El Museo del Prado ya tiene 190 años, aunque, en la mente
del rey Carlos III, el edificio Villanueva , sería destinarle a ser la sede del
Real Gabinete de Historia Natural
Con la llegada de las tropas napoleónicas , y con ellas la
invasión francesa, se pensó en crear un museo a la imagen y semejanza, de otros
de la vieja Europa, el cual llevaría en nombre de Museo Josefino, en honor,
claro está de Pepe Botella, apodo con el que los madrileños, llamaban al
hermano de Napoleón, José Bonaparte.
Pero del dicho al hecho va mucho trecho y jamás llegó a
construirse, aunque fue el núcleo para que Fernando VII, decidiese,
definitivamente , que allí reposasen las
coleccione Reales, dejando, de vez en cuando, abrirlo al público, en el año
1819.
Primero se comenzó con la exposición de 311 obras, ahora
acoge hasta 1.000 expuestas en la actualidad , a las que hay que sumar , las
que descansan en sus fondos.
Sus casi dos siglos de existencia le han avalado para formar
parte de los mejores del mundo.
En los últimos años, ha asistido mudo, ante remodelaciones,
protestas de índole laboral, renovaciones en el cargo de dirección y también
polémicas , a las que ha conseguido sobrevivir gracias al arte que es , en
definitiva la esencia de este museo.
Las primeras referencias que existen sobre este edificio
datan de 1786 durante el reinado de Carlos III , al que se apodaba : el
Político o el Ilustrado, a la vez que el pueblo de Madrid utilizaba esta frase
cuando se refería a él “ El mejor alcalde, el rey”.
El proyecto arquitectónico recae en Juan Villanueva, eligiendo el estilo neoclásico, para dar
forma a su estructura, y otra vez los franceses y su invasión , que le
convirtieron en albergue de la caballería militar.
Y así se mantendría hasta la llegada al trono de Fernando
VII , que tiene también su apodos, en este caso , tres : El
Deseado” porque la gente no querían las tropas francesas en España, y deseaban
que volviese la monarquía, y “El
superdotado” o “El cojinete” por su miembro viril, quien decidiese que el
edificio , recuperase su función de centro de arte.
Con la apertura de sus puertas, el edificio, bajo el nombre
de Museo Real de Pinturas, muestra las
obras que son propiedad de la Corona, al público, a la vez que presume , ante
Europa, de la pintura española, que aumentará, sus lienzos, gracias a que se le
incorporan obras de otros muesos, donaciones y compras.
¿ Pero quienes son los autores con más importantes obras?
Indudablemente, Velázquez, Goya y Murillo, que también dan nombre a sus
fachadas, las cuales presiden con tres esculturas del siglo XIX , dedicadas a
ellos.
Veamos como están ubicadas , La de Goya, que es la única que mira al museo, es obra de
Mariano Benlliure.
Velázquez , de espaldas a la puerta principal de la
pinacoteca, obra de Aniceto Marinas, la que más posa para los fotógrafos :
visitantes y profesionales.
La última, está dedicada a Murillo, ubicada frente a la
puerta que resta , en otro lateral nos encontramos con la de Murillo, obra de
Sabino de Medina.
Rafael Moneo y su obra: la ampliación del museo con la
inclusión del claustro de la iglesia de San Jerónimo , ideada en el año 1998 y finalizada en el
2007, creó más de una polémica y generó dudas entre expertos, a la vez que levantaron
quejas entre el vecindario. Así que el Supremo tuvo que medir en la discusión.
La fragua de Vulcano de VelázquezLa Sagrada Familia del pajarillo
El quitasol de Goya
La lista de sus directores van desde pintores como Juan
Madrazo, Juan Antonio de Ribera o Antonio Gisbert, a un historiador del arte
español, especializado en la pintura barroca, Alfonso Pérez Sánchez, quien
abandonó el cargo, después de tres décadas . Una Licenciado en Filosofía y
Letras (especialidad Historia del Arte), en el caso de Francisco Calvo
Serraller.
Un historiador del arte y museógrafo español, Felipe
Garín .Un Arqueólogo José María Luzón , a Fernando Checa Cremades
historiador del arte y profesional en diversos ámbitos de la museografía
española. Es especialista en la pintura barroca del siglo XVII.
Miguel Zugaza Miranda es un historiador del arte y
museógrafo español. Y en la actualidad está presidido por Miguel Falomir
experto en el arte del Renacimiento.
Otras vicisitudes
Huelgas y encierros en las salas del museo, protagonizadas
por los trabajadores de este ,en la década de los 90.
La protesta contra la congelación de los sueldo del gobierno
de Jose María Aznar, porque existió al duda de la seguridad de la pinacoteca ,
tras un insólito hallazgo en la sala donde se exhibían , entonces pinturas
flamencas . El pintor Víctor Ruiz Roizo, había conseguido colgar con silicona,
uno de sus cuadros en dicha exposición.
En el año 1991 , el museo tuvo que ser desalojado por amenaza
de bomba.
En 1992 la aparición de goteras en el techo de una sala
contigua a la de Velazquez, subsanado el problema a base de biombos y cubos,
que no pudieron ocultar , el mal estado de la estructura.
Tras los atentados del 11-M, un vandálico personaje,
conocido como el Lanzahuevos , se dedicó en repetidas ocasiones a manchar la
fachada del museo con pintura roja, al final que pillaron “ huevera en mano”.
2003 cierra sus puertas en protesta por la guerra de Iraq
Un año después , 2004 , lo hace tras los atentados de Atocha
el 12 de marzo, acompañado por el Reina Sofia y el Thyssen . Este tipo de actos
solidarios tiene su precedente en 1996 , cuando los trabajadores del museo
desplegaron un gran lazo azul, ante la estatua de Velazquez , en recuerdo de
Jose Antonio Lara , secuestrado por ETA .
El Metro de Madrid , en 1989, hizo llevar impresos cuadros
de Goya en sus billetes. Guillermo Vázquez, entonces presidente , del urbano,
contaba que con aquella iniciativa , se pretendía , entre otras cosas, mejorar
la limpieza s los subterráneos “pues los
usuarios se pensarán dos veces arrojar el billete al suelo”.
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