Que me corrijan si me equivoco, lo que es el destino, porque
todos nacemos de la misma manera, aunque luego, ese cruel y dictador destino,
al que llamamos vida, nos lleva por diferentes caminos, unos más dulces y otros
más dolorosos.
En el caso de Alice Doherty, nacida en Minneapolis en 1887,
se supone que hubo de todo, sus momentos brillantes y sus claroscuros, ya que
había nacido con una rara enfermedad “hipertricosis” un
proceso paraneoplásico poco frecuente, consiste en el desarrollo rápido de pelo
tipo lanudo, fundamentalmente en cara
De hecho, la “hipertricosis,” a la que también se le conoce
como el “síndrome del lobo”, fue diagnosticada primera vez en la Edad Media,
cuando los doctores observaron varios casos de individuos inusualmente peludos,
tanto hombres como mujeres.
Puede que esto nos lleve a la licantropía, aunque esta sea
una enfermedad mental, consistente en alucinaciones que hacen creer a los
pacientes que se convierten en hombres o mujeres lobos.
Sea como fuese, la pequeña Alice ya tenía, al nacer, una
capa de pelo rubio y sedoso, de unos 5 cm, que le dotaba de una apariencia distinta,
al resto de los llamados licántropos, si quieres ustedes mirarlo bajo ese
prisma.
Cuando Alice tenía apenas dos años, la familia de Aloysius
Doherty, el patriarca, estaba pasando por momentos, económicos, nada boyantes,
y el hombre no sabía cómo pararlos, hasta que un buen día y en base a que su hija,
por su aspecto llamaba la atención, decidió exhibirla, de forma local en el
granero por un dólar “la entrada”
Aquello resultó ser un éxito, así que se decidió una gira
por todo el medio oeste, rápidamente la fama de aquella niña lobo, se extendió
por toda la unión americana.
Con el paso de los años, su apariencia de mujer lobo fue
incrementándose, debido a que a los 5 años de edad, el vello de su cara, llegó
a alcanzar los 12 cm, y a los 9 años, rebasaba ya, los 20 cm de largo.
Pero Alice por aquel entonces, no era la única que llamaba
por su aspecto la atención, y se ganaba la vida con ello, Lionel, el hombre
“cara de león” y Jo-Jo, el niño con “cara de perro” , eran más famosos y tenían
más éxito. Claro que tenían detrás a unos promotores profesionales y además eran
extranjeros, un aliciente para que la gente se sintiese atraída por ellos.
A pesar de su apariencia, en su interior siempre fue una
niña, educada y agradable. Periodistas de la época la describían como una niña
brillante y curiosa que era muy alegre y bulliciosa, pero jamás, tuvo ningún
talento artístico, y eso que oportunidades tuvo, al trabajar en un circo, solo
le limitó a mostrarse ante el gran público.
La familia de Alice dio por concluido el show, puesto que la
habían ganado lo suficiente como para llevar una vida de lujo.
El 13 de junio de 1933, fallece a los 46 años , aunque se
desconoce las causas del mismo.
Alice se quejó cuando ya era una adulta, de que fue exhibida
sin su consentimiento