LUGARES CON LEYENDA LA LAGUNA DE CERNÉGULA




A 35,9 km de Burgos capital, está el pueblo de Cernégula que es también conocido como el pueblo de las brujas.
Cuenta una leyenda y fuentes orales, que, en la laguna de este pequeño municipio, se daban cita las brujas de toda Castilla haciéndose los consabidos aquelarres y para pasarse las pócimas y brebajes que cada una de ellas, hubiese creado o aprendido.
¿Realidad o leyenda? El caso es que las crónicas hablan de esta localidad del Reino de Castilla, el lugar en donde se reunían las brujas llegadas de Navarra y Cantabria, con el objetivo de burlar las miradas de los inquisidores, que en varias ocasiones estuvo en el punto de mira, en su particular caza de brujas durante los siglos XV y XVI.

Cernégula, hasta el siglo XIX, constituyó como un enclave importante, ya que por allí pasaban los arrieros con sus reatas camino del valle de Ubierna y Burgos. Como pasa hoy en día en muchos pueblos de Castilla y León   apenas tiene en la actualidad 70 habitantes. Pero eso no quita que la entrada de ella, recuerde el pasado brujeril, utilizado como reclamo para el turismo. Por lo que no es de extrañar, que apenas unos meses atrás, la laguna en la que se reunían las famosa brujas, apareciese la imagen de una bruja con su escoba


No sabemos si existieron las brujas o qué, pero si dicen que estuvieron aquí por algo será “, comentaba una de las vecinas del pueblo, teniendo en cuenta, las diversas referencias existentes en torno a las brujas por parte de los inquisidores del siglo XV y, especialmente, del siglo XVI, los cuales se dedicaron a elaborar un mapa de puntos en los que las consideradas como brujas podrían reunirse para realizar los que para la iglesia católica eran «peligrosos hechizos».

Si algún día decidimos visitar la laguna de Cernégula, conocida popularmente como “La Charca' o 'La Pila', tendremos que atravesar dicho pueblo que pertenece al Páramo de Masa, que una zona de austero paisaje, en el que se pueden encontrar varias lagunas de origen kárstico, ubicada entre las localidades de Masa y Poza de la Sal, en esta última localidad nació el naturista español, defensor de la naturaleza, Félix Rodríguez de la Fuente.
Bien no habíamos quedado a la salida del pueblo, luego andaremos por un camino entre frutales en dirección a la laguna
La laguna es como una lámina de agua dulce de unos 5.000 metros cuadrados de superficie envuelta de espinos y parcialmente represada. Su profundidad va de uno a los cuatro metros. En invierno rebosa agua y se congela. Cuentan en el pueblo, en los crudos inviernos del siglo pasado, los muchachos se dedicaban a patinar sobre su superficie helada. En verano el nivel baja, pero nunca se ha secado. Hoy por hoy es “residencia” de sapos y culebras.
No obstante, una parte muy importante para leyendas y mitos, es sin duda alguna …lo que nos llega oralmente de ellas, y que en este caso mantienen viva la leyenda de la laguna de Cernégula con refranes o textos como el que dice que «Los sábados las brujas de Cantabria, tras churrar y al grito de 'Sin Dios y sin Santa María, por la chimenea arriba'. Parten volando en sus escobas rumbo a Cernégula donde celebran sus reuniones brujeriles alrededor de un espino, para luego proceder al bailoteo y chapuzarse en una charca de agua helada».

Un buen burgalés en la Inquisición

Durante la caza de brujas que mantuvo la Iglesia Católica entre el periodo que comprende los años 1609 y 1614, desplazó por el norte de España, a inquisidores para que juzgaran a cientos de personas relacionadas con la brujería y la magia negra.
Tal fue la convulsión causada en los pueblos del norte del país, que podemos llegar a encontrar en algunos documentos de la época, que llegaron a contabilizarse por decenas las mujeres que ardieron en la hoguera en ese intervalo de tiempo, siendo el auto de fe del 7 de noviembre de 1610 de Logroño, el más famoso. En él se quemaron a seis supuestos brujos, algunos de ellos pertenecientes a poblaciones contiguas.

En el transcurso de búsqueda y captura de brujas, tuvo especial notabilidad, Alonso Salazar Frías, burgalés de nacimiento, quien se encargó de llevar a cabo miles de interrogatorios con otra forma de “mirar” a los posibles brujos y brujas, después de lo acontecido en Logroño.
Alonso Salazar Frías, se encargó de recorrer, buena parte de la geografía del norte de España discutiendo algunas de las sentencias, de otros inquisidores hubieron iniciado, consiguiendo incluso evitar el ajusticiamiento de dos acusados de brujería.


No es nada raro que, a raíz de estos episodios, a Salazar Frías se le llegue a conocer en las esferas de la época, con el apelativo del “salvador de las brujas”'. Sobrenombre que adquirió, gracias al estudio que llevó a cabo sobre miles de denuncias sobre brujería y de cuestionarlas, ya que muchas nacían de las pesadillas de niños, que decían haber soñado con vecinos que tomaban parte en aquelarres, o de vecinos que se tomaron su particular venganza señalando a quienes no compartían sus ideas siendo de la índole que fuese.



Aquel caos, aquella ofuscación en aquella desgraciada caza, Salazar Frías la llegó a definir con esta frase: «No hubo brujos ni embrujados en este lugar, hasta que se comenzó a tratar y escribir de ellos».
1613 entrega un informe posterior al Consejo Supremo, en el critica duramente, el protocolo llevado a cabo, por el cual, el tribunal acusaba a otros colegas, de haber aceptado como válidas las acusaciones sin fundamente alguno. 
En Cernégula no existen ruinas y sí muchas casas rehabilitadas.

Recaba información en:
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https://ugc.kn3.net/i/origin/http://www.revistadelauniversidad.unam.mx/ojs_rum/files/journals/1/articles/16008/public/16008-21468-1-PB.jpg

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