Los
terremotos o temblores de tierra son más comunes de lo que cabría imaginar,
apareciendo con frecuencia en algunas zonas concretas del planeta como Japón,
Indonesia y Chile y, en menor medida, en Perú, Estados Unidos, México o Irán.
Pero
¿cómo se origina un terremoto?
Las
placas tectónicas de las que está formada la corteza terrestre no paran, están en
continuo movimiento, aunque este suele ser lento e imperceptible.
No
obstante, cuando encuentra algún impedimento para desplazarse y chocan entre sí,
comienza a acumularse una gran cantidad de energía que acaba liberándose
súbitamente cuando se produce un movimiento brusco de estas placas. Esta
energía aflora en la superficie terrestre en lo que conocemos como terremoto
A
este tipo de seísmos, se les llama tectónicos, que corresponden a la gran
mayoría de los terremotos que existen. El otro tipo de terremoto, menos común,
es el volcánico, el cual se produce por la acción volcánica debido a la fuerza
expansiva de los gases y vapores que producen explosiones cuando el magma
asciende por la chimenea del volcán.
Siempre
que hay un temblor, nos indican los grados y luego se nos indican que es según
la escala de Richter, llamada así en honor al sismólogo estadounidense Charles
Francis Richter, es una escala que asigna un número para cuantificar la energía
que libera un terremoto.
Fue
creada en 1935 por Richter y Beno Gutenberg (ambos del Instituto de Tecnología
de California), con objeto de medir la fuerza de los terremotos, de acuerdo con
su magnitud, esto es, según la cantidad de energía liberada durante el sismo en
cuestión.
La
escala de Richter llega hasta los 12 grados, donde un sismo de estas
características tendría la misma potencia que 1 billón de toneladas de
trinitrotolueno con la fuerza suficiente para fracturar la Tierra por el
núcleo.
Valdivia
se hundió 4 metros bajo el nivel del mar, produciéndose además la erupción del
volcán Puyehue.
Valdivia, Chile (1960)
Estamos
en el año 1960, 22 de mayo, el suelo de la población chilena de Valdivia
comienza a temblar durante 10 e interminables minutos, el terremoto es de 9,5
grados de magnitud en la escala de Richter, la más alta cifra registrada por el
ser humano gracias a los sismógrafos.
Fue
percibido en todo el cono sur de América y a su paso 1.655 persona perdieron la
vida, 3.000 heridos y 2.000.000 sin hogar
Además,
el tsunami que tuvo lugar tras el seísmo provocó graves deterioros en Hawai,
Nueva Zelanda, Filipinas, Japón y EE. UU. de Richter
Alaska (1964)
De
magnitud 9,2 y con menos duración uno 4,5 minutos, este terremoto, está
considerado como el más poderoso de la historia de Norteamérica. Golpeando
Alaska un 27 de marzo de 1964.
Si por algo es conocido como El 'Gran
terremoto de Alaska' e, como es conocido, se debe, sobre todo, al tamaño de la
superficie de la corteza terrestre que fue deformada, que los expertos del USGS
cifran los 200.000 kilómetros cuadrados. Unido al tsunami que después se produjo
esta catástrofe natural produjo la muerte de al menos 131 personas.
Sumatra (2004)
Año
2004, día 26 de diciembre. Este terremoto submarino golpeó el océano Índico,
teniendo su epicentro en la costa de Ao Nang (Indonesia), afectando a casi todo
el sur y sureste de Asia.
El
tsunami asiático, conocido así en su continente y en los medios
internacionales, fue de 9,1 grados en la escala de Richter y duró entre 8 y 10
minutos, aproximadamente. Lo más llamativo fueron los numerosos tsunamis
devastadores que desencadenó, que causaron la muerte a más de 200.000 personas.
Japón (2011)
Marzo
11 -2011, la zona oriental de Japón fue víctima del mayor terremoto del país
desde el siglo XIX, de 9,0 grados de magnitud. La NASA, con ayuda de imágenes de
satélites, comprobó que el movimiento telúrico podría haber desplazado Japón
más de dos metros.
Este
seísmo de aproximadamente 6 minutos provocó olas de maremoto de hasta 40,5
metros de altura. Murieron 15.893 personas, 172 resultaron heridas y hubo 8.405
desaparecidos, según fuentes oficiales del país.
Kamchatka (1952)
1952,
4 de noviembre, este temblor de tierra, de magnitud 9,0, alcanzó Kamchatka, en
Siberia, y las Islas Kuriles, provocando devastadores maremotos que alcanzaron
Hawai, Japón, Alaska, Chile y Nueva Zelanda.
Aunque
no se perdieron vidas humanas, los daños materiales se estimaron entre 800.000
y 1.000.000 de dólares. Las olas barrieron barcos, provocaron el choque entre
las casas, destruyeron muelles, movieron el pavimento de caminos, etc.
Región del Maule, Chile
(2010)
Sucedió
un 27 de febrero de 2010. Los chilenos sintieron
el terrible seísmo durante casi 4 minutos en las ciudades de Curanipe y
Cobquecura y proximidades, aunque también fue percibido en gran parte del Cono
Sur, como en Buenos Aires y Sao Pablo. Según estimaciones del Servicio
Geológico de los EE. UU, tuvo una magnitud de 8,8 grados y dejó 525 víctimas
mortales y 25 desaparecidos.
La
magnitud de esta catástrofe ha sido recalculada en varias ocasiones desde que
se produjera el 31 de enero de 1906, hace más de 100 años. Actualmente, está
determinada en 8.8 grados.
La
costa ecuatoriana y parte de la colombiana fueron las principales afectadas,
pero se sintió a lo largo de toda la costa de Centroamérica y también en San
Francisco y el oeste de Japón. La comunidad científica calculó que había podido
tener un período de duración aproximado de 30 minutos.
Islas Rata, Alaska (1965)
Según
datos del Servicio Geológico de los EE. UU, este seísmo de 8,7 grados en la
escala de Richter generó un tsunami de 10,7 metros de altura en la isla de
Shemya, que originó numerosas grietas en los asfaltos y otros graves daños.
Varias islas cercanas a la de Shemya fueron también víctimas de este espantoso
suceso ocurrido el 4 de febrero de 1965.
Indonesia (2005)
También
llamado terremoto de Nias, el seísmo del 28 de marzo de 2005 con epicentro en
la costa occidental del norte de Sumatra, 8,6 grados de magnitud y dos minutos
de duración, causó, según estimaciones, 1.300 muertes.
Se
sintió también fuertemente a lo largo de la costa oeste de Tailandia y Malasia,
y en Kuala Lumpur. Habían pasado tres meses desde el terremoto del océano
Índico de 2004, pero por suerte el tsunami esta vez fue 'relativamente pequeño'.
Tíbet (1950)
El
15 de agosto de 1950 el Terremoto de Assam, también conocido como terremoto de
Medog, provocó la muerte de al menos 1.500 personas. Considerado el décimo
seísmo más grande del siglo XX, tuvo una magnitud de 8,6 y destruyó cerca de 70
aldeas, principalmente por deslizamientos de tierra.
Las
consecuencias que desencadenan los terremotos en países ricos no son
comparables a las que dejan los que tienen lugar en zonas con menos recursos
Un
ejemplo ilustrativo es la cifra de muertos (256) que dejó en 1931 el seísmo de
7,9 grados de magnitud que golpeó Nueva Zelanda, al lado de las 8.832 víctimas
mortales registradas tras el terremoto de Nepal (abril de 2015), de magnitud
7,8, casi un siglo después.
TERREMOTO DE SAN
FRANCISCO EN 1906
Eran
las 5;15 am, aquella madrugada del 18 de abril de 1906, un terrible estruendo
sacó de sus sueños a la población de esta ciudad.
El
temblor solo duró un minuto, pero causó el peor desastre natural en la historia
de la nación. Un análisis de las estimaciones modernas registró 8.25 en la
escala de Richter, en comparación, con otro terremoto que también azotó a San
Francisco el 17 de octubre 1989 y registró 6.7.
La
mayor destrucción se produjo a partir de los incendios que el sismo provocó.
Esto asoló la ciudad durante tres días y destruyó 490 cuadras de la ciudad, con
un total de 25.000 edificios, hizo que más de 250.000 personas queden sin hogar
y mató entre 500 y 700. Los daños superaron las estimaciones 350 millones de
dólares.
Algunos
testigos oculares describieron sus experiencias: era como si la tierra se
deslizaba suavemente por debajo de nuestros pies, luego vino el vaivén
repugnante de la tierra que nos tiró de cara obre el suelo.
Testigos
oculares cuentan como la policía en algún momento, toma la decisión de evitar a
varias, personas, en diferentes circunstancias, que fuesen devoradas por el fuego
poniendo fin a sus vidas
En
las calles había lugares hundidos, de tres o cuatro pies, en otros lugares
grandes montículos de cuatro o cinco metros de altura, habían aparecido de
golpe.
Las
pistas de tranvía fueron dobladas y retorcidas. Las calles de todas las partes
estaban llenas de ladrillos y mortero, edificios totalmente destruidos. Los
vagones con caballos enganchados, y sus conductores tendidos en las calles,
todos muertos, golpeados por la caída de ladrillos.
Un
ama de casa encendió un fósforo en lo que había sido su cocina y ocasionó una
explosión que incendió cientos de casas que quedaron destruidas hasta los
cimientos.
Enormes
grietas en las calles habían fracturado todas las tuberías del agua. Excepto en
los pozos artesianos aquí y allá, o proveniente del mar en incendios cerca de
la costa, no había una sola gota de agua para apagar el fuego.
Los
voluntarios luchaban desesperadamente para mantener los puntos de embarque
libres del fuego
Las
llamas se extendieron sin impedimento alguno, en unas 1.360 hectáreas, y
ardieron durante tres días. Al final, más de 28.000 edificios quedaron
destruidos. La mitad de los 450.000 habitantes de San Francisco perdió sus
hogares; unos 670 fueron dados por muertos y otros 350 por desaparecidos.
Según,
un ingeniero llamado Herman Schussler “Si San Francisco hubiera estado en o
cerca de la falla no habría quedado nada de ella”,
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