Las tormentas de arena y polvo son
unos fenómenos increíbles, y también peligrosos si te alcanzan, pues pueden
disminuir la visibilidad de ciudades enteras en cuestión de minutos, y tardan
bastante en desaparecer.
Sin embargo, gracias a ellas las
selvas como las del Amazonas se pueden nutrir, por lo que tienen también un
lado muy positivo. Claro que no es lo mismo una tormenta de arena a una de
polvo
TORMENTAS DE ARENA
Como su nombre indica, están
compuestas por partículas de arena, que proceden de zonas áridas que se quedan
en la superficie. Cuando aumenta la velocidad e intensidad del viento, estas
partículas son impulsadas hacia arriba, pudiendo recorrer largas distancias en
horizontal.
Los terrenos más proclives para que produzcan,
son aquellos en los que no hay apenas vegetación alguna, un hecho que favorece
que las partículas puedan ser elevadas hacia arriba. Un ejemplo: en el desierto
del Sáhara o en las llanuras de América del Norte, son muy habituales.
¿CÓMO SE FORMAN?
Todo es debido a las altas temperaturas
del aire y del suelo que reina en zonas de grandes desiertos, y un contraste
térmico entre el suelo y las capas medias y altas de la atmósfera.
Como la superficie de la tierra está más
cálida, las masas de aire junto con el polvo que arrastran de la misma pueden
llegar hasta niveles altos de la troposfera.
Pero la cosa no acaba ahí, puest
Tienen fuerza para trasportar el
polvo de partículas de rocas, a miles de kilómetros, desde el Sahara a
Groenlandia o desde China hasta Europa, y la cantidad de polvo de arena que
remueven cada año a lo largo del planeta, es impresionante, de dos a tres mil
millones de toneladas.
Las Naciones Unidas tiene
clasificados los Desastres Naturales, producidos por la fuerza de la Naturaleza y
entre ellos figuran: Desastres generales provocados por fenómenos meteorológicos
o hidrológicos (Inundaciones de agua, sequías, tormentas y tornados).
Sin embargo, en relación con las
tormentas, solo se mencionan especialmente los “fenómenos atmosféricos
producidos por descargas eléctricas en la atmósfera”.
Y a los tornados los define como
“Vientos huracanados que se producen en forma giratoria a grandes velocidades”.
Pero nada que haga referencia a las tormentas de arena y de polvo que como bien
sabemos existen.
PHOENIX
El 6 de julio del 2011, el Servicio
Meteorológico Nacional advirtió de una tormenta a la 4 de la tarde de ese mismo
día. Poco antes de las 3 de la tarde, la compañía eléctrica APS informó de que
más de 4.500 clientes se habían quedado sin luz. La mitad de ellos estaban en
Phoenix, la otra mitad en Glendale (California)
La tormenta de polvo de 80 Km. de
extensión con una altura de 3000 mts. Y velocidad superior a los 100 Km. por
hora, comenzó en la ciudad de Tucson, cruzó el desierto hacia el norte recorrió
186 Km, para posteriormente arrasar la ciudad de Phoenix.
Una impresionante masa de polvo de
arena tapó edificios, calles de la ciudad y los automóviles, arrancó árboles y
tendidos eléctricos. Impidiendo que tanto personas como gráfico rodado circulasen.
Oscureció el entorno, por lo que no hubo más remedio que obligó a cortar el
tráfico aéreo
El millón y medio de ciudadanos de
Phoenix tuvieron que soportar: Dificultades respiratorias, así como comprobar el
apocalíptico panorama que les rodeaba. Personas perdidas, derrumbes, etc.
Si nunca ninguno de ustedes, ellos o nosotros,
hemos permanecido atrapado/as en una tormenta de esas características, no
podemos saber el horror y del dolor al que se vieron obligados a vivir.
Gracias a que el anuncio de la llegada
de la nube de arena se hizo de antemano, permitió a muchos ponerse a salvo en
su casa y cerrar puertas y ventanas.
Este fenómeno meteorológico está
presente en la zona en verano en la época de los monzones. Cada vez los
especialistas les dedican mayor atención y son más numerosas las medidas de
prevención adoptadas, por considerar constituyen un autentico peligro para ver
y respirar.
Los fuertes vientos levantaban el
polvo por toda la zona metropolitana de Phoenix. La tormenta produjo una
especie de muro de polvo, característico de las tormentas monzónicas. El monzón
técnicamente terminó el 30 de septiembre.
Al ser unos fenómenos que disminuyen
la visibilidad, hay que tener mucho cuidado si nos alcanza una. Tanto si vives
en una zona donde son habituales como si ocurren muy de vez en cuando, es
importante saber cómo actuar para que puedas salir ileso de ella.
UNOS CUANTOS CONSEJOS
EN EL COCHE
Si estás conduciendo y de repente ves
una pared de arena o polvo que se te está acercando, puedes hacer dos cosas: Atravesarla,
siempre y cuando puedas alcanzar la velocidad máxima permitida sin poner en
peligro a nadie.
Aunque la opción más recomendable sea,
detenerte en un rincón y esperar. Aunque también la que más suele preocupar,
puesto pronto te verás envuelto en arena, y no verás nada por unos minutos.
Para asegurarte que de que no te va a pasar nada, desvíate hacia el arcén (o
mejor, sal de la carretera si puedes), y cierra las ventanas.
CAMINANDO
Si una tormenta de arena o de polvo
te alcanza cuando estás caminando, lo primero que tienes que hacer es ponerte
una máscara sobre la nariz y la boca. Si dispones de ella, aplícate un poco de
vaselina en los orificios nasales para evitar que se sequen.
Una vez hecho, tienes que protegerte
los ojos. Para ello, puedes proteger la cara con un brazo, o ponerte unas gafas
herméticas. Debes saber que los lentes normales no protegen demasiado contra
las partículas; usa mejor los herméticos.
REFUGIOS
Ahora, hay que buscar refugio. Lo más
recomendable es ponerse en una zona a sotavento (es decir, que protege de la
dirección en la que viene el viento), como por ejemplo detrás de unos árboles o
palmeras altas; y siempre que puedas, que esté en un lugar elevado.
POR ÚLTIMO
Protégete de los objetos pesados que
puedan salir volando. Ayúdate para ello con tu mochila, o ponte lo más cerca
del suelo que puedas.
Las tormentas de arena y de polvo
pueden causar muchos problemas, por lo que más vale estar prevenidos. Estate
atento a los avisos meteorológicos de tu ciudad para que no te pillen
desprevenido.
TORMENTAS DE POLVO DIFERENCIA CON LAS
DE ARENA
Su principal diferencia es la medida
de las partículas en suspensión. En este caso, son de menos de 100 micras, es
decir, de 0’010 cm, característica que permite que sean más extensas, y
hacernos sentir que el ambiente está contaminado. Además, debido a sus peculiaridades,
impiden la formación de nubes, por lo que las precipitaciones en las zonas
donde se forman son muy escasas.
El lugar donde más se producen es el
desierto del Sáhara, en donde los vientos alisios son los responsables que dé
nos llegue el polvo hasta nuestro país, especialmente durante el verano.
La naturaleza de la Tierra, nuestro hogar, es integral e
interdependiente
Solamente han pasado 19 años desde
que la Humanidad se entera, por la Conferencia de Naciones Unidas sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo (Río de Janeiro, 3 al 14 de junio de 1992), de
cuestiones clave, como que:
- Que
los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas con
el desarrollo sostenible. Tiene derecho a una vida saludable y productiva en
armonía con la naturaleza. - Que los
Estados tienen el derecho soberano de aprovechar sus propios recursos, según
sus políticas ambientales y de desarrollo, y la responsabilidad de no causar
daños al Medio Ambiente, en sus propias zonas o fuera de ellas. - Los Estados deben notificar inmediatamente
a otros Estados los Desastres Naturales u otras situaciones de emergencia que
puedan producir efectos nocivos súbitos en el Medio Ambiente de esos Estados.
La Comunidad Internacional deberá hacer todo lo posible por ayudar a los
Estados que resulten afectados (Principio 18)
UNA CURIOSIDAD
Un campo de fútbol bajo las arenas del desierto
https://ichef.bbci.co.uk/news/ws/304/amz/worldservice/live/assets/images/2014/07/03/140703154948_tormenta_polvo_624x351_bbc.jpg
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