CHARLES EISENMANN FOTÓGRAFO DE FREAKS


                                                          Charles Eisenmann con Myrtle Corbi

Charles Eisenmann (Alemania 1855 -Nueva York 1927)
En la década de 1880 un alemán emigrado a Nueva York, de profesión fotógrafo, rompía los moldes fotográficos con una visión del mundo de los menos afortunados, los Freaks”- monstruos o fenómenos 

La zona donde Charles tenía el estudio, en el Bowery de Nueva York., en aquella época era un puzle compuesto de artistas selectos, seres de paso y meretrices.
Los estudiosos en estos temas dicen que el ambiente del distrito de Bowery se asemejaba bastante a la película Gangs of New York.
Las consecuencias de los disturbios de la Ciudad de Nueva York proyectaron una imagen de una época desenfrenada y materialista con un escenario ideal para la fotografía inusitada y atrevida.

Los principales clientes de Charles Eisenmann, eran personajes que se exhibían en los famosos “museos de a diez centavos “, a la vez que fotografiaba a gente “normal “de forma   empezó a realizar retratos fotográficos de mostraban a gente que se exhibían en los famosos “” en la década de 1870. Al mismo tiempo que fotografiaba a gente “normal” de forma natural,
                                        Boda del General Tom 
Durante una década -1870-1880 creó una colección destinada únicamente a los “Freaks”, que se vendía en forma de Tarjetas de Gabinete, colecciones que fueron muy populares, destinadas en esta 
Eisenmann continuó trabajando en su archivo de “Freaks” durante la década de 1870 y 80. Estas fotografías se vendían en forma de Tarjetas de Gabinete, colecciones muy populares en estos años, a la clase media.

Míster Eisenmann era un auténtico crac, pues una parte de sus fotografías, eran falsificaciones evidentes que realizaba con los “Freaks”, eso no quitaba para el otra parte, fuesen verdaderas de personas con anomalías.
El motivo por el cual, estos personajes acudiesen al estudio de Eisenmann, vestidos con uniformes de cuello alto y vestidos de la época victoriana, era que este fotógrafo en sus retratos trataba de arreglar cuidadosamente la “rareza” física de los diferentes modelos.

Por lo que parece, en el siglo XIX, las deformaciones físicas no eran tanto un obstáculo como un talento, todo lo contrario que ocurre hoy en día, que se pasa por el quirófano, como entramos en el supermercado.
Y en la sociedad que nos ha tocado vivir, las personas se esfuerzan por corregir las deformidades hacia un modelo ideal si la situación lo permite y no amenaza la vida.

Pero en aquella época la deformación física se usó para sacar remuneración de esta, ya que muchos de los artistas o intérpretes que trabajaron en los citados museos, lograron encontrar trabajo, con un buen salario, casarse y hasta llevar una vida relativamente feliz.

Y es que los museos de 10 centavos se crearon siguiendo el modelo del Museo Americano de P. T. Barnum en Broadway, que presentaba “curiosidades” humanas, así como muchas demostraciones inusitadas, dudosas, problemáticas discutibles, y cuestionablemente “científicas”.

Y es que, en bastantes aspectos se parecían a las barracas de circo, y en ellas, humanos que mostraban sus extrañas fisonomías a los visitantes boquiabiertos.
Algunos de estos seres, consiguieron escapar de la etiqueta de monstruos, e incluso fueron recibidos por la realeza, como en el caso de la giganta   Anna Swan, Myrtle Corbi la niña de cuatro piernas o, a Eli Bowen con una patología llamada Focomelia (pies de foca). No tenía piernas y sus pies sobresalían de sus caderas. Ellos serán quienes nos lleven llevarnos a través de sus vidas a un infierno a un paraíso

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