THONIS -HERACLEION HUNDIDA EN EL MAR



El antiguo Egipto, no deja de sorprendernos, pues no solo nos hablan sus arenas del desierto, también lo hacen las costas de un país milenario por excelencia.
Y de vez en cuando deja sacar a la luz, historias que se traducen en nombres y en existencias de algo que nunca se pudo llegar a sospechar, que era real y no mito
Me estoy refiriendo a una ciudad que está frente a Alejandría, pero sumergida en el padre Mar Mediterráneo.

Su nombre es Thonis -Heracleion, en su época, llegó a ser un importante núcleo del comercio internacional, ya que  la ciudad era el principal centro aduanero a través del cual todo el comercio de Grecia y otros lugares en el Mediterráneo entraba a Egipto.

Ya el famoso historiador y geógrafo, que lo fue en la antigua Grecia, Heródoto, llegó a mencionarla, en sus trabajos, durante muchos siglos, se llegó a pensar, que este lugar, era tan solo una quimera, una leyenda.


Se cuenta que más de uno de los famosos personajes que en su período de existencia, vivieron, la llegaron a visitar, tal y como se dice que así, aunque supuestamente, sucedió y Heracleion, recibió la visita de Elena de Troya y París, su amante, pero…pero por miles de años, estuvo sumergida en el mar.

Su nombre lo debe a un héroe griego llamado Heracles. Fue uno de los centros comerciales más importantes de Egipto.  Esta acompañada de otra ciudad sumergida, la de Canopus.
Hasta su redescubrimiento en el 2000, solo los datos que de ella se tenían, procedían de leyendas griegas y de libros de historia antigua.
Los entendidos en la materia creen que Heracleion, la hundió la fuerza titánica de un terremoto, acontecido hace las de 1.000 años.
Heracleion para los griegos y Thonis para los egipcios, está a una profundidad de entre 6 y 10 metros, bajo el agua, aunque no es la única que duerme entre las olas del mar, también lo hace Canopus, quien destacó como lugar de culto de los dioses egipcios.

Se ha llegado a esta conclusión, por la localización, de una estatua de granito de cinco metros de altura del dios Hapy, personificación divina de la inundación anual del río Nilo.

Estas dos ciudades tienen otro punto en común a parte de compartir lecho en las profundidades, que se encuentran, sumidas en la bahía de Abukir, a unos 30 kilómetros al noreste de la ciudad, también desaparecida de Alejandría engullida por el mar.



Pareciese como si el mar, desde aquel aciago siglo VIII d.C. crease una gruesa capa de arena y sedimentos, que fuese cubriendo sus tesoros hasta casi borrarlos de la memoria, por celos.
Todo se debe a una fatal cadena de catástrofes naturales: un terremoto y varios maremotos. Así que el hallazgo de Thonis- Heracleion y Canopus fue uno de los mayores descubrimientos en la egiptología reciente.

Se viene a decir que muchos son los inventos o descubrimientos, que se consiguen, por pura casualidad, y decimos por pura casualidad, ya que se puede estar buscando, otra cosa que no aparece y nos encontramos con otra de igual o mayor importancia.

Que es lo que ocurrió al arqueólogo francés Franck Goddio, que estaba buscando en esa zona, las naves de guerra francesas, que se hundieron, allí, en la batalla del Nilo en el siglo XVIII.
Damián Robinson es un arqueólogo clásico con intereses de investigación que abarca la interfaz marítimo-terrestre, que además de ser, director del Centro de Arqueología Marítima de la Universidad de Oxford, forma parte del equipo que trabaja en el sitio, el cual destacó la importancia de esta ciudad “por el increíble estado de preservación en que se encuentra, que permitirá recrear una clara imagen de la vida en esa época”.

Y es que, los arqueólogos, encontraron la ciudad, como si el tiempo a penas hubiese pasado por ella, dejando para la posteridad: tablas con jeroglíficos, joyas y monedas de oro y estatuas colosales. Entre estos hallazgos sobresale una tabla de piedra, en la que se indica, con precisión la ubicación de esta nueva Atlantis

Lo que queda de unas 64 naves, enterradas en una gruesa capa de arcilla y arena, así como monedas de oro y balanzas realizadas en bronce y piedra, demuestran que es cierto que Heracleion fue un puerto muy importante.

Decenas de pequeños sarcófagos, en piedra caliza, en los cuales se cree que están momificados animales, colocados allí, para apaciguar a los dioses, también fueron rescatados, así como losas, inscritas en griego y egipcio antiguo.

Según fuentes científicas, aún no se tiene una idea concreta, del porqué de la repentina desaparición de la mítica ciudad. Se cree que pudo haber sido por el aumento gradual del mar, y un derrumbe repentino  del sedimento inestable en el que la ciudad fuese construida, lo que provocó el hundimiento de la zona casi 4 metros



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