil, por no decir imposible,
saber si Mallory e Irvine lo lograron.
Aunque existe gente que sigue opinando que fue
posible: que se les hiciera de noche antes de
alcanzar la cima, que iniciaran un descenso de regreso y que en ese proceso se
cayeran y fallecieran. Esta hipótesis se basa en que es prácticamente imposible
alcanzar la cima desde el campamento VI sin que anochezca antes (a no ser que
se salga antes del amanecer, aún de noche).
Sea como fuere, el misterio sigue ahí. Sólo el
cuerpo de ‘Sandy’ Irvine, que yace en algún lugar más allá de los 8.000 metros
de altura, en el Everest, podría resolver el enigma.
Si esto fuese cierto, el neozelandés Edmund Hillary
y el sherpa Tenzing Norgay pasarían a ser los segundos en coronar la montaña
más alta del mundo
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