DIOS LOS CRÍA Y ELLOS SE JUNTAN CAROLINA DE BRÜNSWICK, la desdichada mujer de Jorge IV -



La duquesa Carolina Amelia Elisabeth de Brünswick-Wolfenbüttel nació el 17 de mayo de 1768 en la localidad alemana de Braunschweig,



Sus padres el Duque Carlos II Guillermo Fernando de Brünswick-Wolfenbüttel y la Princesa Augusta de Gales, que era hermana del rey Jorge III de Gran-Bretaña. Padres de cuatro niños y tres niñas, la benjamina falleció con pocos meses

La duquesa Carolina a punto de cumplir los 27 años, es enviada a Londres para casarse con el heredero del trono británico, el Príncipe de Gales, con el que le habían prometido en 1794
Tenemos que decir, que, Carolina no era un dechado de virtudes: Grosera y vulgar y encima estaba reñida con el agua de la bañera, encontrando siempre un motivo para “no bucear, lo que hizo que sus contemporáneos llegasen a decir que “olía como un corral de granja.

Así ante tal panorama, no nos debe extrañar que el Príncipe de Gales se hiciese el remolón por ese matrimonio forzado. Y máxime cuando ya estaba casado “ilegalmente” María Fitzherbert Lady Jersey.

Se lo pensó mejor e hizo un trueque, se casaría a cambio de la liquidación total de sus acuciantes deudas y de un aumento de sus rentas.

Y su padre, aparte de casarse con la elegida, debería dar con la puerta en las narices a su querida Lady Jersey. No tardando mucho se anunció el compromiso del Príncipe de Gales con la duquesa Carolina de Brünswick-Wolfenbüttel.

Tres días antes de la boda, llega a la corte. Jorge terriblemente decepcionado y una conversación anodina.  Así que para pasar el trago pidió una copa de brandy. Claro que Carolina no se cortó ni un pelo, cuando dijo “el Príncipe está gordo y nada tiene que ver con los bellos retratos que le enviaron de él."

El 8 de abril de 1795, desconozco como amaneció, meteorológicamente hablando, aunque sí que iba a ser un día señalado, los esponsales, en la capilla de Saint James Palace de Jorge y Carolina.
Los testigos del evento declararon que el príncipe, que se casaba contra su voluntad. La figura del Príncipe de Gales avanzó por el pasillo central de la capilla con la expresión facial de un condenado a muerte, desmayándose dos veces. Mientras otros cuentan que venía borracho como una cuba. 

También se dice que miró a María Fitzherbert mientras hacía sus votos y que lloró cuando el arzobispo preguntó si alguien tenía alguna objeción al enlace. O sea, dio la nota
La noche de boda, los contrayentes la pasaron de dos maneras, la novia…sola en su recamara, y el novio tratando de no pasar frio, solo junto a la chimenea.
La prensa de la época escribe en sus páginas, que sólo hubo tres encuentros íntimos entre los recién casados. En 1796 nació la única hija del matrimonio, Carlota, y fue entonces cuando Jorge le dijo a su esposa que no se acostaría nuevamente con ella, ni aunque el Parlamento se lo pidiera

La llegada de Carlota Augusta de Gales, la única hija legítima del Príncipe de Gales hace, que este redactase un nuevo testamento. En él, todo se lo dejaba a María Fitzherbert, a la que califica, en el documento, como su verdadera esposa mientras que a Carolina le destinaba la miserable suma de 1 chelín

La situación del matrimonio llegó a ser insostenible –los Príncipes no aparecían nunca juntos en público y los desplantes del Príncipe comenzaron a ser la comidilla de la sociedad londinense.
El Príncipe presentó a su padre una petición de divorcio, pero el Rey se negó en rotundo. No obstante el 30 de abril de 1796 el Príncipe mandó una misiva a su esposa en la que le informaba de que pese a que legalmente seguirían estando casados, de facto harían vidas separadas. La Princesa sufría así la humillación de ser repudiada por su marido.


Quién sabe si como venganza por el desprecio de su marido, la princesa Carolina, que se había trasladado a vivir a Blackheath, iniciando una impetuosa vida social, no dejando de asistir a las muchas fiestas y convites de la alta sociedad londinense.
A partir de entonces, los rumores de todo tipo comenzaron a correr, entre ellos Y como era de esperar, hasta la corte británica, llegaron estas noticias, que impidieron que la Princesa, viera con frecuencia a su pequeña hija.

Una tal lady Douglas hizo correr el rumor de que la descarriada princesa se había quedado embarazada como consecuencia de una relación adúltera, y que, por tanto, había dado a luz a un hijo bastardo “.
Ante esto, el indignado marido de Carolina pidió una investigación, a la que el rey accedió. Lo que se conoció como “La investigación delicada” se inició en julio de 1806.
Cuando llegó el momento de interrogar al personal doméstico de Montagu House sobre las acusaciones supuestas de Lady Douglas, los criados negaron tales afirmaciones y admitieron que la auténtica madre de William Austin era Sophia Austin quien, en persona, entregó su bebé de 3 meses al cuidado de Carolina. En consecuencia, Sophia Austin fue interrogada por la comisión y ésta testificó que ella era la verdadera madre del bebé.
Finalmente, la comisión, en base a sus indagaciones, dictó sentencia- Desestimar las declaraciones de Lady Douglas, pues estas carecían de todo fundamento y dio por zanjado el asunto.
La princesa de Gales se convirtió así en una paria social”. Ocho años más tarde, cansada del desprecio general, Carolina de Gales abandonó Inglaterra
En 1820, tras la muerte de su suegro, Carolina regresó a Londres con la intención de ser coronada reina consorte.

Cuando Jorge se enteró, tuvo miedo de que ya, su escasa popularidad bajase aún más, por lo que Jorge quiso promulgar la “Ley de Dolores y Penas” que pretendía “privar a Su Majestad Carolina Amelia Isabel del título, de los privilegios y las regalías de Reina Consorte, y consumar el divorcio entre Su Majestad y la mencionada reina”.
El Parlamento no lo aceptó y lo que ocurrió a continuación fue grotesco: Jorge IV llegó esplendoroso a su coronación. Cuando pasaron las ultimas personas de su séquito a la Abadía, ordenó cerrar las puertas para no dejar entrar a su esposa.

Aquella misma noche, la reina Carolina enfermó con vómitos y pulso débil y murió 19 días después de la coronación de su ex -esposo Jorge IV, a consecuencia de un cáncer, aunque algunas personas afines a ella creen que fue envenenada
Misteriosamente, los informes médicos sobre su muerte desaparecieron

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