Quizá,
este animal blanco como la nieva y la pureza, con un solo y largo cuerno, fuese
visto y aceptado como: la imagen del amor carnal. De la castidad. De la
ferocidad y de la curación.
Por
ello, la posibilidad desde que en un tiempo, remoto, fuese aceptado como animal
real. Y con ello la creencia de que su cuerno, servía como antídoto contra el
veneno, convicción que, hasta la revolución de 1788, los reyes franceses bebieron,
presuntamente en recipientes fabricados con dicha sustancia.
Claro
que como tiene su origen, el del poder del cuerno del unicornio, a dos fuentes
escritas: De un relato del médico en la
corte persa durante el siglo IV a.C,
Ctesias, en el que describe a un animal
entre la fauna de la India, de tamaño de un caballo o mayores, con cuerpo blanco
y cabeza purpúrea, de cuya frente sobresalía un único cuerno de unos 45 cm de largo.
Estos
animales eran sumamente veloces pudiendo dejar atrás al más veloz de los
equinos. Luchadores feroces utilizando sus patas traseras donde coces. También
había que tener cuidado con sus dentelladas. Los cazadores que se atrevían a
capturarlo regresaban maltrechos y sin sus víctimas.
Así
mismo, el unicornio era sanador de las aguas contaminadas, que se volvían puras
al contacto de estas con el cuerno del mítico animal.
PERSONAJES
FAMOSOS QUE VIERON UN UNICORNIO
En los
bosques de Germania, Julio César que no se fiaba de nadie y era incrédulo hasta
la médula, comunicó de la existencia de “un buey con cuerpo de ciervo, de cuya
frente sale un solo cuerno
Posteriormente,
Eliano, escritor romano, especificó que dicho cuerno era de forma espiral.
Lo
cierto es que existe otra parte decisiva de la leyenda del unicornio, aparecida
por primera vez en “El filósofo “, un compendio de los conocimientos
tradicionales sobre animales.
En él
aparecía la forma más sencilla y sin derramamiento de sangre, por ambas partes,
de capturar un unicornio… a saber, utilizar vírgenes, pues estos animales se
sienten atraídos por ella. Una vez que la ven, se le acercan y dejar reposar su
cabeza en el regazo de la muchacha, mientras ellas les acaricia, ellos se
quedan dormidos. Luego es coser y cantar.
Esta parte de la leyenda dio pie para
que con ella, se confeccionasen siete tapices que hoy, en día, se encuentran
expuestos en el Museo Metropolitano de Nueva York.
Ni que
contar tiene, que los susodichos cuernos, se conseguían después de pagar
fuertes cantidades de dinero. Como detalle comentaremos que el Papa Clemente VII,
le había pedido a Benvenuto Cellini, orfebre y escultor renacentista, el
encargo de un diseño, para enjoyar un cuerno de unicornio “el más delicado
jamás visto”. A cambio su Santidad tuvo que desembolsar la nada despreciable
cantidad de 17.000 ducados.
Esta joya,
fue a parar a manos del rey francés Francisco I, con ocasión de la boda de su
hijo con Catalina de Medici. Ni que decir tiene, que el lucrativo comercio que
se creó en torno al cuerno del unicornio llegó a vivir más allá del
Renacimiento.
1563 año
en el que llevó a cabo el Concilio de Trento, que prohibió, mediante decreto,
el uso religioso de la alegoría de que el unicornio era una representación de
Jesucristo.
En 1673
un tal Doctor Lapper sostenía que los unicornios vivían en los grandes bosques
de Norteamérica. Las ultimas crónicas
los situaban en los desiertos de la Mongolia Exterior y en las montañas del Tíbet.
Como el
mundo, no todo, está desprovisto de muchos de los valores que le puedan impedir
continuar haciendo el mal, los unicornios desaparecieron sumidos en una gran
tristeza
ASPECTO
caballo blanco con patas delanteras de antílope, barba de cabra y un cuerno
largo y retorcido que se sobresalía de la frente.
TAMAÑO
según el bestiario medieval era “un animal muy pequeño como un cabrito”
ESPERANZA
DE VIDA Indeterminada, aunque podría ser similar a la docena de años, más o
menos, de la mayoría de los caballos.
PODERES
velocidad excepcional. No existía cazador que lo capturase y se podría
enfrentar a los elefantes
HÁBITAT
en general en los bosques, aunque el mito también le situaba en los desiertos y
en las cumbres de las montañas. Incluso los primeros relatos nos lo ubicaban en
la India
En el siglo
XVI Konrad Gesner, el padre de la zoología científica presentó a la comunidad
una nueva especie, casi mitológica, que habitaba las profundidades del mar
helado y que tenía como principal característica una enorme protuberancia en
forma de cuerno en su frente.
No fue
hasta bien entrado el siglo XIX cuando se confirmó oficialmente su existencia
tras siglos de debate infructuoso.
Estos
animales son muy parecidos, por su constitución a las ballenas beluga. Viven
en grupos de 5 individuos, miden 4 m y pueden llegar a pesar 1,600 kilos
Decimos
común pero muy esquivo.
Es su hogar, áreas árticas de Rusia y el Atlántico y la
costa de Groenlandia. Pero siguen siendo casi un misterio para la comunidad
científica.
Recaba
información en:
Y el Bestiario
Fantástico de Tomy Allan
http://www.theclinic.cl/wp-content/uploads/2015/05/Oso-YT.jpg