MAIA O MAYA
Antes que nada,
debemos comentar que las esposas del faraón, que no pudiesen ellas mismas
amamantar a sus hijos, podían recurrir a lo servicios de nodrizas, que fue uno
de los trabajos mejor remunerados, al que solo podían acceder mujeres de las
clases altas
En el Periodo
Dinástico, el puesto de nodriza real era muy buscado, pues estaba considerado muy
influyente. Su posición en el harén y la cercanía a la corte les permitía
relacionarse con altos funcionarios, facilitando a las nodrizas un rápido
ascenso en la pirámide social.
¿Existió en
realidad una real nodriza?
1996 la expedición
francesa a cargo del arqueólogo francés Alain Zivie, director del Centro
Nacional de Investigaciones Científicas de Francia, descubre varios hallazgos
en el complejo funerario de Sakkara.
Años antes, el
mismo arqueólogo, descubrió la tumba de Apel-el visir y gobernador de la
provincia del norte, durante el reinado de Akenaton y su hijo Tutankamón le
lleva a la pista de que puede haber más tumbas de esa dinastía. Entre ellos la
tumba de este visir, que fue la primera pista de que en el lugar podían
hallarse otras de la dinastía XVIII, que gobernó las tierras del Nilo entre
1550 y 1307 a.C.
Así que se dirigen
hacia Bubasteion, que es un cementerio de gatos, presidido por la diosa gata
Bastet. Es ese mismo lugar es donde repentinamente, localizan una tumba humana
a más de 20 metros de profundidad rodeada de templos funerarios dedicados a
animales sagrados.
En la primera de
las cámaras aparece una imagen tallada en piedra caliza de una joven dando de mamar a un niño, se trataba de Maya, una
inscripción que dice ·” Real nodriza que alimentó el cuerpo de Dios “ese dios
era Tutankamón, las inscripciones jeroglíficas llevan las palabras Tutankamón y
Nebkheprure nombre que adoptó el niño rey con tan solo nueve años en 1333 a.C.
En unas declaraciones
realizadas a la agencia France Presse, Zivie sostiene que el ama de crianza
debe de ser la princesa Meritaten, debido a que aparece sentada en un trono
real, un privilegio reservado a los miembros de la dinastía gobernante.
Al mismo tiempo que
resaltaba que ambos tenían los mismos rasgos faciales: ojos y barbilla, sin
que, por ello, esta teoría, llegue a originar una profunda aprobación entre los
egiptólogos, pues algunos apuntan a que es muy raro que una princesa ejerciera
de nodriza.
Esta tumba será la
única donde aparezca el rostro de Tutankamón y la única consagrada por entero a
una mujer, que no pertenecía a la nobleza, es aquí donde comienza una
incógnita, sobre la verdadera madre del niño faraón
Sabemos que Akenaton
tuvo seis hijas con Nefertiti, pero necesita un varón para su sucesión en el
trono, por el en algunas fuentes se apunta, que Nefertiti hubiese elegido entre
sus esclavas a Kira una hermosa joven para que yaciera con su esposo y de que aquella
unión naciese Tutankamón. Se juega con la hipótesis de que Kira muriese al dar
a luz
Tras la muerte de Akenatón,
Tutankamón, pasa a ocupar el trono de su padre, y de rebote, la misteriosa
nodriza continuase a su lado y una vez fallecida, fuese enterrada cerca de él,
tal y como si hubiese sido un personaje relevante. "Es muy extraño que los
antiguos egipcios dedicaran una tumba a una mujer que no era esposa o madre de
un rey", explica Zivie. Un hecho que abre los interrogantes sobre la madre
real del joven faraón.
En la segunda de
las cámaras aparecen personajes cercanos y claves en la vida de Tutankamón. A
la tercera de las cámaras no pudieron acceder por temor a que el techo se le
viniese encima, es donde esperaban encontrar
la cámara funeraria con el sarcófago y la momia, para desvelar la
verdadera identidad de Maya.
Unos dicen que
podría ser de la esclava Kira, mientras que existen los que sostienen que fuera
la misma reina Nefertiti. Dicha tumba consta
de dos niveles, el de la capilla, en el que figuran relieves de la propietaria
y de las habitaciones, funerarias ocupadas por unas tumbas de animales, pero
sobre todo de gatos
El hallazgo. Un año
de trabajo y un equipo de 15 personas, formado por arqueólogos franceses,
mexicanos, portugueses y brasileños han sido necesarios para poder acceder
hasta las primeras cámaras de la tumba de Maya, la nodriza del joven faraón
Tutankamón.
Las crecidas
anuales del Nilo, la erosión y la destrucción de edificios para utilizar sus
piedras en la construcción de otros nuevos han sepultado las huellas de
ciudades enteras, templos y monumentos egipcios, griegos y romanos. En la
actualidad, 125 misiones arqueológicas internacionales rastrean el pasado en
otros tantos yacimientos en Egipto.
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