PLASENCIA -CÁCERES
Siempre que se
piensa en los conquistadores, se piensa en sus mujeres, o en las que los acompañaron,
pero lo cierto es que no es muy real ese concepto, pues las primeras mujeres
que a América fueron, eran auténticas pioneras del orden social en el Nuevo Mundo.
Protagonistas de
las exploraciones y descubrimientos y muchas de ellas no llegaron casadas,
quizá soñando un futuro más propicio, al igual que el de los hombres. Aunque
fuese una utopía
Claros ejemplo de
mujeres que participaron activamente en estas líderes se encuentran: Isabel de
Barreto, la primera almiranta de la historia, la monja alférez, que combatía
codo a codo con los hombres o Isabel de Guevara, superviviente de una de las
primeras expediciones al Río de la Plata.
El propio Hernán
Cortés aseguró que sin la colaboración de la india Malinche la conquista del
imperio azteca no habría sido posible
Inés Suárez,
conquistadora de Chile. Nació en Plasencia (Cáceres) en 1507
Fue la primera
mujer europea que llegó a Chile y cofundadora con Pedro de Valdivia de la
actual ciudad de Santiago de Chile
De sus padres se
sabe que eran personas muy humildes. A los 19 año se convierte en la esposa de
un aventurero tan pobre como ella, Juan de Málaga
Este sobre el año
1527 se embarca con destino a Panamá mientras que Inés se queda en España
esperándole. Los años pasan, recibiendo noticias de él, desde Venezuela los años
y sólo recibió noticias de él desde Venezuela.
Una década de la
partida de Juan de Málaga, 1537, Inés obtiene licencia real y se embarca hacia
las Indias en busca de su marido.
Unos cuentan que
como estaba permitido a una mujer viajar sola en una travesía tan larga y llena
de peligros, dos desconocidos le ayudaron haciéndose pasar por sus tíos quienes
la acompañarían
Con algo menos de
30 años llegó a América en la búsqueda de su esposo, pero la informaron que
había muerto en la Batalla de las Salinas.
Como viuda de un
soldado español, recibe una pequeña extensión de tierra en Cuzco, donde se
instala, así como una encomienda de indígenas (es decir que se dotaba de mano
de obra a las explotaciones agrícolas y mineras entre los colonizadores españoles,
por la cual los indios le debían obediencia al encomendero en este caso
encomendera
Pasado un tiempo,
conocería a Pedro de Valdivia, maestro de campo de Francisco Pizarro y
posterior conquistador de Chile, entre Pedro e Isabel, nació un romance, a la
vez que se sentía subyugada, por los planes que este tenía para conquistar las
tierras que el Adelantado Diego de Almagro había recorrido cuatro años atrás.
Valdivia sugiere a
Pizarro sustituir al traidor Almagro – muerto en la batalla de las Salinas – y
encabezar la conquista de Chile, Inés Suárez decide acompañarle convirtiéndose
en la única mujer de la expedición y en la primera europea que pisaría tierras
chilenas.
Claro que para ello
Valdivia tuvo que pedir una autorización para que le acompañase Inés, Pizarro
la concedió mediante carta, aceptando que Inés le asistiese como sirviente
doméstico, pues de otro modo la Iglesia hubiese rechazado que ambos estuviesen
juntos como pareja
La presencia de Inés
en aquel acontecimiento fue muy importante, porque Inés se encargó de asistir a
los heridos, encontrar agua en medio del desierto, vigilar a los yanaconas, e
incluso llegó a salvar la vida de Pedro de Valdivia cuando un antagonista,
estuvo a punto de matarle en Atacama la Chica.
Todos los hombres
que iban en la expedición, desde entonces la tendrían como “una mujer de
extraordinario arrojo y lealtad, discreta, sensata y bondadosa, que gozaba de
una gran estima entre los conquistadores”
1540 año en el que
la tropa alcanzó el valle del río Mapocho, donde fundaron la capital del
territorio con el nombre de Santiago de Nueva Extremadura.
Este era un valle
inmenso y fértil y con abundante agua potable; aunque debido a la beligerancia de
los naturales, la base de la ciudad se estableció entre dos colinas que proporcionaban
buenas posiciones defensivas, contando con el río Mapocho a modo de barrera
natural.
Inés no se quedó
atrás cuando un cacique indígena atacó a la recién fundada ciudad participando
activamente en su defensa.
El valor y la
tenacidad, que Inés tenía salieron a flote cuando, se produjo el asalto a
Santiago dirigido por Michimalonco en 1541.
Tratando poco después de establecer un
asentamiento en Santiago, enviar una delegación con regalos para los caciques locales,
con el propósito de demostrar su deseo de paz, éstos aunque aceptaron
los presentes, lanzaron un ataque contra los españoles, con el cacique
Michimalonco como líder.
Michimalonco ataca
en septiembre de 1541 ataca a la fortaleza de Santiago, durante el ataque, la
labor de Inés había sido atender a heridos y desfallecidos, curando sus heridas
y aliviando su desesperanza con palabras de ánimo, además de llevar agua y
víveres a los luchadores. Valdivia no
estaba en aquellos omentos
La figura de Inés
fue decisiva en la lucha, porque a la vista de cómo iba transcurriendo la
batalla, Inés hizo una proposición a sus compañeros-Cortar la cabeza de los caciques,
después arrojarlas entre los indígenas para causar el pánico entre ellos. -
Los que allí estaban,
fueron testigos de algo que nunca esperaron ver. Todo sucedió cuando los
soldados preguntaron a Inés, de qué manera debían recibir muerte los
prisioneros
Por toda respuesta
Inés dijo “De esta manera”, y desarmando de su espada a uno de los soldados, decapitó
ella misma al primero a Quilicanta y después a todos los caciques tomados como
rehenes, y que retenía en su casa, ella por su propia mano, arrojando luego sus
cabezas entre los atacantes.
Tras lo cual se
vistió con cota de malla y casco, cubriéndose con un manto de piel de alce,
montó sobre un caballo blanco.
Afirmaba un
testimonio que “salió a la plaza y se dispuso frente a los soldados,
enardeciendo sus ánimos con palabras de tan exaltadas alabanzas que la trataron
como si fuese un valiente capitán, y no una mujer disfrazada de soldado con
cota de hierro”.
Excitado el coraje
de los españoles, éstos aprovecharon el desorden y la confusión causada entre
los indígenas al topar con las cabezas decapitadas de sus líderes, logrando
poner en fuga a los atacantes.
El audacia de Inés
en esta batalla sería reconocida tres años después (1544) por Valdivia, como
recompensa le concedió una condecoración.
La convivencia de
más de una década, Entre Pedro e Inés, no gustaba ni era bien vista por algunos
grupos de marcado fervor religioso, a lo que se sumaba las críticas hacia el
gobernador.
Su convivencia con
el conquistador duró hasta que Valdivia fue sometido a juicio en Lima, donde
fue acusado, entre otras cargos, de mantener una relación extramatrimonial con
ella.
Valdivia fue
obligado a traer a su esposa a América, y en 1549 entregó a Inés en matrimonio
a Rodrigo de Quiroga, uno de sus mejores capitanes.
Para entonces tenía
Inés tenía ya 42 años.
En reconocimiento a
sus méritos, Valdivia le concedió varias encomiendas y una estancia y, como
esposa de Quiroga, llevó una vida piadosa y se consagró principalmente a tareas
relacionadas con la caridad.
Valdivia, mientras
tanto consiguió nuevos honores para el emperador de España. En el fuerte de
Tucapel, combatiendo a los araucanos, encontraría la muerte. Tras una batida
por la zona Valdivia se encontró el fuerte destruido y sin guarnición.
Pronto se dio
cuenta del peligro que corría. Cientos de araucanos cayeron en tromba sobre sus
hombres y Valdivia fue torturado hasta morir. Era el 25 de diciembre de 1553.
Al año siguiente su
esposa, doña María Ortiz de Gaete desembarcó en Panamá pero ya no vería a su
marido. Había vivido cómodamente en Salamanca de la generosa pensión de
Valdivia durante dos décadas y cuando acudió a su encuentro lo descubrió
muerto.
Aunque se iba a
encontrar con otra sorpresa cuando reclamó los bienes de su esposo, estos
habían ido a parar a sus acreedores.
Inés por, por
expreso deseo suyo antes de fallecer, parte de su capital se empleó en la
construcción del templo de la Merced y de la ermita de Montserrat en la capital
chilena.
Inés de Suárez
murió a los 73 años, sobreviviendo a todos los conquistadores con los que llegó
a Chile.
div id="google_translate_element">