A
nadie le extraña que cualquier deportista que la necesitas para practicar su
deporte favorito, las lleve. Claro que me refiero a las espinilleras, que han
pasado a ser, una de las partes fundamentales, a parte del uniforme, parte del
equipamiento deportivo a la hora de practicar deportes como el fútbol
O
el fútbol sala o el hockey entre otros; dado la necesidad existente de proteger
unas zonas tan sensibles como son la tibia y la espinilla, cuyos golpes y
lesiones pueden ser muy dolorosos y graves.
Si
yo le pregunto a usted, pero sin mirar lo que tiene escrito ¿lo sabría?
¿Tengo
que decir …la verdad? Pues no
De
entrada, diremos que nació en la época victoriana, un 16 de abril de 1851 en la
localidad de Hucknall Tockard, Nottinghamshire, un condado no metropolitano de
Inglaterra, en el Reino Unido y que fue el inventor de las espinilleras
Sam
Weller Widdowson, hacia el sexto de diez hermanos. El nombre le viene, por un
capricho de su padre en honor a un personaje de la novela de Charles Dickens Los
papeles póstumos del Club Pickwick –, la primera novela de este famoso
escritor.
Con
la edad de 15 años, empezó su carrera futbolística en el mítico club, ganador
de dos UEFA Champions League, en 1979 y 1980, el Nottingham Forest.
Club
fundado un año antes en 1865. Al mismo tiempo compaginaba el fútbol con otro de
sus deportes favoritos, el cricket, donde jugaba en el equipo principal del
condado el Nottinghamshire CCC.
Widdowson
destacaba por su fuerza, su regate y su velocidad. Corría 100 yardas (algo más
de 91 metros) en 10.25 segundos, aunque su especialidad eran los obstáculos.
Sus características se adaptaban perfectamente al estilo de juego de aquellos
tiempos.
Como
otros muchos ejemplos, Widdowson no solo jugaba al fútbol, sino que también
practicaba cricket, como miembro del Nottinghamshire CCC. Fue de este deporte
de dónde sacó la innovación que le hizo pasar a la historia.
Gran
atleta y destacado por sus cualidades físicas; fuerza, habilidad, pero sobre
todo velocidad, corría 91 metros en alrededor de 10,25 segundos. Estas eran
unas características que se ajustaban perfectamente el estilo de fútbol de la
época, en la que premiaban las habilidades físicas frente a las técnicas
Todo
buen aficionado al deporte rey, sabe que, en sus primeros años, fue duro y
peligroso, Widdowson temiendo por su integridad, cogió dos almohadillas
protectoras de cricket, las recortó y se las ató a las piernas para jugar al
fútbol.
Acababan
de nacer las espinilleras. Pese a que al principio su invento causó bromas y
chanzas, en poco tiempo su idea ganó popularidad. Un compañero suyo del
Nottinghamshire CCC empezó a producirlas por primera vez.
Consistía
en un par de almohadillas de cricket cortadas a medida, las cuales fueron
atadas a las medias por medio de dos correas de cuero. Era un método un tanto primario,
que consiguió provocar las burlas de algunos de sus compañeros, pero que con el
paso de los días se demostró que amortiguaban los golpes recibidos y amortiguaban
el origen de las lesiones o reducían su gravedad, por lo que ganó gran
popularidad, dando lugar al nacimiento de las espinilleras que hoy en día
conocemos.
Desde
el año de su invención hasta hoy en día, mucho han cambiado las, no solo en los
que se refiere a su geometría, sino también a los materiales utilizados, desde
almohadillas a la fibra de carbono entro otros.
Pero
nuestro amigo, no paró de idear cosas y crearlas, ya que, en 1878, la FA, usó
un partido entre el Forest y Norfolk FC, para probar el silbato, como elemento
arbitral, en sustitución de la bandera blanca. La FA consultó a Widdowson y él
dio su aprobación tras comprobar como jugador que el silbato era mejor.
1879
Widdowson compaginó su tarea de jugador con las tareas de presidente del club
del Forest,
1880
jugó su único partido como internacional con Inglaterra, ante Escocia en
Hampden Park, con resultado de 5-4 para los del norte. Ese día, Widdowson le
rompió la mandíbula (sin querer) a un escocés, cuando ambos saltaban a cabecear
un balón. Imaginad el impulso…
También
fue árbitro. En esta faceta, tiene el honor del ser colegiado del primer
partido de la historia que se disputó con redes en las porterías, en 1891.
Después
fue dueño de un cine y de una empresa de encajes. Falleció en Beeston,
Nottinghamshire, el 9 de mayo de 1927.
En
la actualidad las espinilleras están tan
personalizadas que pueden llevar, desde la fotografía de la familia del
deportista hasta la de los más famosos del deporte rey
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