Como no es
la primera vez que hablamos de este emperador, ahora sacaremos a colación otros
detalles de su vida. Qin Shi Huang
nació en el mes chino zeng, que corresponde al primer mes del año en el
calendario chino, ya que en el siglo 3 a.C. el año chino comenzaba antes del
solsticio de invierno y no después como sucede hoy en día.
En aquellos
entonces, la gente, no unía el nombre propio y el de su familia, como hacemos
actualmente. Tampoco se usaba el nombre propio, excepto para los parientes
cercanos, por lo que es improcedente cuando nos refiramos a Qin Shihuang, llamarle príncipe Zheng o rey Zheng de
Qin
Vayamos por
parte y diseccionemos su nombre: Qin, hace referencia al estado, que dominaba
toda China en el que mandaba cuando se convirtió en rey.
Una vez en
el trono crea un nuevo título Huangdi. Huang se utilizaba para hacer referencia
de tres legendarios Huang (tres augustos) que reinaron en el despuntar de la
cultura china.
La palabra Di,
hace alusión a los soberanos que reinaron a continuación de los tres Huang. Así
que unió ambas palabras, que nadie ante que él había hecho
Como rey, se
le denominaba Rey de Qin. Si hubiera recibido un nombre póstumo después de su
muerte, al igual que su padre, habría sido conocido por los historiadores como
Rey NN. (nombre póstumo) de Qin, pero esto nunca sucedió ya que fue una de las
primeras cosas que mandó abolir ya siendo emperador.
En los
últimos años de su vida, después que varios intentos de asesinato se volvieron
más paranoico y contrató a varios “dobles” para despistar a sus posibles
asesinos.
Qin Shihuang
murió en septiembre del año 210 a.C. se encontraba haciendo un viaje por la
China oriental, en busca de las legendarias islas de los inmortales (más allá
de la costa este) y el secreto de la vida eterna.
Su muerte
sucedió en el palacio de la prefectura de Shaqiu por lo que se tardaría en
llegar a la capital Xiangyang, dos meses, lo que preocupaba en demasía al
primer ministro Li Si, que temía un alzamiento general en todo el imperio.
Este acto,
que podía darse, se correspondería, con las políticas despiadadas que el
gobierno ejercía, así como el odio de la población que había sido obligada a
trabajar en cíclopes proyectos: la muralla y en mausoleo del emperador, así que
Li Si determinó por ocultar la muerte Qin Shihuang y regresar a la capital
No se
informó del fallecimiento del emperador, a la mayor parte del séquito que le
acompañaba, que para ocultarlo ya se valía solo su primer ministro, que cada
día entraba en la diligencia, donde supuestamente viajaba el emperador para
hacer creer al personal, que discutían asuntos de estado
El astuto Li
Si, ordenó colocar antes y después de la diligencia de Qin Shihuang, dos carros
que contenían pescado, con esta estratagema, nadie podría sospechar que
llevaban el cadáver del fallecido emperador, que sería anunciada al llegar a
destino. Qin Shi Huang fue enterrado en
su mausoleo, con los famosos Guerreros de terracota, cercano a la moderna Xi'an
(Provincia de Shaanxi), pero su cámara funeraria aún tiene que ser abierta.
A Qin Shi Huang,
lo mismo que a cualquier ser humano, no le atraía nada, pensar en la muerte, y
de este mundo se fue sin testar, por lo que Li Si, con la ayuda del jefe eunuco
Zhao Gao, convencen al segundo de los hijos del fallecido emperador, Hu Hai a “fabricar
“el testamento del emperador.
Fu Su que
era realmente el verdadero y legítimo heredero, un hombre de buena reputación
que mantenía una estrecha relación con el general Meng Tian, el más poderoso de
los líderes militares del Impero Qin, fueron incitados al suicidio. El resto de
la familia Meng no corrió mejor suerte, pues fueron asesinados
Hu Hai se convirtió en el segundo emperador y
ultimo de la dinastía Qin. Tomó el nombre de Er Shi Huangdi, más conocido por los
historiadores como Qin Er Shi, que no fue capaz, como lo fue su padre de
mantener la paz, pues pronto brotaron revueltas. Cuatro años después de la
muerte de su padre, Qin Er Shi había muerto y el palacio imperial y con el
todos, los archivos estatales quemados., y la dinastía Qin desaparecida.
SU MAUSOLEO
Para
asegurarse su reinado en la vida del más allá, el emperador reunió a más de
700.000 personas, de todo el país, con la orden de construirle un gran mausoleo.
Tal lujoso, como cualquiera de los oros palacios que tuvo durante su vida terrenal.
Según cuenta la leyenda, varios tesoros fueron enterrados en la tumba.
El mausoleo
se mantiene intacto desde hace más de 2.200 años en el interior de una pirámide
de tres pisos y 76 metros de altura, cubierta de tierra y preservada por un
complejo sistema de drenaje.
No obstante,
con el paso del tiempo, casi nada se conoce de lo que se guarda en su interior:
El número exacto de las puertas que existen en el palacio subterráneo, el
posible sistema o sistemas para evitar profanar la tumba y el estado del cuerpo
del emperador y de las otras personas que le acompañasen.
Según Huan
Qingbo, uno de los responsables de las excavaciones de los guerreros de terracota,
posiblemente estén podridos
En escritos antiguos,
se detallan cómo su interior esconde tesoros de valor incalculable que seguramente
se han mantenido en tan buen estado como las 6.000 estatuas encontradas hasta
ahora. Pero los libros también describen trampas que podrían dificultar la
apertura de la cripta, como flechas automáticas que fuesen instaladas en la
cámara de la tumba para impedir a los posibles ladrones. Cualquiera que
intentase robar sufriría una muerte atroz.
Sin embargo,
todas esas presuntas armas letales han sido enterradas bajo tierra durante
miles de años. ¿Aún siguen funcionando adecuadamente? La mayoría de la gente
cree que esas ballestas aún dispararían flechas si se activasen. Guo también
estuvo de acuerdo tras estudiar cuidadosamente la tecnología antigua registrada
en los libros históricos.
La mayoría
de los registros históricos apuntan de que el túmulo original tenía una altura
de 115 metros, es por lo que, durante décadas, se ha venido discutiendo, sobre
el por qué, la altura del túmulo ha disminuido tanto.
Claro que
tenemos que tener en cuenta que ha estado expuesto al viento y al sol durante
miles de años, el túmulo habría sido víctima de la erosión. La base del túmulo
cubre un área de 120.750 metros cuadrados.
Aunque recientemente,
ha aparecido otra teoría. Según Duan Qingbo, quien dirige un equipo
arqueológico en el mausoleo, la altura de 115 metros registrada en la mayoría
de los documentos históricos sólo era una cifra copiada del proyecto original.
Incluso se cree,
que la construcción no llegó a terminarse, debida una posible revuelta de
campesinos a escala nacional, y que después de colocar el cadáver del emperador
en la cámara, el proyecto de túmulo tomó forma.
Se piensa
que posteriormente, la mitad de los obreros fueron transferidos al lugar
de su construcción de otro palacio, y que cuando el ejército de campesinos estaba próximo
al Mausoleo de Qin Shihuang, su hijo Hu Hi, organiza a los obreros restantes
como soldados, evitando de esta manera no añadir más tierra al altozano
Igualmente,
existen diferentes opiniones sobre el número de puertas que tiene el palacio
subterráneo. Algunos dicen que había dos, una de piedra y otra de bronce. Otros
creen que había seis, porque el Emperador Qin Shihuang siempre consideró al
número “seis” como uno de buen augurio.
Entonces,
¿cuántas puertas tiene el palacio subterráneo?
Guo Zhikun,
tras leer infinidades de documentos antiguos, señaló que el número exacto
estaba registrado claramente en Registros del Historiador, un gran libro
histórico escrito por Sima Qian
En él, el
autor escribió que “Cuando el emperador murió, fue colocado en el palacio
subterráneo. Después, se cerró la puerta del centro y la externa. Todos los
obreros fueron sepultados. Nadie escapó.”
Recientemente
una gran variedad de instrumentos musicales chinos tradicionales, como el
Bianzhong (campanas de bronce), han sido desenterrados. Guo está seguro de que
el palacio subterráneo debe de tener una grandísima colección de instrumentos
musicales.
Los
científicos, han descubierto un conjunto de 10 edificios que abarcan 690 metros
de largo y 250 metros de ancho, y no se pronuncian al respecto, pero los
indicios podrían confirmar un mito.
Se ha
encontrado gran cantidad de mercurio que, según los expertos, podría haber sido
utilizado para simular ríos dentro del palacio y que, ahora, por su toxicidad,
resultaría especialmente nocivo para quien entrase.
Igualmente,
los planos que han dibujado los arqueólogos chinos utilizando avanzadas
técnicas de volumetría subterránea, hacen pensar que el complejo funerario,
cuya distribución tampoco está clara, puede guardar, todo tipo de sorpresas
desagradables, incluidas flechas que se dispararían solas.
En cualquier
caso, el Gobierno no quiere correr ningún riesgo y se niega a conceder todavía
los permisos para investigar la pirámide y el palacio de Qin. Pekín considera
que no existe tecnología suficientemente avanzada como para asegurar que el
interior no se vea afectado con la apertura, y prefiere esperar al momento
adecuado.
Las
excavaciones que se llevan a cabo en las cuatro gigantescas naves, donde
duermen miles de figuras ancestrales, siguen a buen ritmo
Allí, cada
poco tiempo los arqueólogos recuperan, con el mimo correcto y la precisión de
un cirujano, nuevas esculturas que todavía se esconden en el subsuelo, como las
120 figuras de soldados, acróbatas y trovadores, que acompañan a Qin en un
mausoleo que parece no tener fin.
1974 un
campesino dio por casualidad con el primero de los yacimientos. Desde entonces, los arqueólogos han dejado al
descubierto más de 6.000 figuras, todas ellas diferentes, de un total estimado
en unas 8.000.
Por sí solo,
el ejército de terracota es la punta del iceberg de uno de los mayores
descubrimientos de la era moderna, y continúa el debate sobre lo que realmente
se oculta bajo el suelo.
Teorías, sin
duda, no faltan. De momento, según los expertos, lo único seguro es que Qin mandó
construir su tumba poco después de hacerse con la corona del país, y en ella
pretendía continuar disfrutando de los privilegios del emperador incluso en el
más allá.
A pesar de la
época en la que se construyó, y teniendo en contra a un enemigo tan formidable,
como el tiempo, así lo atestiguan la falta de piernas, partes de los rostros y
otras “heridas” de muchos de los soldados y caballos de un silencioso ejército
de terracota, llega a sorprender, el buen estado en el que se han conservado
las figuras.
En las
últimas que han sido desenterradas incluso se ha salvado gran parte del color
original, un hecho que otorga aún mayor realismo a un ejército que, 2.200 años
después de haber recibido tal misión, continúa guardando los restos del padre
de China.
Recabada
información en:
spanish.china.org.cn
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