No solo pasa en las
películas que hacen en Hollywood , sobre caballeros y reyes depuestos por
hermanos o sobrinos , aunque en muchas de ellas , ni
siquiera se hayan preocupado de leerse un buen libro , que tratase de estos
asuntos ,y juntan churras con merina,
para el lucimiento, en bastantes ocasiones , de las estrellas que en ellas
intervienen .
Así que viajaremos a
la Edad Medía , donde era normal y corriente , que en la Castilla medieval, sucediese
que los reyes se viesen rodeados de nobles, ansiosos de robarle el
poder, sentirse como reyes sin aún no tener sus reales posaderas en el
trono
En los primeros años
del reinado de Sancho IV, siglo XIII, y a cuyo monarca se le conoce por el
apodo del “ El bravo, ganado a pulso por su característica forma de manifestar
su poder, que de ellos pudieran hablar
los nobles del reino castellano
Comencemos por decir
que en 1276, tras la muerte de su hermanos, Fernando de la Cerda, se
autoproclama heredero de la corona y dos años más tarde , apoyado por su padre
Alfonso X el Sabio, hace el juramente de lealtad, en términos más fastuosos
Por aquellos
entonces, Sancho , contaba con un buen número de adeptos entre los que se
encontraba, Lope Día III de Haro , que debió ver en este, una muy buena
oportunidad de generar un conflicto familiar y a la vez político con su padre ,
así que nada mejor que ser el principal defensor del infante , con la esperanza
de sacar tajada con todo aquello.
Entre los años 1282 y
1284 se desencadena un levantamiento en Castilla , viendo Sancho que su
progenitor va a quitarle del trono en favor de sus sobrinos los infantes de la
Cerda , dicho levantamiento es apoyado por nobles , ciudades y órdenes
militares
Obviamente, todos
ellos esperaban algo a cambio, así como un trato de favor a lo largo de su
futuro reinado.
Y a Lope Díaz le
valió que su linaje alcanzara su máximo nivel político .Mientras que Sancho se
dejaba llevar por la confianza que tenía puesta en el conde, mientras que este
solo miraba por su propio beneficio , lo que le creó la envidia de todos
aquellos que querían lo que él tenía.
Pero en silencio y
por la espalda , a aquellos a los que se habían vueltos recelosos por sus
éxitos, fueron con el cuento a Sancho IV , de las juergas y desmadres que el
conde hacia en privado, cierto que es verdad que en alguna época llegó a pensar
que era ,´más que el rey , incluso llegó a demostrarlo con un trato un tanto
altanero con su majestad
Quizá ya harto de
tanta información sobre Lope Día III de Haro , que al final el cántaro va
tantas veces al agua que al final… se rompe. Y en 1288 el conde no corre vuela,
pues a Sancho se le ha caído, ya, la
venda de los ojos
Y comienzan unas
escaramuzas en las tierras castellana auspiciadas por Lope, que cuando el rey
le pide explicaciones le contesta - Hago lo que vos nos habéis ordenado- como
si indicase que , Sancho debía abandonar su trono para que él mandase. Nos
podemos imaginar la cara que pondría el monarca, pero no la idea de
vengarse
Sancho y Lope se
verán las caras en el 1288, cuando acompañado por varios gentiles hombres, con
sus caballeros y con Diego López de Campos y el infante Juan, hermano de Sancho
IV, que también se la está jugando con Lope. Harto de ver como el conde pretendió llevar la
voz cantante sobre los asunto a tratar , Sancho abandona la sala , y deja en
manos de los nobles la decisión
De regreso al salón ,
ya llevaba trazado un plan , así que sin contemplaciones se dirigió a Lope espetándole
si ya se había acordado algo , a lo que el conde respondió - Sí, entrad señor.
Vamos a decíroslo.
-Entonces, como ya lo
acordasteis, aquí estoy yo con otro acuerdo, y es que vos vais a quedar aquí
conmigo hasta que me devuelvas mis castillos. – Dijo Sancho refiriéndose a que
le devolviera la tenencia de sus fortalezas.
Don Lope grita y
pregunta - ¿Presos? ¿Cómo? ¡A mí mis leales -mientras que sacando un cuchillo se
dirige hacia Don Sancho, y este que ya está preparado , desenvaina el suyo ,
aunque los nervios le juegan una mala pasada …pisarse sus ropajes y caer al
suelo como un saco , momento para que sus leales se arrojen contra Lope y le
corten de un tajo la mano derecha con la que empuñaba el arma
Sancho se repuso al
momento y, en cuestión de unos segundos, cogió una maza y se dispuso a dar caza
a Lope… el conde murió de un mazazo en la cabeza. Tras esto, el monarca
acorraló a Diego López de Campos y le increpó por haber ayudado al conde:
Diego ¿por qué
merezco esto de vos? ¿Por qué hacéis correrías por mi tierra si sois mi
vasallo?
Diego no contesta ni
para bien ni para mal, está como ido ante tanta violencia, lo cual también
provocó las iras del rey. Sancho desenvainó su espada rápidamente y mató de un
solo espadazo al noble.
Por otra parte, el
infante Juan se había dedicado a hacer la guerra por su cuenta, hiriendo a un
par de personas de las que allí estaban reunidas. Sancho cegado por la rabia ,
ya ni veía , así que como una fiera herida se encamina hacia el lugar donde
estaba su hermano, pero la suerte salió en su ayuda, porque en aquel momento apareció
María de Molina, su esposa, prima hermana de su padre
Alfonso X, quien consiguió
aplacar a su fiero cónyuge
Juan acabó metido en
fierros, es decir, apresado en una suerte de calabozo y posteriormente exiliado
de Castilla. Y Sancho se ganó su apodo: Sancho IV El Bravo.
https://historiasdelahistoria.com/2016/01/25/sobre-como-se-gano-sancho-iv-el-sobrenombre-de-el-bravo
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