Pintor nacido en 1470 Milán. Su apodo le viene por la ciudad
donde nació. Llamado también “Di Bartolo”
Los entendidos en la materia dicen que no existe ningún
autorretrato de Andrea Solari, por lo que solo le conoceremos, a través de
otros autores que lo retrataron
Andrea Solar, fue hijo de Bertola Solari di Carona (el
nombre de su madre no aparece en ninguna biografía), quien tuvo la suerte de
nacer en una familia de artistas, lo que le abrió las puertas, para conocer, y
trabajar para personajes excepcionales.
Un ejemplo, su abuelo y dos tíos fueron arquitectos en la
corte de los duques de Milán; su segundo primo Pietro Antonio Solari construyó
las murallas y Torres del Kremlin de Moscú mientras que su hermano gemelo
Christopher esculpió la lápida del duque de Milán Ludovico Sforza y su esposa, Beatriz.
Apreciado por sus trabajos, especialmente en Italia y en
Francia, diremos que los personajes de sus retratos aparecen como si surgiesen
del paisaje lejano en el fondo, aunque nosotros los observamos delante de
nosotros, con sus expresiones faciales, que serán el icono de este famoso
pintor milanés
Se piensa que Andrea Solari, tuviese como maestro a Giovanni
Bellini, que, junto a Jacobo, su padre y su hermano Gentile Bellini, en el
taller de estos en la ciudad de Venecia, optó muy especialmente por pintar
retratos, aprendiendo una nueva forma de pintura utilizada en los Países Bajos
(huevo tempera y aceite).
En un cuadro expuesto en la National Gallery, Londres,” Hombre
con el clavel rosa (1495) ,pintado con la nueva técnica, Andrea Solari aparece
con un traje en rojo y una banda en negro que cae sobre su hombro derecho. Este
tipo de tocado sugiere, que puede pertenecer a un miembro del Consejo de diez.
Este órgano, elegido cada año por el gran Consejo de Venecia, bajo la
Presidencia del Doge, quien era el responsable de la seguridad del estado y
ejerciendo los plenos poderes.
La posición en las que se encuentran las manos, casi al
mismo nivel, significan un compromiso, mientras que la derecha, la que sostiene
la banda negra, simboliza la posición social a la vez que le dan un aura de
estabilidad y confiabilidad.
Decíamos al principio que tuvo la suerte y la oportunidad de
trabajar para grandes personajes, así como ser discípulo de otro de los grandes
maestros, Leonardo da Vinci trabajando en su taller de Milán desde 1496 hasta
1506 donde coge experiencia en la suave conformación de los rasgos faciales,
así como el arte de transmitir sentimientos.
1499 Francia bajo el reinado de Luis XII conquistó
Lombardía, lo que para Andrea Solari supusiese una fortuna, ya Leonardo da
Vinci, era el pintor favorito del gobernador francés, en Milán, de Carlos II de
Amboise, para el que pintó el famoso cuadro “La Virgen de las Rocas y Santa Ana
con su hijo Juan” entre otras obras con la Virgen y el Niño (hoy en el Louvre,
París).
También Solari, tuvo la oportunidad de trabajar para dicho
gobernador, retratándole ataviado con un maravilloso abrigo de piel, y gorra de
terciopelo con el cuello de la Orden de Saint-Michel, una de las órdenes de
caballería fundada por el rey Luis XI en el castillo de Amboise. En el colgante
se representa al Arcángel Miguel y en el medallón del cabo al héroe griego
Eracle, que simbolizaba las virtudes caballerescas.
Aquel hecho se debe a Dan Vinci, cuando este, rechazó la
invitación de Carlos II de Amboise, para que pintase la
capilla que este tenía en el castillo de Gaillon, propiedad de su tío Georges
de Amboise, el cardenal Rouen, en Normandía, recomendándole a su mejor
estudiante, que claro está era Solari. No solo decoró la capilla, también llevó
a cabo varias pinturas para el castillo.
Lamentablemente, la mayoría de ellas fueron destruidas, durante
el saqueo y en gran parte destruido en 1793 durante los disturbios de la
Revolución Francesa. Entre las pocas
obras que quedan se encuentra la pintura de “Madonna de la almohada verde”,
expuesta al Louvre.
Después de regresar de Francia, Solari hizo numerosas
pinturas con temas religiosos. Por ejemplo, hay diferentes versiones del Cristo
enojado y la corona de espinas, el “Ecce homo”.
Y continuando con pinturas religiosas, una de sus últimas
pinturas, representa a María Magdalena, preparando el aceite para la unción del
Cristo muerto.
Sus cuatro últimos años, encontramos a Solari dedicado en la
Certosa (cartuja) de Pavía, el gran retablo en tres partes con la Ascensión de
María, que no pudo concluir, falleciendo en Milán aproximadamente en 1524.
Recabada información en.
http://www.artistiticinesi-ineuropa.
Biscaro, G., Solari da Carona, in: Boletín Histórico de
Suiza Italiana