La cabeza de
un animal con sus cuernos, suele ser el símbolo de Tauro, usado a veces para simbolizar
el ejercicio del poder en un reino o un imperio. Y así es, pues los cuernos,
cuya forma recuerdan una media luna horizontalmente colocada, representan
también la corona de un rey o de un emperador.
El
temperamento de Tauro es apacible y tranquilo, libre de ambición, por lo menos
esas son las características de este signo, aunque los símbolos de la realeza o
de un poder temporal, no le son ajenos.
Pues
descubren el equilibrio, la prolongación, la persistencia y, en cierto modo, la
perennidad de un estado de hecho donde el rey, en las sociedades primitivas y
las civilizaciones antiguas, siempre tuvo una naturaleza más o menos inmortal,
que les acercaba a los dioses.
Por otra
parte, este símbolo fue empleado para designar el Alef, la primera letra del
alfabeto hebreo, y que dio origen a la a minúscula de nuestro alfabeto.
¿Es posible eso?
Sencillo si inclinamos 45 grados hacia la derecha y al perder una de sus
puntas, el símbolo del signo de Tauro y del Alef (la cabeza con sus cuernos) se
convierte en la a minúscula.
Tauro es el primer signo de Tierra y el primer
signo fijo del zodiaco.
El mito de
Dioniso-Baco está conectado por varias razones al signo de Tauro, ya que
Dioniso procede del muslo de Zeus-Júpiter, parte de la de su anatomía, a la
cual le había atado, tras arrancarle del pecho de Sémele, su madre, quien cayó
fulminada al ver los rayos que rodeaban a su amante.
¿Pero perece
ser que aún no vemos esa relación de Tauro con Baco? Es que la tenemos en la
expresión francesa ''creerse salido de la pierna de Júpiter''caillot dans la
jambe, que traducida al castellano viene a decir ¿Bebiendo otra vez?
Así que Dioniso,
dios del vino, de la intuición, de los genios de la tierra y de la fecundidad, es
mostrado a menudo con una cabeza de toro, en lo alto de un carro engalanado con
hojas de parra, hiedras e higueras, rodeado de bacantes y de sátiros.
En Atenas,
los jóvenes se disfrazaban de bacantes y de sátiros para celebrar a Dioniso. Y
en Roma en el año 185 a.C., el Senado fue obligado a prohibir estas famosas
fiestas en honor de Dioniso-Baco.
En las Fiestas
o bacanales, en honor al dios Baco, reinaban las orgias y la embriaguez entre
hombres y mujeres, que se celebraban principalmente en primavera.
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