En la costa norte
de Dubái y situado en el Golfo pérsico, el puerto de Julfar llegó a ser un
punto muy importante.
Algo ocurrió y
aquella importante vía de comunicación fue cubierta por el velo del olvido,
hasta que su desplazamiento es localizado, en la década de los 70 del siglo
pasado por unos arqueólogos
Julfar ya era
conocida en el siglo VI, y vivió su esplendor entre el siglo X y el XIV, puesto
que era un punto muy importante dentro de la ruta comercial entre el Golfo
Pérsico y Asia.
En esta ciudad
medieval llegó a vivir Ahmed Ibn Majid legendario marino árabe, quien inspiró
al personaje Simbad el Marino.
Como hemos
reflejado, Julfar fue un importante enclave comercial, grande y próspero como
pocas ciudades en el norte del Golfo Pérsico. No obstante, la envidia, por
parte de otras potencias rivales hacen que sea conquistada
Es en siglo XVI,
cuando Portugal toma el control de la ciudad que por aquel entonces era de las
más pobladas, llegando a tener hasta 70.000 habitantes
Pasaría un siglo,
XVII, cuando pasa a pertenecer al imperio persa, que no la abandonaría hasta el
año 1750, que es cuando la tribu Qawasin de Sharjah,
se hace dueña de Julfar. Los
Qawasin, ubicados principalmente en Sharjah y Ras al-Khaimah, eran nómadas y
famosos por sus habilidades como marineros y piratas.
La rivalidad
entre los Bani Yas, y los Qawasin, les llevaron a
la guerra acuática.
Los primeros eran sedentarios y extendían su dominio en la
tierra firme frente al poder de los Qawasin en el mar. Inglaterra tuvo que
intervenir en esta confrontación.
El apoyo ofrecido
por Gran Bretaña a los Bani Yas, así como la criminalización de sus rivales,
los Qawasin, hicieron que los primeros se convirtieran en los gobernantes
oficiales de los reinos y, a la vez, que sus propios reinos sobresaliesen por
encima de los demás.
El asentamiento
de Julfar en Ras al-Khaimah causó el lento abandono y la decadencia de Julfar,
que quedó sepultado bajo el implacable desierto Dubái
Todo el mundo
acepta que, en la actualidad, la ciudad de Dubái es un mundo aparte, llena de
impresionantes rascacielos que miran por encima del hombro a otros en
diferentes países
Sin embargo, los
orígenes de esta cultura se remontan miles de años atrás. La ciudad perdida de
Julfar sería prueba de ello, al menos por lo que se desprende de los textos y
registros conservados, puesto que de su ubicación nada se sabe.
Julfar pasó por
diferentes manos: tribus locales, portugueses y persas, así como otras tantas
guerras, para finalmente llegar a ser abandonada a su suerte y devorada por las
arenas del desierto, como si tuviese vergüenza por lo que le había sucedido.
Los Qawasin
continúan gobernando en esa zona y quizá no puedan o no sepan aceptar la
importancia que tuvo una ciudad llamada Julfar, y su puerto, de donde partieron
ingente cantidad de productos, en las bodegas de los barcos que navegaban por
el Golfo pérsico
Recabada
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