Si hemos tenidos la suerte, los/as que amamos la naturaleza,
de acampar en un pequeño claro del bosque y ver anochecer o amanecer, cuando el
aire duerme o aún no se ha despertado, ¿de haber sentido presencia ocultas?
Esas presencias en varias culturas decidieron
personificarlas como los espíritus de los árboles, aunque con diferentes estatus:
el señor de los árboles o criaturas sobrenaturales que se dedicaban a
resguardar a determinados árboles.
Así surgió en el mundo clásico la figura de las ninfas o Dríades
o las Hamadriades, quienes eran las protectoras de esos determinados árboles.,
muriendo con ellos si eran talados.
Lo más cercano que tuvo el mundo clásico de tener un señor de
los bosques fue en la figura de Silvano dios romano de los bosques. Por eso,
los pastores ofrecían sacrificios en su honor, para que les protegiese el
ganado
Nombre de los espíritus y a que árboles protegían
Las Dríades lo eran
de los robles. Las Melíades eran de los fresnos, y también existían las ninfas
de los mirtos a la que se la atribuye ser las maestras del héroe Aristeo
(y a
través de él, a toda la Humanidad) artes tan útiles como el cultivo del olivo,
la construcción de colmenas o el cuajo de la leche para hacer el queso.
Aristeo será el
personaje de un suceso acontecido entre él y Eurídice
Esta al huir de las insinuaciones de Aristeo, ya que estaba
casada con Orfeo, pisó, si querer a una serpiente cuya mordedura que produjo la
muerte. Acto seguido todas las abejas de Aristeo murieron.
Desolado nuestro héroe partió en busca de la ayuda de un
oráculo. Este le ordenó que debía de sacrificar a cuatro toros y cuatro
vaquillas, en honor a las Dríades, que habían sido compañeras íntimas de
Eurídice.
Así lo hizo. Y de las reses muertas surgieron nuevo
enjambres de abejas, una historia que recuerda, muy extrañamente al relato
bíblico de Sansón cuando extrajo miel del cadáver de un león.
Existieron personajes que fueron transformados en árboles:
Filis princesa tracia, quien murió de pena esperando el regreso de su amado
Acamante, de la guerra de Troya. La diosa Atenea la convirtió en un almendro.
La hija de un rey espartano, Caria, fue transformada por
Dionisio en un nogal. Y por último, la ninfa de las montañas, de nombre Dafne,
al ser perseguida por el libidinoso Apolo, solicitó ayuda a la madre tierra Gea
y esta la transformó en un laurel.
Hablemos de los Leszi, o del Leszi, al que se solía imaginar
como un hombre muy alto, que no era nada bueno y que vivía en las extensiones de
pinos y abetos de los taiga, allá por Eslava, aunque en otras ocasiones podía
tomar la figura de anciano muy mayor, casi longevo.
Se sabía positivamente que era un Leszi, por su brillantes
ojos y por tener sus zapatos vueltos hacía atrás. Los caminantes antes de
adentrarse en el bosque ofrecían sacrificios a tan horripilante ser: pan o
tabaco.
Por su parte Leszi, se dedicaban a la “noble tarea” de dar
indicaciones equivocadas, lo que conllevaba a que aquellos infelices terminasen
por perderse y fuesen comida de las bestias salvajes.
Al ser el protector de la fauna y de la flora, a los
cazadores que mataban a sus presas o a los leñadores que talaban los árboles,
estaban destinado a sufrir las iras del Leszi, quien tenía en los lobos y osos,
sus protectores particulares, ellos eran los que le avisaban de presencias
extrañas entre los matorrales y le protegían del mal
Historia medieval japonesa
Heitaro era un joven granjero al que le gustaba sentarse
bajo el gran sauce que había florecido hacía ya tiempo en la aldea donde,
Heitaro vivía, cuidando de él y protegiéndolo de la maldad de los hombres.
Una noche mientras descansaba bajo su copa, se dio cuenta
que a su lado estaban sentada una hermosa joven antes nunca vista. Al poco, ambos
conversaban de sus cosas, y ella se presentó diciendo – Me llamo Higo(sauce)-
después el amor que se profesaban se convirtió en matrimonio.
Durante bastantes años, la felicidad reinó en su hogar y
fueron bendecidos con un hermoso niño. Un bue día hasta la aldea llegó la
noticia de que el emperador Toba Kioto deseaba construir un gran templo, por lo
que todos deberían aportar toda la madera posible.
Aquella orden fue acogida por parte de Higo con tristeza y horror.
Aquella noche un grito desgarrador despertó a Heitaro – Están talando el sauce.
Soy su espíritu y si el muere yo moriré con él – a sus palabras siguieron un
terrible ruido ensordecedor, que indicaba que el sauce ya había sido talado.
Heitaro se volvió hacia su esposa, pero la cama estaba vacía.
Como una Hamadríade griega, Higo había desaparecido para siempre
ASPECTO DE LAS DRÍADES
La adoptan la forma de mujeres muy hermosas aunque los Leszi
eslavos aparecen como viejos marchitos
TAMAÑO
Era de tamaño humanos. Si n embargo el Leszi podía conseguir
en que quisiese.
ESPERANZA DE VIDA
Longevos, pero no inmortales, puesto que estas morían cuando
los árboles a los que protegían eran talados.
PODERES
Cambio de forma. Capacidad para causar daño a los humanos
que perjudicaban a los arboles p a la vida forestal
HÁBITAT
Los bosques
Recogida información en el Bestiario fantástico de Tony
Allan
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