PERROS HÉROES MI NOMBRE ES CHIPS




Todo comenzó  después del ataque a Pearl Harbor, en la II Guerra Mundial,  cuando los militares de los EE.UU, piden la colaboración de los estadounidenses , para que donen a sus perros  para unirse a la lucha. Estos canes integraron el programa Dog for Defense, siendo uno de sus integrantes, un perro mezclado con pastor alemán, de nombre Chips.

Su dueño , el señor  Edward J. Wren, no dudó entregar a su mascota, al ejército,  para un  fin tan esencial.
Chips es enviado  el Centro de Entrenamiento de Perros de Guerra , en Front Royal ( Virginia), en 1942.

Tras pasar el duro entrenamiento , es trasladado  a la Tercera División de Infantería en el norte de África, Sicilia, Francia y Alemania. El sargento John P. Rowell, será su compañero  , en el frente de batalla.

Y allí, en 1943 , los dos, sargento y can  durante los combates para la recuperación de la ciudad de Sicilia, son acorralados, por un grupo de artilleros italianos, que les atacaban desde una especie de  cobertizo.

Chips no se lo pensó dos veces,   se alejó de Rowell y comenzó , su propio ataque. No pasó mucho tiempo, desde que el temerario can, se infiltrase, en aquel chamizo, al que los soldados italianos  hasta que estos  saliesen con las manos en alto custodiados por un fiero Chips

Durante aquella batalla, el perro fue herido en el cuero cabelludo y con quemaduras, aún  así, aquella misma noche, Chips estaba al pie del cañón ( o sea, en las lucha)
Esta vez su gesta iba a ser, alertando a sus compañeros, de la próxima llegada de un escuadrón italiano, lo que evitó,  que  fuesen capturados

Chips , un perro mestizo, mezcla de Pastor Alemán, Collie y Husky, quien sirvió en los frentes de batalla en el norte de África, Sicilia, Italia, Francia y Alemania, fue condecorado con la Estrella de Plata y el Corazón de Púrpura, aunque más tarde, porque los perros no podían recibir medallas , como los humanos, se las fueron retiradas

A su regreso a casa , señor  Edward J. Wren, lo mismo que no dudó en dejar que Chips, sirviese a la Patria, tampoco dudó, en que su mascota , se quedase con el sargento John P. Rowell, a quien estuvo unido en el fragor de las batallas, en la oscuridad de las noches, y en afecto que ambos se tenían.
Chips recibió multitud de homenajes durante  su vida

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